La importancia de firmar a Ángel

La construcción del proyecto deportivo 2023/24 depende en buena medida de la decisión que adopte en las próximas horas Ángel Luis Rodríguez Díaz (La Laguna, 1987), objetivo número uno del Tenerife para reforzar el plantel que dirigirá desde el banquillo Asier Garitano, quien aterriza en la Isla este fin de semana. El club ha establecido dos planes de acción para el venidero curso: el primero contempla la respuesta afirmativa del ariete a la propuesta blanquiazul y le ubicaría como el jugador mejor pagado del plantel; y el segundo, ante la orfandad de futbolistas de su nivel para la delantera, pasa por traer un delantero centro menos contrastado e incrementar la inversión en futbolistas de otras demarcaciones que también requieren de una reforma.

Al contrario de lo que equivocadamente se ha informado desde la Península, la operación Ángel no está cerrada en estos momentos. Lo que sí ha habido hasta ahora es una cumbre en Palma de Mallorca con representación de la propiedad del club (José Miguel Garrido) y del consejo de administración (Juan Guerrero), así como de dos personas de la agencia que trabaja para el nueve isleño. A continuación hubo una primera propuesta formal, que remitió Mauro Pérez, director deportivo; y más recientemente una actualización de la oferta, una vez ya el club tiene la certidumbre de que LaLiga le permitirá fijar al menos el mismo techo de gasto (10,056 millones de euros) que el establecido para el curso anterior.

La última propuesta por Ángel contempla dos años fijos y uno tercero opcional, que se activaría automáticamente si el tinerfeño jugase al menos 15 partidos oficiales (con un mínimo de 45 minutos) a lo largo del curso 2024/25. Hay más certidumbres. Si finalmente accediera a volver, sería perdonando ofertas mucho más potentes. El Tenerife asume que no puede llegar a las cifras que manejan otros equipos de la competición con mayores topes salariales, de ahí que base su estrategia en ofertarle a Rodríguez un contrato de mayor duración, con la posibilidad de quedarse luego en la institución como hicieron Suso o su amigo Ricardo León, que ha formado parte de la comisión negociadora por su buena relación con Ángel, forjada cuando ambos subieron a la vez al primer equipo por decisión de David Amaral.

A la comisión deportiva blanquiazul le habría gustado tener ya amarrado este fichaje –o al menos contar con un principio de acuerdo cerrado– porque es ahora cuando el mercado se complica. Es así por la súbita aparición de los recién descendidos, todos ellos con la bonificación que LaLiga otorga a los que caen desde Primera; y con urgencias coincidentes: quieren un artillero que les garantice rendimiento inmediato.

Que a sus 36 años este futbolista sea objeto de deseo por parte de tantos equipos de la competición obedece a los acreditados registros de alta fiabilidad que ha ofrecido en casi todas sus etapas en Segunda División. Además, viene de la máxima categoría y de demostrar en el último partido que sigue conservando su olfato para el acierto. Varios medios peninsulares apuntan el interés real del Espanyol, ávido de apuntalar su parcela ofensiva; en Elche se habla también de su regreso, porque en el Martínez Valero cuajó temporadas muy notables; y más recientemente se le ha asociado al Real Valladolid, cuyos arietes se fugan tras el descenso a Segunda.

Ángel ha decidido tomarse unos días de reflexión para tomar una determinación definitiva junto a su familia antes de iniciar sus vacaciones veraniegas en el extranjero. En el Tenerife mantienen un moderado optimismo y no han percibido rechazo, más bien al contrario, en el afán del delantero isleño por conocer en profundidad el proyecto y las intenciones del nuevo consejo de administración.

Larrea y José Ángel son piezas prescindibles en el plan 23/24 del CD Tenerife

Llegados a este punto, Rodríguez deberá decidirse entre las propuestas (numerosas) de LaLiga, de momento todas de Segunda División; o decantarse por dar un salto al extranjero, reto aún pendiente en su trayectoria deportiva y que en su momento aplazó cuando era delantero del Getafe y le apareció una muy suculenta propuesta del fútbol chino. Por su amigo Ayoze García conoce las bondades de irse a Estados Unidos; y por otros compañeros de etapas más recientes sabe de la pujanza económica de los campeonatos catarí o árabe, ambos afanados en reclutar delanteros de España.

El plazo se agota

Como ya ocurrió en otras negociaciones abiertas este verano, el Tenerife se ha marcado una fecha límite que está muy próxima en el calendario. Además, el club ha recurrido a una última baza: la llamada del presidente de la institución, Paulino Rivero, quien ha explicado en profundidad los pormenores del proyecto y la intención del club, que pasa por aterrizar en Primera en el marco de los próximos cuatro ejercicios.

Rodríguez Díaz, formado en la cantera del Tenerife, debutó de la mano de Amaral y lo hizo con una extraordinaria facilidad para el gol, cualidad que ya había demostrado desde sus primeros años como futbolista y a lo largo de su trayectoria en los filiales blanquiazules, donde siempre fue un adelantado a su tiempo. Ha jugado para clubes tan dispares como Eibar, Osasuna, Elche o Getafe, de donde salió con un sitio de oro en la galería de los héroes de aquel club, como segundo máximo goleador de su historia. Pronto decidirá si vuelve a casa.

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