Tomás Azcárate: "Queremos que las marinas canarias sean ejemplo de excelencia, sostenibilidad e innovación"

¿Qué supone para las marinas de Canarias su nombramiento como presidente nacional del sector?

Es un reto y una enorme responsabilidad, porque se trata de un sector que tiene mucho peso a nivel nacional tanto económica como socialmente. Tras varios años como secretario general de la Asociación de Puertos Deportivos de Canarias, me enfrento al desafío de conseguir una mayor coordinación y colaboración entre las marinas españolas y las administraciones públicas, porque queremos reivindicar las cuestiones que más nos preocupan y que, en su mayoría, son comunes a todos los puertos deportivos de España.

¿Qué cuestiones son?

Las dificultades que son comunes a la mayoría de las empresas van desde el absentismo, la dificultad para encontrar mano de obra especializada o la lentitud del mercado laboral para adaptarse a las necesidades reales. Luego, hay otra vertiente más específica, como la normativa medioambiental cambiante, la complejidad de la normativa, la seguridad marítima o la interlocución entre las administraciones con competencias en este ámbito, especialmente cuando la colaboración y el diálogo entre ellas es muchas veces deficiente. Además, existe una maraña burocrática respecto a la regulación de las actividades en la costa y el mar que dificulta mucho realizar actividades empresariales y emprender proyectos.

Hablando de burocracia, ¿cómo afecta al sector náutico?

La burocracia y la complejidad de los procedimientos administrativos representan uno de los grandes desafíos. En el caso del sector portuario con una particularidad: que el problema se magnifica debido a la intrincada regulación que rigen las actividades en el mar, inherentes a sus características particulares. En el contexto de los puertos deportivos, es crucial recordar que estamos ante concesiones administrativas en bienes de dominio público, donde confluyen administraciones y regulaciones. Esta superposición complica aún más la operación en un marco de seguridad jurídica y la tramitación de inversiones y proyectos. Así que una de nuestras principales líneas de trabajo será trabajar para que se establezca un marco regulatorio lo más claro y previsible posible.

¿Es aplicable la perspectiva sostenible a las marinas?

Por supuesto y seguiremos trabajando para minimizar el impacto ambiental de la actividad portuaria y náutica que se desarrolla en las marinas. Lo haremos desde la perspectiva de la innovación, la aplicación de energías renovables y la progresiva electrificación de las actividades. Queremos fortalecer la colaboración con la administración para situar al sector como un aliado estratégico para la mejora y el cuidado del medio ambiente.

¿Qué papel tiene la economía azul en la realidad canaria?

Siempre ha sido parte de nuestra cultura. Las actividades incluidas en la economía azul fueron, son y serán fundamentales para el desarrollo socioeconómico de Canarias. Los avances tecnológicos, la energía, el desarrollo turístico y la concienciación medioambiental brindan oportunidades para crecer en el ámbito de la economía azul. Tenemos que aprovecharlas y para eso es crucial identificar y planificar para maximizar su potencial. En ese camino es necesario el diálogo y la cooperación entre lo público y privado.

¿Las marinas contribuyen al desarrollo económico del país?

Rotundamente, sí. Además, su contribución debe ir más allá de la oferta de servicios náuticos, transformándose en centros de atracción turística que ofrezcan experiencias memorables a los visitantes. La integración de las marinas con el entorno local, ofreciendo actividades culturales, gastronómicas y de ocio, puede enriquecer la experiencia del visitante y generar un impacto económico positivo en el entorno. Las marinas pueden actuar como catalizadores para el desarrollo local creando empleo, fomentando la economía local y atrayendo inversiones. Su integración en ese entorno potenciará la conexión con la cultura y la actividad turística de la zona. La idea es que las marinas no solo sean puntos de amarre, sino destinos en sí mismos, donde los usuarios disfruten de una oferta variada y de calidad y contribuyan a una percepción positiva y a la fidelización del cliente.

¿Hay oportunidades de cooperación con otros sectores?

Por supuesto. Con la industria turística, donde las marinas pueden integrarse más con los operadores turísticos y entidades locales para crear productos y experiencias únicas. También con las instituciones académicas y centros de investigación, donde podemos participar en proyectos de investigación y desarrollo, sobre todo sostenibilidad, conservación marina e innovación tecnológica. Con las empresas tecnológicas, para integrar soluciones digitales y tecnología limpia en las operaciones diarias de las marinas, mejorar la eficiencia y reducir el impacto ambiental. Además, la colaboración con organizaciones ambientales y la comunidad local puede fomentar proyectos de conservación y sensibilización ambiental. Estas alianzas pueden mejorar la percepción pública de las marinas y fomentar una cultura de respeto y cuidado hacia los entornos marinos.

¿Cuál es la perspectiva de las marinas en 20 años?

Las veo como modelos de sostenibilidad, innovación y excelencia en el servicio. En 20 años, las marinas españolas serán centros avanzados que integran las últimas tecnologías en gestión ambiental, energías renovables y operaciones eficientes. Contribuirán significativamente a la conservación del ecosistema marino. Deseo que sean motores de desarrollo económico, empleo y economía local a través de una oferta diversificada y de calidad. Mi visión es que las marinas de España sean reconocidas por su compromiso con la excelencia, la sostenibilidad y la innovación, siendo referentes a nivel mundial en el sector náutico. Ya trabajamos para conseguirlo.