El Tenerife cumple en Santiago y sigue adelante en la Copa

El equipo blanquiazul, mejor en la primera parte que en la segunda, se clasifica para la segunda eliminatoria gracias a un gol de Ángel Rodríguez en el minuto 9 (0-1)

Julio Ruiz

Julio Ruiz

El CD Tenerife cumplió con su pase a la segunda ronda de la Copa del Rey (0-1). Estará en el sorteo del próximo martes. No dejó margen a la sorpresa en la eliminatoria contra un rival de inferior categoría, un Compostela situado en la mitad de la tabla del grupo I de Segunda RFEF. Sin alardes, llevó el control de principio a fin en un primer tiempo en el que anotó el único tanto, gracias a un remate de cabeza de Ángel (9’), y sobrevivió en una segunda mitad en la que el conjunto local apretó y llegó a pedir un tanto por un balón que sacó Nacho sobre la línea.

Los blanquiazules, esta vez de rosa, evitaron el mal rato de ser uno de esos favoritos que se quedan pronto fuera del torneo del KO. La novedosa combinación de jugadores en la alineación no fue un inconveniente para que el Tenerife hiciera lo que se esperaba en San Lázaro, al menos en cuanto al desenlace. Tal como se suponía, Asier Garitano diseñó un once inédito. Debutó Tomeu Nadal, tuvieron minutos después de un tiempo Aitor Sanz y Elady, recibieron una oportunidad los canteranos Pablo Hernández y Alassan... Además, el técnico despejó la duda del acompañante de José Amo en el centro de la defensa con un futbolista que no es un especialista en esa función, Yann Bodiger. En teoría, esa elección no tenía por qué ser tan arriesgada. El mediocentro se las arregló en esa demarcación.

La puesta en escena no hizo presagiar un posible batacazo del Tenerife. El Compostela, replegado en su campo con un 5-3-2, le dejó la iniciativa a un rival que asumió ese rol sin ningún problema para ir amasando su triunfo. Aunque fueron los gallegos los primeros en asomarse al área, tras una buena maniobra y un remate de Parapar que neutralizó Tomeu, el balón estuvo casi siempre en las botas de los jugadores visitantes. Sin prisa pero sin pausa y sabiendo que no es su fuerte, el Tenerife se armó de paciencia para tratar de elaborar en estático. El Compostela se esforzaba por no dejar espacios ni permitir que su oponente rompiera en velocidad. Un centro en profundidad de Aitor a Ángel marcó el camino, así como la alternativa de la apertura a las bandas, a Alassan y Elady. Sin apenas generar peligro, el Tenerife tuvo la suerte o la habilidad de adelantarse. Elady buscó un hueco por el costado izquierdo para meter un centro al área que cazó por alto Ángel, ganándole la partida a un central más alto. El tempranero tanto facilitó mucho las cosas para un Tenerife que ya se había acomodado en un escenario ideal.

De ahí en adelante, el equipo de Garitano avanzó hacia el descanso sin agobios. Solo por un fallo de entrega de Mellot o alguna acción aislada a balón parado. Pero poco más. El Compostela prefirió no desprotegerse para evitar encajar más goles. Dadas las circunstancias, le convenía seguir dentro de la eliminatoria hasta el final, tener opciones de, al menos, forzar la prórroga.

El Tenerife tampoco aumentó el ritmo. Tenía la posesión y el resultado a su favor. Le valía con continuar así, con ser práctico y no conceder nada. Todo eso, mirando de vez en cuando la portería contraria, como cuando Ángel, protagonista absoluto en la producción ofensiva, estuvo a punto de provocar un autogol de Kike a la media hora de juego. En realidad, no pasó mucho más de camino al intermedio. Quedaba toda la segunda parte para sellar el pase.

Y ahí fue cuando el encuentro se animó. Se pareció a una eliminatoria de Copa. El Compostela regresó del vestuario dispuesto a dar un paso al frente, a poner algo más para no despedirse de la competición. Tenía poco que perder. Esta actitud coincidió con una salida fría del Tenerife. Enseguida, el conjunto de Míchel Alonso se encargó de avisar que el duelo no estaba resuelto. Lo hizo con una clarísima ocasión doble de la que los blanquiazules salieron sin daños por muy poco. Tomeu despejó un remate limpio de Matos, pero el balón siguió su trayectoria hacia la portería.Ahí apareció Nacho para rechazar sobre la línea en dos tiempos. El Compostela reclamó que la pelota sí había entrado. Pero no hubo manera de comprobarlo. En esta fase de la Copa no se utiliza la herramienta del VAR.

Con el susto en el cuerpo, esa misma jugada continuó con otro remate bien dirigido de Beltrán que sacó José Amo. Una sacudida en un partido que había tenido la pinta de ser cómodo para los tinerfeños. En realidad, fue una advertencia de lo que estaba por venir. Porque el Tenerife dejó de tener la sensación de control del primer tiempo y sufrió para mantener su mínima renta. Por contra, el Compostela comprendió que había entrado en el camino correcto y perseveró, esta vez con más descaro, con más alternativas, sin las precauciones anteriores. Los gallegos se aferraron a cualquier debilidad de un Tenerife al que le empezó a sobrar la segunda mitad. Por ejemplo, volcaron su juego en la banda defendida por Nacho. Desde ese lugar, Caballé metió un centro que pilló Pablo Antas (54’) sin la puntería necesaria. En apenas un rato, el Compostela había empezado a creer en igualar el partido y clasificarse. Entretanto, el Tenerife se mostraba fallón y discontinuo, había perdido la fiabilidad del tramo inicial.

Pero supo resistir en ese giro de guion. Tiró de oficio y de su contrastada capacidad de sufrimiento, respiró aliviado ante la falta de calidad de su oponente en los metros finales y se fue armando mientras el cronómetro corría a su favor. Aunque en esos momentos pareció estar más cercano el 1-1 que el 0-2, el equipo de Garitano pudo estirarse de vez en cuando, casi siempre con Ángel como ejecutor. El lagunero protagonizó los cuatro primeros remates blanquiazules de la segunda parte, ninguno realmente inquietante para el portero Borja Rey.

A todo esto, Garitano fue moviendo piezas. A la hora de juego, refrescó la defensa con Buñuel y Löic Williams por Mellot y Bodiger. Puede que lo hiciera pensando también en la visita liguera de este sábado al Real Valladolid.

Un poco más tarde, insistió en esa zona del campo con el debut del grancanario Isaac Hernández por Nacho. Un lateral por otro. Y ya en la recta final, terminó de retocar la alineación con Jesús y Sergio por Alassan y Elady. Cualquier ayuda podía venir bien para enfriar una eliminatoria que escondía el peligro de no estar cerrada.

Precisamente, ese escaso margen invitó al Compostela a no rendirse. De hecho, el conjunto santiagués llegó a acercarse a la igualada con una volea de Jordan (83’).

Poco a poco, los agobios fueron pasando para un Tenerife que hizo lo que debía, seguir adelante en la Copa y salir de San Lázaro sin cargas añadidas a modo de lesiones. Porque la temporada no da treguas y el sábado vuelve a situar al equipo en la alta exigencia de la Liga. Casi da igual si gustó más o menos ante el Compostela. Ganó y estará en la siguiente ronda.