Opinión

Recordando la marcha verde

Árboles en el desierto del Sáhara.

Árboles en el desierto del Sáhara. / Pixabay

En noviembre de 1975, mientras el general Franco moría en Madrid, el rey de Marruecos, Hassan II y el jefe de estado español en funciones, el príncipe Juan Carlos I de Borbón, negociaban con el secretario de estado de los Estados Unidos de América, Henry Kissinger, la operación Sahara Occidental. Y si no llegaban a un acuerdo los gobiernos de España y Marruecos habría invasión de la provincia española numero 53 por parte de los marroquíes y sus amigos satélites, mediante la Marcha Verde con decenas de miles de ellos. Mientras, los saharauis, algunos de ellos nacionalizados españoles, estaban muy preocupados por el futuro de sus gentes y deciden muchos de ellos rebelarse contra los españoles, marroquíes y mauritanos, y constituyen políticamente el Frente Polisario.

Lo cierto fue que España decide regalar el territorio del Sahara Occidental a Marruecos y a Mauritania con la tolerancia de los Estados Unidos de América en un acto político que Madrid nunca inscribió en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Entonces el gobierno español adoptó una decisión de gran envergadura respecto a una de sus provincias africanas sin el consentimiento de la ONU. Fue denominada el Acuerdo Tripartito de Madrid, sin base jurídica alguna por el gobierno español hasta el punto que el mismísimo príncipe, Juan Carlos de Borbón, se desplazó a El Aiun para convencer a los militares españoles, jefes, oficiales y legionarios de que no se disparase ni un solo tiro contra los marroquíes que invadieron el territorio saharaui por el norte.

Una vez que se retiraron por el sur del Sahara los militares españoles, sus familias y algunos empresarios, los legionarios son enviados a la isla canaria de Fuerteventura, donde se asientan en cuarteles. Los saharauis no se callan ni se quedan quietos, y en febrero de 1976 crean en Argelia la RASD, la República Árabe Democrática Saharaui. Y así hasta la fecha de hoy. Desgraciadamente muchos saharauis se vieron obligados a participar en la guerra con Marruecos, que construyó un muro de unos tres mil kilómetros y ocupó territorio saharaui con minas. Conocieron la retirada de Mauritania y miles de ellos se refugiaron en cuatro campamentos repartidos por el desierto del Sahara en tierras cedidas por el gobierno de Argelia en Tinduf. Es una zona donde tuve la posibilidad de estar y conocerla como diputado europeo en 2001 para informar de su situación al Parlamento Europeo como miembro del grupo del Sahara. Me sirvió para solicitar del Consejo de Ministros europeo la posición de la UE respecto al caso del Sáhara, lo que supuso un problema en esas fechas entre el embajador de Bélgica y el de Francia que fue resaltado en El País por el periodista español Ignacio Cembrero, quien tuvo bastantes problemas con el reino marroquí.

En estos primeros días del mes de noviembre hemos conocido artículos de prensa entre los cuales destaco al embajador español en Marruecos, J. Descallar, cuando recuerda el giro del presidente Sánchez a la hora del cambio de opinión en el conflicto del Sahara que no se molesta en explicar a la ciudadanía.

También que Naciones Unidas prorroga un año más el mandato de la Minurso hasta octubre de 2024 y el Consejo de Seguridad le da especial relevancia a Argelia e incluye a España como mediador entre otros países junto a Estados Unidos, Francia, Rusia y Reino Unido a pesar de conocer los rechazos de Marruecos a las ayudas de USA y Francia cuando los terremotos en la devastación veraniega en el sur de su país. En el Consejo de Seguridad de la ONU no se habla ni de referéndum ni de autonomía, solo se habla de reanudar las negociaciones bajo los auspicios del secretario general con miras de lograr «una solución política, justa, duradera y mutuamente aceptable» aunque el Frente Polisario sigue exigiendo la independencia del territorio saharaui. Lo que sí está claro es que la ONU está urgiendo a Marruecos y al Polisario a que den una solución «realista» al caso del Sahara.

La verdad es que la situación mundial deja mucho que desear conociendo últimamente los conflictos bélicos que están afectando a Ucrania y Rusia y ahora a Israel y Palestina, donde Marruecos está viviendo los incómodos equilibrios ante la guerra entre Israel y Hamas. Sin embargo también las fechas actuales han servido para que Mohamed VI, rey de Marruecos, se explaye durante ocho minutos en la televisión alauita y recordara la fecha de la Marcha Verde en noviembre de 1975, o sea, hace 48 años, además de dar a conocer las defensas que hizo de Marruecos en el caso del Sahara. Habló de una posición más fuerte y con más apoyos a la hora de resolver lo que entiende como conflicto artificial donde no faltaron referencias a dotar de servicios e infraestructuras fundamentales para su desarrollo económico y tampoco el gasoducto entre Marruecos y Nigeria, así como el abastecimiento energético para Europa además de crear flota pesquera, la búsqueda de recursos en la zona marítima, el turismo y la desalinización del agua del mar para fines agrícolas. ¡Todo un rey!

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