Entrevista | Ayoze García Exfutbolista

Ayoze García: «La Ciudad Deportiva parece ahora casi Disneylandia»

Navidades en casa. El extinerfeñista Ayoze, uno de los héroes del último ascenso a Primera, vuelve para quedarse y echar raíces. Reflexiones en blanco y azul.

Ayoze García, en un céntrico espacio de Santa Cruz.

Ayoze García, en un céntrico espacio de Santa Cruz. / María Pisaca

Manoj Daswani

Hace solo unas semanas que ponía fin a una etapa crucial en su vida para comenzar otra. ¿Qué tal el regreso a la Isla?

Fenomenal. No hay nada como volver a casa. Después de 10 años hemos tomado la decisión de estar más cerca de los nuestros y creo que hemos acertado.

Ha sido una experiencia larga y también intensa la de Estados Unidos.

Siempre lo he dicho. Me fui con un contrato para seis meses para volver a engancharme y regresar a España, pero medio año se convirtió en diez, uno tras otro. Conseguimos ganar títulos, coincidí con Raúl o Marcos Senna, viví experiencias increíbles... He disfrutado mucho jugando al fútbol pero además le he dado a mis hijos una educación bilingüe y muy buena. Me fui con 27 y vuelvo con 37. He crecido como persona y he evolucionado he sabido adaptarme a diferentes situaciones y por supuesto he coincidido con gente espectacular. Todo eso te hace mejor.

¿Cómo recuerda aquella llamada para irse?

Fue una decisión difícil. Acabé mi etapa con el Sporting con una pequeña lesión que me hizo parar dos meses. Entonces me costó engancharme en Europa y me sale la opción del Cosmos, que era un club conocido porque allí jugó Pelé. Firmé solo seis meses por la incertidumbre de saber qué me iba a encontrar. Y una vez asentado ahí, tras cinco años, llega la oferta de los Indy Eleven, la acepté y viví otros cinco años espectaculares en Indianápolis.

Y de ahí, sale casi como un ídolo de masas.

Llegué con muchas expectativas. Les habíamos ganado una final [a los Eleven, con el Cosmos] y allí ya me conocían. Durante cinco años me convertí en el jugador con más partidos de la historia del club, me nombraron capitán y me gané el cariño de la gente con buenas actuaciones en el campo. Fue un lugar donde fui feliz, con una afición increíble y una masa social que no hace sino crecer.

¿Cómo era su rutina americana? ¿Muy distinta a la de sus tiempos en la Isla?

No cambian mucho los hábitos aunque sí la cultura. Hacía vida normal, iba a dejar y recoger a los niños al colegio, pasaba unas cinco horas en la ciudad deportiva... Era una vida normal, tranquila y muy familiar.

«Quince años sin jugar en Primera División son demasiados, pero tengo una buena corazonada con este Tenerife»

¿Ha cambiado mucho la vida del futbolista profesional respecto a los tiempos en los que usted empezó siendo canterano del Tenerife?

Ha cambiado todo por completo. Ahora se da mucha más trascendencia a la nutrición, a la preparación física... Los jugadores tienen todo a su disposición, cuentan con profesionales muy capacitados a su alrededor y eso influye en que las carreras se alarguen. Por supuesto también en Tenerife. He ido a la Ciudad Deportiva y para un futbolista parece casi Disneylandia. Me he encontrado algo espectacular. Me fui cuando apenas había gradas, dos campos mal cuidados y unos contáiner para cambiarnos. Lo que han construido es algo inmenso. Se están haciendo las cosas muy bien desde dentro; tan bien, que incluso en la lejanía he sentido conexión con este nuevo Tenerife. Los resultados están ahí. Vas al Heliodoro y es otra cosa. Vas a los pueblos y ves también esa complicidad, esa cercanía. Han conseguido reconectar al tinerfeñismo.

Ha vivido algunos de los más recientes episodios importantes del club a miles de kilómetros de distancia pero ha hecho del Tenerife a sus hijos, nacidos en América.

Es que este club me lo dio todo. Es donde crecí como futbolista y como persona; y eso se lo he inculcado a mis hijos, que son del Tenerife. Es algo que les he hecho sentir. De hecho, el mayor está ahora integrado en la cadena de filiales y ha hecho ya algunos entrenamientos con ellos.

¿Qué le ha dado el fútbol?

