crisis de la vivienda | La falta de opciones para conseguir un techo digno en la Isla

Las ofertas de alquiler se desploman en Tenerife durante la última década

Los portales inmobiliarios ofrecían en el año 2013 unas 2.000 casas para el arredamiento por largos periodos en toda la Isla; en la actualidad no llegan a 500, cuatro veces menosdesclasificaban

Dos personas pasan por delante de un cartel que oferta casas en Santa Cruz de Tenerife. | | MARÍA PISACA

Dos personas pasan por delante de un cartel que oferta casas en Santa Cruz de Tenerife. | | MARÍA PISACA / José Domingo Méndez

La oferta del alquiler de viviendas en Tenerife se desploma durante la última década. Los datos son contundentes. Los portales inmobiliarios ofrecían 2.000 pisos para arrendamientos de largos periodos en toda la Isla en el año 2013; hoy no llegan a 500 (exactamente 496), cuatro veces menos. Si a esto se añade que la promoción pública equivale a cero en la década y que las opciones del alquiler vacacional –por cortos periodos– multiplican por 24 las del convencional –12.000 por 500– es posible esbozar la realidad de un sector en crisis. Según los expertos, todo se debe a las consecuencias de una Ley de Vivienda, aprobada en mayo del año pasado, que deposita toda la responsabilidad en el dueño, lo que le lleva a no poner su propiedad en el mercado.

Entre los dos puntos de la comparativa, 2013 y 2023, hay eslabones de la cadena que permiten dibujar el recorrido temporal de la vivienda en alquiler en la Isla. Así, en 2014 eran 1.850 pisos, con un ligero descenso, y en 2020, en plena pandemia –un factor distorsionador a favor– llegaron a subir hasta los 2.563. Desde ahí, en apenas tres años, descalabro absoluto. Escasa oferta, amplia demanda –hay 25.000 canarios registrados en espera de una vivienda social– y precios por las nubes. Y, mientras, en Canarias hay 150.000 casas vacías.

Respecto al precio, un apunte: según datos de los portales del último trimestre del año pasado, sube en ese intervalo temporal un 3,2% en la provincia de Santa Cruz de Tenerife hasta llegar a los 12,2 euros por metro cuadrado, un máximo histórico. En la capital crece un 10,2% hasta alcanzar los 10,9 euros por metro cuadrado. El mercado más exclusivo es Puerto de la Cruz: 14,5 euros.

Pero volvamos al mercado inmobiliario del alquiler. Nada mejor que conocer el análisis de una experta como Vanesa Rubio, que lleva dos décadas de trabajo en el sector. Para ella, «la escasez de vivienda en alquiler es un grave problema» que achaca a varios factores. Entre ellos «la inacción política, pese a la decena de cambios normativos en los últimos tres años» y una Ley estatal de Arrendamientos Urbanos (LAU), la aprobada en mayo, que «pese a ser necesaria, igual que un Ministerio es bienvenido, y estar cargada de buenas intenciones desequilibra la balanza de la responsabilidad social contra el propietario».

Rubio quiere acabar con «el falso mito» de los fondos buitres o grandes tenedores –estos «no invierten en el mercado inmueble, y menos en el de alquiler, por la inseguridad jurídica»– porque «lo cierto es que el 80% del mercado lo copan los pequeños propietarios». Incide en que son «personas que han ahorrado toda la vida para tener ese patrimonio y que, incluso, aún pagan hipoteca y tienen el temor de poner su piso en el marcado». Más aún cuando «la norma dificulta en 2024 los lanzamientos y los desahucios por impago de los alquileres. El propietario puede tardar hasta más de un año en recuperar su vivienda».

La experta recalca que «los incentivos fiscales anunciados hasta de un 90% no son tales en realidad porque se refieren a las zonas tensionadas. No hay ninguna declarada en Canarias, algo que debe decidir el Gobierno regional. No hay ventajas». Insiste en que los propietarios se sienten «indefensos y estigmatizados». Cree necearía una Ley de Vivienda más equilibrada que los apoye, incentive y de seguridad jurídica».

Es tal la dimensión del problema que «trabajadores, camareros, médicos o profesores ya no pueden alquilar en determinadas zonas del sur y tienen que residir en la periferia». Incluso «en algunas islas menores el alquiler puede llegar a desaparecer».

Respecto a la vivienda pública, la experta indica que «en otros países no ocurre, pero aquí declina poco a poco. A partir de las viviendas de Protección Oficial, las VPO, que se compraban y descalificaban como si nada». Aclara que «por supuesto que hay que tener un parque de vivienda social pública, pero no solo con responsabilidad para el arrendador». Considera que no hay tanto cambio de mentalidad como se piensa en cuanto a comprar o alquilar. «La gente en la Isla, señala, mantiene la idea de adquirir la vivienda como propiedad o inversión». El alquiler crece, apunta, «pero porque no hay capacidad de ahorro». Una reflexión: «Soy más partidaria de la rehabilitación porque en Tenerife y Canarias hay muchas promociones inacabadas que de la nueva construcción».

Alquiler vacacional

Vanesa Rubio explica que «de media se da un trasvase del 30% del alquiler tradicional al vacacional, al habitacional o al temporal, aquel que se prolonga apenas por unos meses relacionados con trasladados por razones laborales». Tenerife es la Isla que más camas de viviendas vacacionales concentra, con 54.168 integradas en 12.696 viviendas, el 38,8% de la oferta total de Canarias .

La realidad diaria del alquiler en Tenerife queda clara con los casos prácticos. Un joven de entre 16 y 29 años que alquile una vivienda solo tendrá que dejarse, de media, el 94% de sus ingresos, según el Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España (CJE) en un informe dado a conocer el pasado noviembre. Anuncio real: «Quienes alquilen deben tener una renta de trabajo tal que el alquiler suponga menos de un 35% del sueldo. Esto es unas 1.770 euros». Consecuencia directa: los tinerfeños que ganen menos de 1.800 euros al mes quedan excluidos de facto del mercado del alquiler. Insostenible.