Hogares | El año nuevo en los bolsillos

El disparate del alquiler y las heridas de la inflación anuncian curvas en Canarias en 2024

Los trabajadores isleños enfilan el nuevo año un poco más ‘pobres’ que en 2023, con los gastos familiares por las nubes y sin señales de un próximo abaratamiento

No se esperan bajadas de precios de los alimentos, en general, en 2024; en la imagen, dos hombres miran la fruta de un supermercado.

No se esperan bajadas de precios de los alimentos, en general, en 2024; en la imagen, dos hombres miran la fruta de un supermercado. / Carsten W. Lauritsen

Año nuevo, vida nueva. Un dicho popular que significa que todo cambio de ciclo trae nuevas oportunidades. Pero, ¿y en lo económico? ¿Pueden las familias canarias consolarse en estas horas previas a la llegada de 2024 con que el año nuevo traerá también una economía nueva? La lista de los principales ingresos y gastos de los hogares isleños deja luces y sombras en el horizonte, aunque con una inflación aún muy por encima del saludable 2% y unos alquileres por las nubes –más bien por la estratosfera–, es mejor mantener los pies en el suelo y pertrecharse para un 2024 que será más o menos duro según cada hogar, pero que desde luego no será una balsa de aceite para la gran mayoría de familias.

Salarios

La extraordinaria subida de los precios que comenzó en abril de 2021 desembocó en incrementos salariales muy superiores a los de años anteriores. En 2023, los sueldos de 277.317 trabajadores del Archipiélago han aumentado una media de un 3,57%. Un porcentaje que por sí solo no dice gran cosa pero que supone la mayor subida de salarios desde el 4,25% de 2008, la mayor subida en 15 años. Además, otros 68.060 empleados isleños disfrutaron en 2022 de un alza media del 2,81%, un porcentaje también considerable y que de hecho estuvo ligeramente por encima de la media nacional (2,78). Hay que tener en cuenta que se trata de mejoras salariales fruto de la negociación de los convenios colectivos entre patronal y sindicatos, si bien sirven de referencia para el resto del tejido productivo. En definitiva, la ola inflacionaria ha traído consigo notables incrementos en las nóminas de decenas de miles de asalariados de la región, pero el problema es precisamente ese: que no han sido subidas de sueldos por una mejora de la productividad, sino forzadas por una coyuntura en la que los trabajadores han visto menguar su poder adquisitivo mes tras mes por culpa de un Índice de Precios de Consumo (IPC) disparatado.

Los pensionistas canarios no perderán poder adquisitivo; su problema es el bajo poder adquisitivo

Y, además, las mejoras de los salarios no compensan, ni de lejos, ese histórico aumento del IPC. Porque las nóminas se incrementaron en 2022 el susodicho 2,81%, pero el coste de vida se disparó un 5,8%, más del doble; y el alza del 3,57% de 2023, por más que sea notable, se queda por debajo del 3,7% del IPC. En definitiva, los trabajadores canarios se tomarán este domingo las uvas y encaran el reto de 2024 tras dos años de pérdida neta de capacidad de compra. Un poco más pobres. Y, por cierto, el Banco de España prevé que el IPC no volverá a la senda del 2% hasta mediados de 2025, con lo que los hogares de las Islas inician el nuevo año, en lo salarial, en clara cuesta arriba.

Pensiones

Los 331.687 pensionistas canarios, quienes en muchos casos representan el principal ingreso de otros tantos hogares, cobrarán en 2024 una media de 41,4 euros más al mes, casi 580 euros más al cabo del año. En su caso, la nómina sí se incrementa en línea con el IPC, con lo que no pierden poder adquisitivo. Que nadie piense, sin embargo, que constituyen un colectivo privilegiado. Ni muchísimo menos. El salario de los trabajadores del Archipiélago, según los datos más recientes y aunque con él se compren menos cosas de las que podían adquirirse antes de la ola inflacionaria con menos dinero, está, de media, en 1.568 euros mensuales, uno de los más bajos de España. Pues bien, la nómina media de los pensionistas isleños es de 1.089 euros, 479 euros menos de los que percibe el asalariado tipo de la región, que a su vez es uno de los peor remunerados de España junto con andaluces y extremeños. Es más, la paga media de los jubilados de todo el país es de 1.199 euros, de modo que la de los canarios es un 10% inferior. También de las más bajas del Estado. Por lo tanto, los pensionistas de la Comunidad Autónoma no tendrán en el año nuevo el problema de la pérdida de poder adquisitivo, sino que seguirán sufriendo el gran problema de su bajo poder adquisitivo, problema que no se resolverá en 2024, ni de lejos, con esos 580 euros más.

