18 millones para las primeras obras del plan de Tenerife contra la sequía

El Consejo de gobierno del Cabildo de Tenerife aprobó ayer las primeras inversiones para la lucha contra la sequía tras la declaración de la emergencia hídrica en la Isla aprobada el pasado viernes por el pleno y ratificada esta semana por la Junta del Consejo Insular de Aguas (CIATF). Son 18 millones de euros para obras de infraestructura destinadas al propio CIATF y a Balsas de Tenerife (Balten), entidades dependientes de la Corporación insular e implicadas en el ciclo del agua y su gestión.

El visto bueno del órgano ejecutivo del Cabildo queda desglosado en una partida de 10,5 millones de euros para el Consejo Insular de Aguas y otros 7,5 millones para Balsas de Tenerife (Balten).

La inversión del Consejo Insular de Aguas estará destinada para las Estaciones Desaladoras de Agua de Mar (EDAM) portátiles de Valle de Güímar, Mesa del Mar, Valle Guerra, Abona y Fonsalía y la tubería de conexión de la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR) Los Letrados.

Por su parte, la inyección económica en Balten servirá para realizar mejoras en diversas infraestructuras ubicadas en El Chorrillo, EDAR Oeste, Güímar, Guía de Isora y La Orotava.

Acuerdo

El pleno insular acordó el pasado viernes 1 impulsar un total de 34 actuaciones por la vía de emergencia para mitigar los efectos de la sequía extrema en el campo tinerfeño. Por unanimidad, se aprobó instar al Consejo Insular de Aguas, como órgano competente, a la tramitación de declaración de la emergencia hídrica con el objetivo de acelerar los trámites administrativos necesarios para afrontar las obras planteadas. Las 34 actuaciones de emergencia planteadas persiguen garantizar, de cara a la llegada de los meses más cálidos, el caudal necesario para la sostenibilidad de la producción agrícola y preservar plenamente los usos sanitarios y domésticos. El acuerdo incluye la creación de la Mesa Insular de la Sequía, conformada por representantes de todos los partidos políticos con representación en la corporación insular, así como integrantes del sector primario y de las administraciones. Asimismo, el pleno del Cabildo de Tenerife adquirió el compromiso de establecer un mecanismo de coordinación técnico administrativo, que facilite el desarrollo de todas las actuaciones necesarias.

Campañas

El acuerdo plenario contempla el impulso, por parte del Consejo Insular de Aguas y de la consejería de Sector Primario del Cabildo, de campañas dirigidas a la población con el fin de sensibilizar sobre la importancia de utilizar de una manera responsable y eficiente el consumo de agua. Todo ello después de que dos de los 31 ayuntamientos de la Isla, Fasnia y Arico, decretaran algunas restricciones tras comprobar e estado de sus reservas.

Consejo

La Junta del Consejo Insular de Aguas ratificó este martes la declaración. La presidenta del Cabildo, Rosa Dávila, la calificó como elemento para «forjar una alianza fundamental con el sector primario». El agrario proporciona 10.000 empleos directos y Dávila entiende que «necesitamos dar respuesta a la carencia de agua que tiene en la actualidad».

La presidenta de la Corporación insular valoraba que la declaración de emergencia hídrica «nos permite darle la entidad de la emergencia a cinco obras fundamentales». Tienen que ver con las desaladoras portátiles que se van a instalar para mejorar la calidad del agua, igual que las desalinizadoras que trabajan con el agua ya tratada y, subrayó Dávila, «llevarla a la zona de medianías y altas. Lo que no podemos hacer es mirar hacia otro lado».

Datos

«Tenemos veranos muy largos, inviernos secos, la pluviometría ha caído en un gran porcentaje con respecto al año pasado y había que tomar una decisión difícil y valiente». Lo resumía la presidenta insular antes de concluir: «Si queremos salvar el verano y las cosechas, teníamos que tomar esta decisión». La Agencia Estatal de Meterología (AEMET) en Canarias dio a conocer ayer los datos de febrero y le dan la razón. Como ya ocurrió en diciembre y en enero es el tercer mes más cálido y con menos precipitaciones en Tenerife de toda la serie histórica que comenzó en 1961. La pluviometría media fue de 11,5 milímetros, apenas un 22% de lo normal, lo cual supone un déficit del 78%. Fue el 12º más seco de la serie. Pero el cálculo más fiable es el del acumulado del año hidrológico (octubre 2023-septiembre 2024) y ahí la categoría pasa a ser muy seco con 122,3 milímetros, un 43% de total y el cuarto peor en esos 63 años. El panorama es similar en todo el invierno 2023-2024. Tomando como referencia el mencionado año hidrológico, en el último mes del año pasado (muy seco) la pluviometría llegó a 102,8 milímetros, el 56%, y fue el undécimo más seco de la historia. El balance de enero, aún peor con solo el 46% de lluvias, 120,8 milímetros, y el quinto en el ranquin.

Experto

El diciembre más seco, el enero más seco y el febrero más seco sólo pueden traducirse en el invierno más seco desde el punto de referencia que es 1961. Así lo resume David Suárez, delegado en Canarias de la Aemet. Vara «un febrero seco con apenas el 23% de la lluvia esperada en Canarias, y un 22% en Tenerife». Solo hubo dos episodios puntuales con entre 30 y 50 milímetros por metro cuadrado en el Nordeste de la Isla, la única zona con un comportamiento «normal» para la época del año sin que fueran precipitaciones importantes. En el resto de la Isla, «prácticamente nulas». En la referencia al año hidrológico fue el cuarto mes más seco de la serie histórica con apenas el 40% de la lluvias calculadas. En resumen, «un invierno. a nivel general. entre seco y muy seco». A esto hay que unir temperaturas superiores a 30 grados de media, tres por encima de lo normal, y hasta 30 noches tropicales en el Archipiélago, aunque Tenerife solo acumuló dos, registradas por las estaciones de Santa Cruz y Anaga. Un dato: la última nevada en el Teide fue el 19 de febrero... de 2023.

Previsiones

Suárez valora que «el trimestre de marzo, abril y mayo no hace presumir lluvias por encima de lo normal en primavera». Añade que «el invierno meteorológico ya terminó y las precipitaciones que se produzcan entrarán en el siguiente periodo del año». La esperanza, apunta, «son las dos próximas semanas de marzo donde se observa la posibilidad de lluvias, peor nunca más allá de la normalidad estacional».