La Pascua Florida de Guía crece en variedad, calidad y cantidad de obras

Numeroso público recorre las calles del casco, aunque el viento afectó a diversas instalaciones

Entrar en la oscuridad, junto a tallos secos de zarza, y salir con la luz del día, entre el olor embriagador de rosas blancas. Así se percibe una de las obras de la Pascua Florida de Guía de Isora que está aún hoy entre la iglesia de Nuestra Señora de Guía y el barranco.

Miles de personas se acercaron en la jornada de este sábado, el Viernes y el Jueves Santo al casco histórico para disfrutar de una forma original de interpretar la pasión y resurrección de Jesucristo. Un enfoque cultural que entronca con la espiritualidad y el arte efímero. Y que se trata, por ahora, de una propuesta única a nivel nacional, según resalta el Ayuntamiento en el programa.

Quince años después de iniciar esta propuesta, el director del proyecto y diseñador municipal, Carlos Curbelo, explica que se trata de un «proyecto consolidado». Recuerda que surgió como una apuesta por el arte floral y contemporáneo en la calle para diferenciar la Semana Santa isorana en Tenerife, Canarias y España.

Si en 2009 se ofrecieron al público 10 o 12 montajes, este año han sido 25. En las calles y callejones de Guía han expuesto en los últimos años integrantes de la Escuela Floral de Hong Kong, pero también artistas de la Escuela Valenciana, de Asturias o Barcelona, entre otros. Para Curbelo, es un orgullo que la iniciativa haya crecido a nivel «florístico y cultural». A las esculturas iniciales se les han sumado obras pictóricas, pero también otras manifestaciones, como escenificaciones teatrales, musicales o de danza. Opina que «crece en cantidad y calidad».

Miguel Martos y María Dolores Díaz forman parte de un grupo de amigos que llegaron desde La Laguna para conocer esta expresión. Es su primer año. Acaban de entrar al casco por la calle La Vera y ya María Dolores afirma que «merece la pena y estamos maravillados». Opina que se deberían hacer «más cosas de este tipo para que los pueblos tengan otra vida» y que también sirvan como reclamo turístico.

La alcaldesa, Ana Dorta, explica que, «cada año, evoluciona más». Indica que, al principio, «la gente tenía cierto recelo, pero ya nadie niega la elegancia y el respeto» que aportan estas obras, que son «únicas para mostrar con material vegetal la pasión, muerte y resurrección de Cristo».

Para Dorta, «a nivel municipal, es un reclamo turístico importante», aunque resalta que también la Pascua Florida atrae a personas de muy diferentes lugares de Tenerife. Cree que la actual ha sido una de las ediciones más bonitas, «pero el viento ha dañado y tirado algunas estructuras».

Así le ocurrió al artista local José María Mesa Martín, que durante el Viernes Santo. El viento tiró y rompió parte de las instalaciones que colocó en la calle La Vera, tanto en la calzada como en la amplia fachada de su vivienda de dos plantas, que data de la primera mitad del siglo XVIII. En esta edición, Mesa apostó por una decoración diferente desde cada una de sus cinco ventanas. De las siemprevivas hasta tallos secos de hoja de palmera de abanico (washingtonia) sobre telas de damasco; desde cartones ondulados a latas hiperoxidadas de conservas, junto a pieles de cebolla; desde el viejo muestrario de una tienda a una disquetera hallado en la basura de Ikea. Diez personas ayudaron a Mesa a instalar su obra en la mañana el Jueves Santo. Pero un día y medio después, en la tarde-noche del Viernes de Pasión, tuvo que recoger parte todo el montaje, porque el viento amenazaba seriamente con destruirlo. Algunas piezas se rompieron, pero en la mañana del sábado volvió a instalar lo que quedaba y muchos viandantes elogiaban su esfuerzo.