Un total de 42.737 isleños tendrá que sortear los giros de 2024 con entre 544 y 563 euros al mes

Hay que insistir en que esta será la situación típica de los 331.687 canarios que cobran pensiones en sentido estricto, es decir, las contributivas, que son las que se perciben cuando uno se jubila o cae en situación de incapacidad tras haber cotizado el mínimo de 15 años que exige la ley. Pero hay quienes se jubilan o no pueden continuar trabajando sin haber cotizado lo suficiente e incluso sin haber cotizado nunca, y en las Islas hay hasta 42.737 personas en esta delicada situación. Tan delicada que por más que su paga vaya a incrementarse incluso por encima del IPC, esta apenas crecerá en 2024 alrededor de 35,5 euros mensuales, para una media que oscilará entre los exiguos 544 euros al mes que recibirán los perceptores de la pensión no contributiva de jubilación y los también exiguos 563 que cobrarán los beneficiarios de la no contributiva de invalidez. En ambos casos, una miseria con la que tendrán que sortear las curvas de 2024.

Hipotecas

Las hipotecas son una de las grandes esperanzas de las familias canarias de cara al inminente 2024. De las familias hipotecadas, claro, que no son pocas. El agresivo aumento de los tipos de interés con que el Banco Central Europeo (BCE) viene combatiendo la ola inflacionaria trajo consigo una extraordinaria subida del euríbor y, por tanto, una no menos extraordinaria subida de la cuota que cada mes pagan los hipotecados a interés variable. Si durante años se beneficiaron de una menor cuota por los tipos de interés en torno al cero e incluso en negativo, de un tiempo a esta parte el disparate del IPC, el consecuente disparate de los tipos, el subsiguiente disparate del euríbor y el ulterior disparate de la cuota mensual los han castigado sobremanera. Para hacerse una idea de la magnitud del castigo basta con apuntar que para una hipoteca de 150.000 euros a 24 años y a un tipo de interés de euríbor más 1%, la cuota pasó el mes pasado –para los créditos que se revisan en noviembre se toma como referencia el euríbor de septiembre– de una media de 749 a otra de 908 euros, esto es, 159 euros más al mes y hasta 1.908 más al año. No obstante, lo peor ha pasado.

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  • Hasta noviembre, los sueldos de cerca de 300.000 asalariados canarios subieron una media del 3,57%, pero la inflación llegó al 3,7.
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  • Los 331.000 pensionistas isleños cobrarán en 2024 una media de 580 euros más, alrededor de 41,4 euros más al mes en 14 pagas.
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  • Los hipotecados -a interés variable- tendrán un alivio cuando deban revisar el contrato en 2024. El euríbor cayó en diciembre al 3,7%.
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  • El alquiler medio se sitúa en Canarias en la cifra récord de 12,9 euros por metro cuadrado, un disparate que no se corregirá pronto.
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  • La tendencia en los alimentos es hacia la estabilización. Eso sí, con precios en máximos.
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  • El precio de la bombona de butano está en los 15,14 euros tras la última subida.
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  • La factura de la luz subirá por el alza del impuesto de la electricidad, si bien la gasolina empieza el año más barata que en 2023.

El euríbor cierra diciembre en una media inferior al 3,7%, frente al 4,02% de noviembre. Una bajada considerable fruto de una inflación que comienza a moderarse –hay que insistir en que es solo el comienzo y que el IPC no volverá al 2% hasta mediados de 2025– y de la confianza en que el BCE, en consecuencia, haya dado ya carpetazo a la etapa de las subidas agresivas de los tipos de interés. Todo parece así que en 2024 se producirán bajadas escalonadas de los precios de las hipotecas, y esto vale para el crédito en general, que también se ha encarecido de manera notable, lo que ha encarecido a su vez la financiación para la compra del coche, la moto, los muebles o los electrodomésticos de la casa.

