Agua regenerada y desalada, la solución para regar el campo de Tenerife ante la sequía

El Gobierno tinerfeño instalará más desaladoras en diferentes puntos tras la entrada en funcionamiento de dos en la Isla Baja

En breve colocará otra en el Valle de Güímar

La balsa de Valle Molina (Tegueste), apenas sin agua.

La balsa de Valle Molina (Tegueste), apenas sin agua. / Carsten W. Lauritssen

Daniel Millet

Daniel Millet

Tenerife apuesta por desplegar más desaladoras portátiles en diferentes puntos de la Isla para luchar contra la sequía y garantizar el riego del campo con agua regenerada y procedente del mar. Lo aseguró ayer Valentín González, consejero delegado de Sector Primario del Cabildo tinerfeño, tras una reunión con representantes de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga) y con cosecheros de las comarcas Norte y Sur para abordar los problemas de la falta de agua derivados de las escasas lluvias en el año más seco desde que se tienen registros meteorológicos hace 70 años.

La primera medida de urgencia de esta crisis, que la Corporación insular tilda de «emergencia hídrica», está ya en funcionamiento tras anunciarse el pasado julio precisamente después de otra reunión con representantes del sector primario: la instalación de dos desaladoras portátiles en la Isla Baja que generan 2.000 metros cúbicos al día y que surten a los municipios de Buenavista del Norte, Garachico, Los Silos y El Tanque. La siguiente se acordó en el encuentro de ayer: poner otra desaladora en el Valle de Güímar, en el sur de la Isla.

Mientras, la Corporación insular se ha comprometido con el campo tinerfeño a preparar un proyecto «bien planificado» para desplegar a partir del próximo año otras plantas de este tipo en puntos de máxima necesidad, en virtud de las demandas de los agricultores y ganaderos. «La apuesta pasa por el agua depurada y desalada debido a la falta de precipitaciones que se está registrando, en especial este año 2023», precisó Valentín González.

«Todo pasa por el agua depurada ante la falta de lluvias de este año»

Valentin González

— Consejero de Sector Primario

La nueva planta, que se sumará a las que ya han entrado en funcionamiento en la Isla Baja, se ubicará en Güímar, a una altitud de 200 metros. El Cabildo prepara una inversión de 1,4 millones de euros para aliviar al sector en el valle güimarero, una zona de gran importancia para la industria agraria de la Isla. Para su puesto en funcionamiento se necesitará desplegar una manguera de dos kilómetros con la que evacuar los restos derivados del tratamiento del agua procedente de la depuradora de Santa Cruz, que en este momento está ampliando sus instalaciones.

El consejero delegado de Sector Primario aclara que estas pequeñas plantas o módulos de desalación son imprescindibles tanto para el tratamiento de las aguas procedentes de las depuradoras como para desalar la que se obtiene del mar. «Sin pasar por este sistema, los flujos procedentes de las depuradoras no se pueden reutilizar para el campo. Por eso necesitamos estos módulos, con los que incrementar el volumen que luego se derivará a las diferentes explotaciones», explica González.

Theo Hernando, secretario general de Asaga, planteó en el encuentro de ayer la urgencia de adoptar medidas que incrementen la disponibilidad de agua para el sector. «El Cabildo nos traslada que está tomando todas las medidas de urgencia, en coordinación con Balten [Balsas de Tenerife, entidad dependiente de la Corporación insular]. Están parcheando algunos problemas, como poner desaladoras portátiles en algunos casos y bombeos con grupos de transformación portátiles en otros, a la espera de que las infraestructuras principales vayan llegando», asegura.

Según expresó el Gobierno insular al representante de Asaga, se están realizando inversiones por más de 200 millones, aportados por las diferentes administraciones –desde el Estado hasta los ayuntamientos– para desplegar una red de desaladoras, regeneradoras, depuradoras, equipos de bombeo e interconexiones entre las balsas. «Pero todo eso tiene que ir llegando poco a poco», matiza Theo Hernando.

«La principal obra que puede solucionar el abastecimiento de agua regenerada en Tenerife es la ampliación de la desaladora de Santa Cruz, que parece que va a estar terminada el próximo año», apunta, para añadir: «Esa fase terciaria de regeneración para la agricultura parece que podrá llegar en 2024 o 2025 y ahí se meterá un volumen de agua muy importante, 20.000 metros cúbicos diarios, que no solo se destinará al Sur y el Norte, sino también a Valle de Guerra [La Laguna]. Esto aliviará los recursos escasos que hay ahora». «En el Norte, la regeneración y desalación en altura de agua que viene con mucha conductividad (un problema para los agricultores pues es agua de mala calidad) se irá acometiendo poco a poco», precisa el representante de Asaga.

«La obra clave es la que se lleva a cabo en la depuradora de Santa Cruz»

Theo Hernando

— Secretario general de Asaga

La sequía ha vaciado las balsas de Tenerife que surten al sector primario hasta dejarlas en mínimos históricos. Los 23 depósitos que gestiona Balten se encontraban, según los últimos datos oficiales de finales de agosto, a un 12,2% de volumen sobre su capacidad total. Es el peor dato en una década y el tercero peor de este siglo XXI. Las balsas de Tenerife nunca habían estado por debajo del 15% en los últimos 10 años como ahora. Hay que remontarse a agosto de 2012 (4%) y al mismo mes de 2005 (1,8%) para ver tan vacíos estos depósitos.

Este es el aspecto que presentaba ayer la balsa de Valle Molina, en el municipio de Tegueste: prácticamente vacía. La sequía ha dejado sin agua los embalses que dan servicio al campo isleño y que gestiona el Cabildo de Tenerife. Los últimos datos al cierre del pasado mes de agosto apuntan que estos depósitos se encuentran al 12% de su capacidad, una de las cifras más bajas de la historia desde que se tienen registros.