Adiós a las toallas acartonadas: este es el truco definitivo para que queden como nuevas

No hay nada más horrible que salir de la ducha y secarse el cuerpo con una toalla acartonada y que raspa la piel. ¿Por qué ocurre esto? La toalla es una de las prendas del hogar que más se usan y, por tanto, que más se lavan. Esto provoca que las toallas se vayan deteriorando, adquiriendo rigidez y que se vuelvan más ásperas. Como cualquier otro tejido, este requiere una serie de cuidados para que la felpa se mantenga suave y esponjosa durante más tiempo.

Truco definitivo para eliminar el mal olor de la ropa de deporte y que quede como nueva

Lo primero que hay que tener en cuenta para alargar la vida útil de las toallas es que hay que dejar que se sequen antes de ponerlas en el cesto de la ropa sucia. Los fabricantes también recomiendan lavarlas una vez por semana y tenderlas en cuanto termine la lavadora para evitar que cojan mal olor.

Estos son los consejos que hay que seguir para decirle adiós a las toallas acartonadas:

• Por separado: las toallas se tienen que lavar por separado del resto de la colada. De esta manera, se evita que las pelusas de las toallas se transfieran a otras prendas.
• Limitar el número de toallas: hay que evitar llenar el tambor de la lavadora para que las toallas se puedan lavar bien.
• Jabón líquido: el jabón líquido se disuelve mucho mejor que el jabón en polvo.
• Cantidad justa de detergente: hay que poner la cantidad de detergente que recomienda el fabricante. En este caso, echar más detergente no implicará que las toallas queden más limpias, puede tener el efecto contrario al dejar residuos en los tejidos.
• Prescindir del suavizante: el suavizante crea una capa sobre las fibras de la toalla que bloquea su capacidad absorbente. Además, el uso del suavizante provoca que, con el tiempo, aparezcan los malos olores.
• Vinagre: el mejor sustituto del suavizante es el vinagre
• Temperatura: lo primero que hay que hacer a la hora de lavar una toalla es mirar su composición, pues no se lavará igual una toalla de algodón que otra fabricada con fibras sintéticas. Las toallas de algodón se lavan a 40 grados, mientras que las que tengan fibras sintéticas no pueden superar los 30 grados.
• Secado: si se tienden al aire libre es preferible colgarlas a la sombra y evitar que les dé el sol directamente. Otra opción es secarlas en la secadora, saldrán como nuevas.