Alquiler

Y si es previsible que los hipotecados respiren más aliviados en el año nuevo, no menos previsible es que los alquilados respiren tan mal como en 2023. Algo que, para más inri, es doblemente seguro en el Archipiélago. ¿Por qué? Pues por el dramático problema de falta de viviendas que padece la región. No hay oferta, y sin oferta y con una demanda disparada –la población de las Islas no dejó de aumentar ni durante los años más duros de la Gran Recesión–, los precios suben hasta el extremo. Y ello por no mencionar los efectos perversos de la normativa estatal que puso límites a la revalorización del alquiler, que el propietario no podrá aumentar en 2024 más de un 3%.

El recibo de la hipoteca bajará ‘sí o sí’ el próximo año; pero el del alquiler no va a dar tregua

Al atar de manos a los caseros, una parte retiró sus casas o pisos del mercado del alquiler para dar el salto al segmento de la vivienda vacacional, por ejemplo, con lo que la bajísima oferta que ya había en Canarias es ahora aún más bajísima, si es que ello es posible. Un problema histórico que se ha agravado hasta el punto de que para ponerle de verdad solución hace falta construir cada año entre 9.000 y 10.000 viviendas, cuando la cifra está entre las 2.500 y las 3.000, tal como advierte un reciente informe de la consultora Corporación 5 adelantado por este diario. Mientras esto no ocurra, mientras no se metan más casas en el mercado, los alquileres se mantendrán por las nubes. Y así será en 2024. En noviembre, el alquiler medio se situó en las Islas en 12,9 euros por metro cuadrado –récord histórico en la base de datos del portal inmobiliario Idealista–, lo que significa que arrendar un pequeño piso de 50 metros sale por 645 euros mensuales y que una casa de 110 metros cuesta la friolera de 1.419 euros. Nada alimenta la esperanza de que los precios bajen, más bien al revés.

Cesta de la compra

Tampoco los alimentos –en general– bajarán de precio. Aunque en el apartado de la cesta de la compra cabe al menos una doble lectura. En toda la cadena alimentaria coinciden en que los precios se mantendrán en 2024, con lo que no habrá bajadas pero tampoco nuevas subidas, no al menos como las experimentadas desde 2021. Así que el pesimista se quedará con lo primero y el optimista, con lo segundo. Con todo, lo cierto es que el consuelo para los hogares es casi inexistente.

La comida no subirá en 2024 como hasta ahora, pero tampoco caerá; la tendencia es la estabilización

Máxime para las familias canarias, con sueldos y pensiones más pequeñas que en el resto del país. No en vano, la cesta de la compra se encareció en el Archipiélago un 4,1% en 2021, hasta un 15,3% en 2022 y un también elevadísimo 10,1% hasta noviembre de 2023. Tres históricos incrementos interanuales consecutivos que en modo alguno se compensarán en 2024. En última instancia, resulta así que la estabilización de precios que se prevé para 2024 deja en verdad más pesimismo que optimismo.

Suministros y transportes

La luz, el agua, la bombona y la gasolina. Suministros y transportes, otro quebradero de cabeza para las familias. De entrada hay una certeza: la bombona de butano de 12,5 kilos en ningún caso costará en 2024 más de 19,55 euros, ya que el Gobierno central mantendrá topado el precio hasta ese límite, que fue el máximo histórico que alcanzó en mayo de 2022. Eso sí, 2024 comienza con el coste de la bombona en 15,14 euros, una subida de un 5% respecto de los meses anteriores que, no obstante, se revisará el tercer martes de este inminente enero.

En cuanto al recibo de la luz, el REF seguirá garantizándoles a los hogares isleños unos precios similares a los de la España peninsular, con un IGIC del 0% frente al 10% de IVA en el resto del país desde el 1 de enero. No obstante, también habrá una subida en la factura de las familias canarias, ya que el impuesto de la electricidad –y este rige en todo el territorio nacional– pasará del 0,5 al 2,5% en el primer trimestre de 2024 y al 3,8% en el segundo. Por último, el nuevo año arranca con la gasolina y el diésel más baratos que a comienzos de 2023. La gasolina de 95 cuesta entre un 1,3 y un 4,4% menos; la de 98, entre un 1,8 y un 4,3% menos; y el precio del gasoil está hasta un 8,8% por debajo de los niveles de los inicios de 2023.

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