El último disparate inmobiliario de Tenerife: se alquila trastero de seis metros cuadrados para vivir por 430 euros

Un portal inmobiliario ofrece un 'zulopiso' en el que apenas cabe una persona y que incluye cocina, baño y hasta lavadora en el centro de Santa Cruz

El trastero que se alquila en Santa Cruz para vivir de apenas seis metros cuadrados en Santa Cruz de Tenerife.

El trastero que se alquila en Santa Cruz para vivir de apenas seis metros cuadrados en Santa Cruz de Tenerife. / Idealista

Se alquila trastero convertido en vivienda que no llega a los seis metros cuadrados (5,8) en el centro de Santa Cruz de Tenerife por 430 euros al mes. El zulopiso ofrece cama, armario, cocina (incluido microondas), baño y hasta lavadora en un espacio no apto para los claustrofóbicos.

Esta oferta, que apareció este miércoles en Idealista, una de las principales plataformas de arrendamiento de viviendas del país, muestra hasta dónde llegan las consecuencias de la crisis inmobiliaria que padecen las Islas. La drástica caída de las opciones del alquiler de larga duración, el gran incremento de los precios y la falta de control de las administraciones han abierto un amplio espacio para la especulación, la picaresca y las prácticas abusivas e irregulares.  

La desesperación de muchos tinerfeños por encontrar un techo a un precio asequible, una misión cada vez más imposible, ha hecho, según explica el secretario general de la Unión de Consumidores de la provincia de Santa Cruz de Tenerife (UCE), Raúl Alonso, que «ofertas como esta, que parecían impensables hace muy poco, proliferen en las plataformas inmobiliarias».

La desesperación de los tinerfeños por encontrar una casa digna ha hecho que proliferen los abusos y la picaresca

Alonso considera que detrás de muchas de ellas puede haber irregularidades pero añade que la falta de una normativa clara, los vacíos en los mecanismos de control y la ausencia de medios para la vigilancia hacen que el mercado se haya convertido en un caos donde todo vale. «¿Cómo se puede ofrecer un trastero de seis metros cuadrados como vivienda? ¿Tiene cédula de habitabilidad? ¿Reúne las condiciones legales para explotarse como casa de alquiler? A falta de respuestas, estoy seguro de que esa oferta ha generado bastante llamadas de interés», señala.

Noticias parecidas aparecen cada vez con más frecuencia en las Islas. Y no tienen que ver solo con el alquiler convencional; también con las viviendas vacacionales, cuyo auge y falta de regulación es es una de las causas de esta crisis inmobiliaria.

Apenas hay control para poner coto a los abusos, los fraudes y las irregularidades en el mercado inmobiliario isleño

Hay incluso usuarios de las redes sociales que se han especializado en denunciar esta situación. Un ejemplo es Antonio David Flores, un tinerfeño que tira de ironía en sus denuncias. «Estoy chillando», asegura en X (antigua Twitter) al informar del alquiler de una habitación de una casa-cueva en el Sur por 270 euros. Las fotos lo dicen todo sobre el pésimo estado de la vivienda.

En otro post, retuitea un comentario sobre el alquiler de casetas de campaña como si fueran habitaciones compartidas en un edificio en Lanzarote. Y más recientemente, comenta sobre el alquiler de una casa en pésimo estado en Fasnia: «Seguimos con las gangas inmobiliarias en Canarias. ¿Quién no ha soñado alguna vez con vivir en una casa de las postguerra? Pues por tan solo 800 euros al mes. Te puedes meter el pantalón del pijama por dentro de los calcetines para que no se te metan las ratas».

 Raúl Alonso asegura que las principales competencias en vivienda las tienen las comunidades autónomas, mientras que en el caso de las viviendas vacacionales correspondería a los cabildos, al ser alojamientos turísticos. «Es tal la indefinición y el lío competencial que a todos los efectos apenas hay controles. Por ejemplo, si hablamos de salubridad, correspondería a Sanidad Pública, o si hablamos de cédulas de habitabilidad, correspondería a los ayuntamientos.

Es decir, todas las administraciones, desde la estatal y la regional hasta las locales, se reparten las responsabilidades. Pero lo cierto es que las normas no precisan bien las limitaciones y a quién corresponde la tarea de evitar los fraudes o los abusos», detalla el responsable de la Unión de Consumidores de la provincia.

Los ciudadanos denuncian muy poco; es tal la crisis que se ha impuesto la resignación y se aceptan ofertas increíbles

Otro problema es que llegan muy pocas denuncias. «Es tal la dificultad para encontrar una vivienda y tal la necesidad de mucha gente que se ha impuesto la resignación. Algunos aceptan las ofertas fraudulentas o las condiciones abusivas porque no hay más opciones en el mercado», resalta Raúl Alonso.

Aparte de mejorar la regulación y los medios de control, Alonso cree que la principal solución pasa por «un verdadera mercado de vivienda pública en alquiler, con condiciones adaptadas a la realidad económica de cada familia». Y pone como ejemplo Viena, la capital austríaca. «Viena sí tiene una gran bolsa pública para ofrecer a los ciudadanos con menos recursos, acompañada de políticas para favorecer la integración social», concluye.