La Guancha, un caso único en Canarias en el abastecimiento de agua a la población: las razones por las que ha prohibido beber del grifo a sus 5.500 habitantes

El 100% del agua que se consume en esta localidad norteña proviene del mismo lugar: el sistema de galerías con mayor caudal de aguas de Canarias, Vergara I y II

Un vecino de La Guancha con una garrafa de agua.

Un vecino de La Guancha con una garrafa de agua. / Carsten W. Lauritsen

Daniel Millet

Daniel Millet

La Guancha se convierte en el primer municipio de Tenerife que adopta medidas drásticas por la sequía, que ha obligado al Cabildo de Tenerife a declarar la emergencia hídrica en la Isla. El alcalde, Antonio Hernández, anunció este jueves que «restringe el uso del agua de la red pública para consumo humano, tanto para beber como para cocinar y preparar alimentos» por la escasez de agua y también por problemas en la red de abastecimiento municipal. Es decir, no se permite usar el agua del grifo para beber o cocinar hasta nueva orden a los 5.500 habitantes de La Guancha.

El alcalde guanchero añade en el bando municipal que «la medida, dirigida a toda la población, permanecerá en vigor hasta nuevo aviso en todos los barrios y núcleos poblacionales del municipio». En declaraciones a EL DÍA, aclaró que por ahora no se va a repartir agua embotellada entre la población salvo a aquellos vecinos sin recursos económicos, entrega de la que se encargará Asuntos Sociales.

Es el cuarto municipio de Tenerife que adopta medidas ante la falta de agua, después de Fasnia, Arico e Icod. La Guancha, eso sí, ha ido más allá al vetar el servicio público del grifo. En el caso de las localidades sureñas de Fasnia y Arico, las restricciones, que se pusieron en marcha entre los pasados meses de febrero y marzo, prohíben a los vecinos usar agua potable para riego o regadío, así como llenar piscinas, charcas, depósitos y tanques con el agua de consumo humano.

La Guancha es el cuarto municipio de Tenerife que adopta medidas ante la falta de agua, después de Fasnia, Arico e Icod

En cuanto a Icod, el alcalde, Javier Sierra, emitió un bando a mitad del pasado marzo que restringe el uso de agua potable y lo ciñe al consumo y aseo humano y de mascotas. Estas medidas se aplican atendiendo a la declaración de emergencia por la subida de las temperaturas y la escasez de lluvia.

El bando de Icod especifica que se restringe el uso de agua para el riego de jardines, huertas, árboles, zonas verdes y deportivas de carácter privado, exceptuándose las situaciones de emergencia (estrés hídrico) y nuevas plantaciones. Tampoco se podrá llenar piscinas y fuentes sin sistema de recuperación o circuito cerrado. Se recuerda que no está autorizado el uso de agua potable en piscinas desmontables o hinchables, ni lavar vehículos en la vía pública.

Instalaciones de la galería de Vergara, el mayo manantial de aguas subterráneas de Canarias.

Instalaciones de la galería de Vergara, el mayo manantial de aguas subterráneas de Canarias. / Delia Padrón

El caso de La Guancha es muy particular. Su sistema de abastecimiento de agua potable es único en Canarias. El 100% del agua que se consume en esta localidad norteña proviene del mismo lugar: el sistema de galerías con mayor caudal de aguas de Canarias, Vergara I y II. Hay un gran inconveniente: de estos manantiales subterráneos se obtiene agua cargada de flúor, con niveles tan altos que todo ese torrente se tiene que tratar en una planta desalinizadora para reducir el exceso de este mineral, que es perjudicial para la salud, y que el agua sea apta para el consumo humano. Aún con esta planta, el Ayuntamiento adopta de forma intermitente restricciones cuando detecta niveles de flúor más altos de los permitidos por la ley. Si hay entre 1,5 y 4 miligramos por litro, se prohíbe beber agua de grifo a los menores; si el nivel es superior a 4, se veta a toda la población.

En este caso concreto se han sumado tres factores, detalla el alcalde guanchero: la sequía, averías en la red y el exceso de flúor. La falta de agua por la crisis hídrica ha provocado una caída drástica de los niveles de los depósitos municipales.

El propio Hernández indica en el bando, en el que anuncia las nuevas restricciones, que «debido a la escasez de lluvias de los últimos tres meses, y a las diferentes averías registradas en la red de distribución municipal, se ha producido un aumento de la demanda del agua de consumo humano, generando una merma importante en los niveles de agua de los depósitos municipales». «Ante la gravedad de la situación, el Consistorio ha decidido restringir de manera temporal el consumo de agua del grifo, permitiendo sin embargo el uso de la misma para el desarrollo de tareas domésticas y de higiene personal», detalla el bando del alcalde.

Un vecino de La Guancha hace acopio de garrafas de agua en una restricción anterior.

Un vecino de La Guancha hace acopio de garrafas de agua en una restricción anterior. / Carsten W. Lauritsen

Por todo ello, Hernández ha ordenado la paralización del proceso de desalación de una parte del agua que entra en los depósitos procedente de las galerías, con el objetivo de incorporar más agua bruta y, así, recuperar los niveles óptimos de almacenamiento en el menor tiempo posible.

¿Por qué el alcalde paraliza la desalinización? Porque este proceso conlleva la pérdida de entre un 20% y un 25% de agua, una merma inasumible en un momento de caída drástica de las reservas. «Hemos tenido que priorizar la cantidad de agua que su calidad. No tenemos otro remedio ante la escasez», explica el alcalde guanchero, que aclara: «Al apagar la planta desalinizadora por este motivo, el agua sale con exceso de flúor. De ahí que hayamos aplicado estas restricciones». 

Las mediciones de este jueves daban niveles muy superiores a los 4 miligramos por litro de flúor (superiores a 6), por lo que la prohibición de beber del grifo afecta a toda la población. Como contrapartida, la entrada de agua a la red municipal pasó ayer de 90 metros cúbicos la hora a 110. Con ello, Hernández espera que los depósitos se recuperen en las próximas semanas, se restablezca el proceso de desalinización y se acaben las restricciones.