El concejal de Cultura, Carlos Álvarez, cree que la Pascua Florida es «un hito importantísimo» para Guía de Isora y uno de sus eventos más importantes. «Ha puesto en el mundo al municipio» y muestra con orgullo una información en la edición digital del diario británico The Guardian. Y resalta la implicación del pueblo, en general, para recibir a miles de visitantes entre el jueves y el domingo. Para Álvarez, «es un motivo de orgullo».

Imágenes no explícitas

«Cada año se consolida más y aporta una visión diferente de la Pasión y Resurrección de Cristo», señala Sergio Sosa, director artístico de la Escuela Municipal de Folclore de Adeje. Cree que «lo maravilloso está en la apertura a las diferentes interpretaciones de las personas, con independencia de sus creencias y procedencias; es una imagen no explícita, que es muy necesaria en estos tiempos en que todo es tan explícito».

Otro de los impulsores del proyecto es José Vidal, coordinador de Cultura del consistorio isorano. Destaca la presencia este año de nuevos floristas llegados de la Península, como Ignacio Guillén, de Pamplona; Juan Chamorro, de Oviedo, o Jordi Abelló, de Barcelona, entre otros. Pero también cita la intervención en esta edición de Sergio Linares, Premio de Arte Isora en Escultura el pasado mes de septiembre, así como a Hugo Pitti, que realizó una obra pictórica de dos metros por 1,35 de ancho con la cara del Cristo Crucificado, junto a una de las entradas al Callejón de Trujillo.

Judas

Precisamente, en esa vía empedrada se realizó un monólogo a cargo del actor Joel Hernández sobre Judas, junto a la instalación dedicada precisamente a dicha figura. «La idea es reflexionar sobre el sentimiento de culpa a través del personaje de Judas», apunta Hernández, pero reivindicando y otorgando valor a todo lo que fue y pensó el hombre hasta el momento de la traición a Jesús. Durante 2022 y 2023, Joel participó en la muestra artística dentro de la compañía Burka Teatro. Y para este año el área de Cultura le encargó el texto del citado monólogo.

Mientras, en el interior de la iglesia de Nuestra Señora de la Luz de Guía la actividad resulta frenética. Hay mujeres que limpian los bancos. Hombres que entran con los atriles de los músicos de la Banda. Unos retiran la ambientación del Viernes Santo, bien a mano, bien con la ayuda de una Toyota Hi-Lux, y preparan el templo para la celebración de la Resurrección.

Un Cristo Crucificado realizado con material vegetal recibe a los visitantes en la Plaza de la Iglesia, ante los escalones que bajan desde la Calle de Arriba. Imponente.

Desde La Orotava

Nuria Sánchez Delgado vino desde La Orotava y realiza una fotografía con su teléfono móvil a la mencionada instalación. Manifiesta que la Pascua Florida «es algo totalmente diferente». Recuerda que en su Villa están las alfombras del Corpus Christi, como otro ejemplo de arte efímero, pero también advierte de las diferencias entre ambas manifestaciones. Sobre lo que ve en Guía de Isora, apunta que «me gusta bastante; además es la primera vez que vengo». Resalta que esta es otra forma de conocer un pueblo como el casco histórico de Guía.

También desde el norte de Tenerife, pero esta vez desde Aguagarcía, en Tacoronte, han llegado las hermanas Esther y Mila Expósito. Han podido disfrutar de este espectáculo durante varios años seguidos y definen la muestra como «preciosa, una cosa diferente, bonita, que no vemos en ningún otro lugar, hecho con cariño y con muchos detalles».

«Muchas flores bonitas»

Pero, como resulta evidente, entre el público hay personas de otros puntos de Guía de Isora. Éste es el caso de las hermanas Mónica y Yanira Mesa, que están con su prima Atteneri Donate Mesa. Afirman que este año «hay más exposiciones, más innovadoras, donde se mezclan los elementos naturales con la tecnología, pero, sobre todo, muchas flores bonitas».

Algunos escaparates de comercios del casco histórico también mostraron obras de artistas canarios, algunos de los cuales ya han participado en otras ediciones en la Pascua Florida.