Lo importante son los valores. Lo que dejas en el fútbol es el tipo de persona que eres; y eso es lo único que me preocupa como padre. Que mis niños sean buena gente.

¿Qué tal ha empezado su carrera como entrenador?

El último año compaginé un poco una cosa y la otra. Ayudé y colaboré desde el banquillo desde una función muy cercana a los futbolistas. ¿El futuro? Ya se verá, ¿pero por qué no? Quiero prepararme, quiero seguir aprendiendo. Hice una carrera larga como futbolista pero esto es muy diferente, como así pudo comprobar en ese corto margen en Indiana. Ya el tiempo dictará sentencia.

¿Cómo está siendo cambiar el chip? ¿Se hace difícil dejar de pensar como futbolista?

Muchas cosas han cambiado de sitio (ríe). Estamos recién llegados, solo llevo dos semanas en la Isla y hay muchas situaciones y gestiones por solucionar. Pero en mi caso confío adaptarme rápido.

Me hablaba antes de los cambios en Geneto, de la nueva Ciudad Deportiva. Hace poco pudimos verle en ella junto a Mikel Alonso, Cristo o Ricardo. ¿Qué fue lo que más le llamó la atención de la reforma?

Me sorprendió todo, gratamente y para muy bien. Se respira un ambiente de fútbol espectacular, los chicos son unos privilegiados y además están muy cerca del primer equipo.

Justamente pudo verse con Ricardo, que como usted hizo carrera fuera. ¿Era más complicado antes que ahora que emigrasen los futbolistas canarios y se consolidasen fuera?

Se ha abierto la puerta, sí. Pero siempre he pensado que el talento estaba y está. Hay momentos en que no se confiaba en la cantera, en cambio en nuestra etapa sí. Pero tiene mérito salir, antes y ahora. Es un orgullo ver a Pedri, a Omar Mascarell, a Kirian, a muchos futbolistas fuera. Y también dentro.

¿Para cuándo un ascenso del Tenerife? 15 años son demasiados sin estar en Primera.

Muchísimos para un club como el Tenerife, pero esta temporada se están haciendo muchas cosas bien y tengo fe. Me siento muy identificado con la manera de hacer las cosas de la nueva directiva y lo más importante es que la gente está enchufada, dentro y fuera. La Segunda es muy complicada pero se pueden hacer cosas a corto plazo; no hay por qué esperar a años futuros.

Y ha vuelto su amigo Ángel.

Somos muy amigos, no solo él y yo; también nuestras familias. La nuestra es una relación especial. Compartimos mucho cuando fuimos compañeros y hemos mantenido el contacto. Tiene un entorno increíble y le quiero mucho. En su día le dije que iba a vivir algo especial si optaba por el tan ansiado regreso a casa; él estaba convencido y preparado. Sabía que era un reto grande después de diez años en Primera División pero ahí se está viendo el profesional intachable y el goleador increíble que es. Lo está disfrutando y lo va a seguir disfrutando.

Ayoze, en la temporada del ascenso a Primera, en el Heliodoro.

Ayoze, en la temporada del ascenso a Primera, en el Heliodoro. / Efe

«El caso del Girona demuestra lo maravilloso que es el fútbol»

El CD Tenerife subió a Primera con 81 puntos, cifra que ahora parece inalcanzable para el equipo de Asier, que atesora 31 al cierre de la primera vuelta. Pero Ayoze no ve imposible que 2024 sea un año mágico. «Tengo un pálpito, yo creo, y además se está dando la comunión perfecta entre equipo y afición», responde el isleño, quien volverá el 7 de enero a las gradas del Heliodoro para asistir en primera persona a la fiesta del derbi.

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Sería injusto quedarme solo con un penalti. Fueron nueve años en los filiales y seis en el primer equipo. Por supuesto fue bonito marcar en un derbi canario con una anécdota muy bonita por parte de Cristo Marrero, que le hicieron el penalti a él y no fui ni a agradecérselo. Me lo recuerda siempre (ríe). Además estaban mi familia y amigos en la grada. Pero está también el ascenso a Primera y el debut en Primera.

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Siempre estará en mis recuerdos. Mira en la actualidad dónde están. Con un gran fútbol, un gran entrenador. Darán que hablar esta temporada. Su caso demuestra que el fútbol puede llegar a ser maravilloso. Son una sorpresa increíble.