Misa y la eternidad del oro olímpico de París

La portera del Real Madrid, campeona del mundo y de la Liga de las Naciones, busca un triplete de leyenda

La portera canaria María Isabel Rodríguez Rivero 'Misa', en un entrenamiento con la selección española

La portera canaria María Isabel Rodríguez Rivero 'Misa', en un entrenamiento con la selección española / E. D.

Paco Cabrera

María Isabel Rodríguez Rivero ‘Misa’ (Las Palmas de Gran Canaria, 1999) luce un palmarés envidiable y forma parte de la mejor generación de futbolistas del país. Se traza como reto la final de los Juegos (10 de agosto). El 30 de mayo recibe la Medalla de Oro de Canarias.   

ADN para la gloria. ‘M’ de matrimonio con el oro. A la sombra del FC Barcelona -campeón de las últimas cinco ediciones de la Liga F y que el sábado conquistó su décima Copa de la Reina ante la Real Sociedad (8-0) en La Romareda-, la portera canaria Misa Rodríguez (Las Palmas de Gran Canaria, 24 años) es la gran esperanza para activar el cambio de régimen. Sepultar el ciclo dorado del Barça de Aitana Bonmatí y Alexia Putellas y poner al Madrid en órbita. Está en ello y es una obsesionada con la perfección. Sus herramientas: dos guantes y un corazón de acero. 

La galáctica del Real Madrid CF y una de las jugadoras de mayor jerarquía de la Selección Española de los récords, campeona del mundo (2023) y de la Liga de las Naciones (2024), es adicta al sacrificio. Aguarda su momento. En el museo de la guardameta internacional de La Garita hay espacio para más. El tercer oro. Aspira a coronarse en los próximos Juegos Olímpicos de París -del 26 de julio al 11 de agosto-, cuya final se disputa en el Estadio del Parque de Los Príncipes (será el evento que cierre la 33ª edición de la cita de los cinco aros, con 4.400 deportistas, el 10 de agosto). 

El evento olímpico cuenta con más pedigrí y glamour que una Copa del Mundo en el emergente fútbol femenino -Canadá es el actual campeón-. Es caza mayor. El Mundial de Australia y Nueva Zelanda, que pasó a la historia por el polémico capítulo del beso del expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) Luis Rubiales a la delantera Jenni Hermoso -la Fiscalía de la Audiencia Nacional pide 2 años y 6 meses de condena el exejecutivo- cambió la historia. La arquera isleña inició el campeonato de titular y fue relegada al banquillo por el exseleccionador Jorge Vilda. En la final de la Liga de las Naciones, también le tocó quedarse a la sombra. Circunstancias que le han servido de motivación extrema. En las dos últimas contiendas de España, ahora dirigida por Montse Tomé, recuperó su trono ante Bélgica en el Deen Reef Stadium (0-7) y Chequia en El Plantío de Burgos (3-1). Dos pulsos para buscar el billete para la Eurocopa 2025, dos pulsos para poner las cosas en su sitio. Reconocida por el Gobierno de Canarias con la Medalla de Oro, que recibe el 30 de mayo, cuenta con tres subcampeonatos de Liga F con el Real Madrid (20-21, 22-23 y 23-24), así como con la condición de finalista en la Copa de la Reina de la 22-23 ante el Barça. 

Terremoto María Isabel

Premio a la meta menos batida en las dos últimas temporadas de la Liga Profesional de Fútbol Femenino (21-22 y 22-23), se inició como delantera en las escuelitas del CD Yoñé La Garita. De un área a otra. Ángeles Hernández Cabrera Geli, presidenta del club sureño destaca su amor por la pelota, su implicación y constancia. «Siempre supo que llegaría a la élite, amaba los desafíos y le dolió dejar el club de su vida para jugar en el Femarguín. Aquí se inició y se formó, lleva su tierra en el alma. Con cada conquista, presume orgullosa de la bandera de las Islas. Conforma un ejemplo para la cadena».

La presidenta evoca con cariño la figura de la campeona de Europa Sub 19 y subcampeona del mundo Sub 20 con España. «El terremoto María Isabel, nunca paraba. Era la primera en las fiestas, torneos, asaderos, meriendas y jamás se puso límites». Juan Rodríguez, padre de la campeona del mundo en el Estadio de Sídney, recuerda que lo de la portería va en los genes. «Su abuelo era portero y se acuerda mucho de él». Lo del blanco, no tiene remedio. «Es el club de su vida, en su foto de la Primera Comunión ya tenía un balón del Madrid». Rodríguez no olvida las tardes en el Estadio Gran Canaria con Misa vestida de amarillo y alentando a Las Palmas. 

«Tiene un cariño especial a la UD, si estábamos animando en Segunda B, imagínese», aporta. Fefi Rivero es la madre y la fan número uno de esta embajadora isleña por el planeta. No se ha perdido un capítulo del serial leyenda. Una Misa eterna con tres fechas en su agenda. Un 21 de agosto de 2023 conquistó el Mundial y el 29 de febrero de 2024, oro en la Liga de las Naciones en el Estadio de La Cartuja de Sevilla. Falta la final olímpica, el 10 de agosto en el Parque de Los Príncipes. De La Garita a la condición de mejor guardameta del planeta. Cerrar el círculo. 

Con solo 13 años, superó una operación de corazón. El vuelo de una mariposa que liberó su padre en el hospital esconde una historia de enorme carga lírica. De ahí, el tatuaje de un corazón enorme en su brazo de derecho. CD Yoné La Garita, CD Femarguín, Atlético de Madrid, Deportivo y el Madrid. El club blanco, con un presupuesto de nueve millones, trata de congelar la supremacía del Barça, que tiene un informe contable de 18 millones. En las vitrinas del gigante culé, dos Copas de Europa, nueve Ligas, diez Copas y cuatro Supercopas. «Consigue lo que se propone, recuperará la titularidad en la portería de España y quiere convertir a este Madrid en un sello ganador», insisten desde su entorno. 

Emular a Patricia Guerra

Misa se inició en la esfera profesional en un Atlético campeón de Liga Iberdrola (2018) -tenía 19 años-. Desde ese punto fronterizo, pasarela de hitos. Coleccionista de hazañas. Contabiliza 126 partidos con el Madrid y ocho con España. Trece partidos en Liga de Campeones y el estreno con 23 años en un Mundial. Ha seguido los pasos de David Silva o Pedro Rodríguez Ledesma, que se coronaron en el Mundial de Sudáfrica (2010) con Del Bosque. De una estrella a otra. 

Pero Misa piensa a lo grande. Puede emular a la regatista grancanaria de clase 470 Patricia Guerra. Junto a Theresa Zabell, conquistaron la presea de oro en los Juegos de Barcelona 1992. Una remontada histórica, fueron descalificadas en la primera manga, y luego, título olímpico. Cabe reseñar que Guerra, ahora 58 años, también fue campeona del mundo. La misma melodía que busca Misa, la reina de los guantes de oro de La Garita sueña con París. El vuelo de leyenda de una mariposa.