Pinchazo del Tenerife en fase de pruebas

Un Tenerife sin pegada y falto de ritmo, pierde ante el Mensajero en su segundo partido de pretemporada. Ruymán bate a Javi Díaz de falta directa en el 89'.

El CD Tenerife, antes de saltar al campo de la Ciudad Deportiva de Tenerife Javier Pérez

@CDTOficial

Julio Ruiz

Julio Ruiz

Ganar al Marino por 0-1 no fue para sacar pecho, y nadie lo hizo. Perder ante el Mensajero por 0-1 tampoco es para que cunda el pánico. En el terreno de los resultados, es lo que pasó en los dos primeros partidos de preparación del Tenerife. Se enfrentó a dos equipos de inferior categoría, uno de Tercera y otro recién ascendido a Segunda RFEF, y estuvo lejos de demostrar tal diferencia en el campo. A ratos, como mucho, sobre todo el miércoles. Pero ya se sabe, esta es una época de acumulación de cargas de trabajo, de piernas pesadas, de falta de velocidad y de coordinación... También para el Marino y el Mensajero, que llevaban muy pocos entrenamientos y coincidieron en intentar crearle problemas al conjunto de Asier Garitano con líneas defensivas de cinco jugadores. Si bien el dominio fue claro a favor de los profesionales en los dos casos, sí llamó la atención lo mucho que le costó al Tenerife generar ocasiones de gol, principalmente en el test con el Mensajero, un encuentro en el que el viento que sopló en la Ciudad Deportiva fue el principal enemigo de todos los futbolistas. Ode casi todos, porque Ruymán lo supo aprovechar para darle potencia y curva al lanzamiento de falta con el que se produjo el único gol. Los blanquiazules apenas tuvieron tiempo para evitar este pinchazo en fase de pruebas.

Como en el Antonio Domínguez, Garitano puso en escena dos alineaciones diferentes, una en cada parte, e insistió con el sistema 4-2-3-1. Empezó con Soriano; Mellot, Amo, Loic Williams, Medrano; Sergio González, Javi Alonso; Waldo, Roberto López, Elady;y Ángel. De este once, un par de apuntes, la continuidad de Loic en otra formación inicial y la presencia de Sergio en el centro del campo –no cuentan ni Jurado ni Larrea–. Tras el descanso salieron al campo 2 de la Ciudad Deportiva Javi Díaz; Buñuel, Sipcic, José León, Nacho; Aitor Sanz, Corredera; Teto, Dylan, Dauda;y Gallego. A diferencia de la visita al Marino, Teto actuó esta vez como interior derecho y no como enganche con el delantero.

Son matices que va introduciendo Garitano dentro de una idea que incluye otras particularidades, como la función de los laterales en fase ofensiva. No siempre se encargan de hacer ancho el campo, como con Ramis. Ahora tienen la libertad de mezclarse por dentro, según el momento. De una manera o de otra, el Tenerife no fue un rodillo en ataque.El test evaluó esta faceta del juego por encima de otras, porque en defensa apenas se vio exigido, salvo en un par de saques de esquina y en la aislada falta que terminó en el único gol.

Por poner un ejemplo, si se toma como referencia el papel de los dos blanquiazules más avanzados, Ángel primero y Enric Gallego después, salta a la vista que queda mucho camino por recorrer, dado que casi no intervinieron, no recibieron ningún balón en ventaja. Solo Ángel en el primer tiempo tras un pase de Sergio González que le permitió protagonizar un ajustado mano a mano con Padilla resuelto a favor del portero (27’).

Las ocasiones en el primer tiempo llegaron más por acumulación y por destellos individuales que por otras variantes:una volea de Waldo en el primer minuto, otra de Roberto López (14’) tras una genial acción de Waldo, una falta lanzada por Roberto López (40’)... Mientras tanto, Juan Soriano seguía el juego de lejos, como un espectador en un partido a puerta cerrada. Porque el renovado Mensajero le puso ganas, pero no acertó a conectar con jugadores como el brasileño Edu Salles. Bastante tenía con mantenerse ordenado atrás.

La tendencia se alteró después del intermedio, y no tanto por los cambios en las dos alineaciones, sino porque el equipo de Josu Uribe aplicó, por fases, una presión más adelantada y le dificultó aún más la elaboración a un Tenerife falto de precisión y frescura, algo normal a estas alturas del verano. De este modo, el balón no rodó siempre por el terreno rojinegro y el duelo pasó a ser más igualado. Con ello llegaron los primeros avisos palmeros, uno de Cristian Toboso, a un paso de marcar (57’), otro de Ruymán (58’), un intento de Diallo (61’), el siguiente de Misffut (63’)... Del Tenerife, más bien poco en ataque. Algo de Nacho en conducción y aperturas, y remates con escasa puntería de Enric Gallego (47’), Buñuel (59’) y Teto (81’).

Al partido se le iba poniendo cara de 0-0 hasta que el Mensajero le sacó el máximo provecho a una falta de Aitor Sanz a unos 10 metros de la frontal del área, a medio camino entre la banda y la parte central del campo. Ruymán superó sin dificultad la minibarrera formada por Teto –los blanquiazules esperaban un centro y no un chut directo– y el balón se coló en la portería después de dibujar un arco en el aire imposible para Javi Díaz.

Con muy poco margen para evitar la derrota, Mo Dauda se lanzó a por el empate con una arrancada por la izquierda. Avanzó y salvó al portero, pero Ruymán apareció para cortar la trayectoria del balón.

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