Liberado un edificio en Tenerife de 43 viviendas: algunos ‘okupas’ tenían Mercedes y Audis y ofrecían la casa como vivienda vacacional

La liberación de un edificio de 43 pisos en Tijoco Bajo, en el municipio tinerfeño de Adeje, ha destapado un grave problema relacionado con la crisis de la vivienda que sufre Canarias: las prácticas irregulares de las mafias de la okupación.

El portavoz de la empresa que ha alcanzado en menos de 30 días un acuerdo con todas las personas que tomaron de forma ilegal estas casas, algunas hace más de 10 años, lo relata: entre los okupas había quienes iban en coches de alta gama -Mercedes, Audis-, otro tenía tres motos y algunos obtenían beneficios con a través del alquiler vacacional. Además, una parte significativa de las casas okupadas eran gestionadas por grupos organizados que llegaban a pedir 450 euros por el alquiler.

El equipo que liberó 43 viviendas 'okupadas' de Tenerife, en acción: así es su trabajo

La empresa dedicada en Canarias a liberar casas okupadas y entregarlas a sus legítimos propietarios ya reparadas se llama Ezproperty Solutions. Fue creada en Fuerteventura pero ya trabaja en todas las Islas. En su perfil de Instagram han colgado un vídeo donde aparece el personal que ha participado en esta operación de Tijoco Bajo en las azoteas y momentos de la recuperación y reparación de las viviendas.

Su gerente es Roberto Pérez. Explica que "en menos de un mes hemos logrado a través de la negociación convencer a las personas que ocupaban estas casas de Tijoco Bajo de que tenían que marcharse porque sencillamente no eran suyas". "Hubo alguno que nos amenazó, uno de ellos con un cuchillo. No había ningún canario entre el centenar de personas que vivían allí de forma irregular. De hecho, entregamos la documentación para que abandonaran las viviendas en cinco idiomas diferentes", matiza el portavoz de Ezproperty Solutions.

También asegura que algunas de las personas que tomaron esas viviendas aparentaban tener un ritmo alto de vida, impropio de una persona que okupa por necesidad. "Había en los garajes coches de alta gama y motos de gran cilindrada, y algunos obtenían beneficios ofreciendo los pisos como alquiler vacacional. Un ruso, por ejemplo, tenía cuatro de esas casas que ofrecía para el turismo", explica, para detallar: "En una decena de casos sí se trataba de personas vulnerables, con pocos recursos, algunas con menores a su cargo. Les hemos ofrecido opciones habitacionales. Nos preocupan especialmente los casos en los que hay niños".

Pérez quiere enfatizar que no son exactamente una empresa de desokupación. "Devolvemos viviendas a sus legítimos propietarios siempre a través de la negociación y nos encargamos de entregarlas en el mejor estado posible", subraya.

No es el primer edificio completo que liberan. La lista empieza a ser larga tras 15 años de experiencia en el sector inmobiliario: un inmueble de 44 viviendas en Tarajalejo (Fuerteventura), otra de 22 en Playa del Inglés (Gran Canaria), otro de 17 en San Isidro (Granadilla, Tenerife) y otros con menos casas por toda la geografía canaria.

Este de Tojoco Bajo, en Adeje, fue comprado todavía con los okupas dentro, en julio del año pasado, por parte de unos inversores.

"Una vez que nos demostraron que habían completado la compra, nos contrataron y ahora van a recibir el edificio ya reparado y listo para entrar en el mercado legal", detalla Roberto Pérez.

Son los mismos inversores que han comprado otro edificio 'okupado' en el sur de Tenerife, en concreto uno de 16 pisos en San Isidro, en el municipio de Granadilla de Abona. Es uno de los nuevos encargos de Ezproperty Solutions, una empresa que ya tiene a 19 empleados.

El problema de la 'okupación' está afectando de forma especial a los municipios más turísticos de Tenerife. Sin ir más lejos, ahí está el caso de las 210 personas que componen las 90 familias que ocupaban las 44 viviendas del edificio Chasna, en Costa del Silencio (Arona), y que fueron desalojadas el pasado 12 de marzo por decisión del Juzgado de Primera Instancia número 3 de Arona. En este caso, la mayoría de las personas se encuentran en situación de vulnerabilidad.

El inmueble, que ocupa los números 8 y 10 de la calle Chasna, está afectado por debilidad estructural (aluminosis) y riesgo de desplome, según consta en los informes que emitió la Oficina Municipal de Urbanismo en el año 2021.

Dos meses después, algunas de estas familias siguen viviendo en los alrededores del edificio de Arona, en espera de una alternativa habitacional. Alegan que es imposible encontrar una vivienda a un precio asequible para el alquiler, en un mercado inmobiliario en el que cada vez escasean más las opciones de alquiler y los precios se encuentran por las nubes.

Este tipo de empresas son cada vez más contratadas por los canarios para recuperar sus viviendas ante los continuos retrasos a través de los cauces reglamentarios para lograrlo.