Sin perder el norte

El paraíso azul en Tenerife

Dos fotógrafos isleños, Eduardo Acevedo y Francis Pérez, describen las maravillas que oculta el mar en el norte de la Isla

El paraíso azul en el norte de Tenerife

El paraíso azul en el norte de Tenerife / Eduardo Acevedo

Marta Casanova

No imagino vivir lejos del mar. Es la batería que recarga las pilas de quienes vivimos cerca del agua y la gasolina que llena de vida esos depósitos muchas veces en reserva. A pesar de ello, me reconozco diminuta ante tal inmensidad y un tanto ignorante sobre los tesoros que esconde. Hace un par de semanas escribía en esta misma sección sobre Rojas, un lugar concreto de la costa norte de Tenerife en cuyas aguas descansan los restos de un avión que realizó un amerizaje de emergencia allá por los años 60. Este hecho que desconocía me lleva en esta ocasión a profundizar en el paisaje de nuestra costa de la mano de quienes sí tienen la fortuna de sumergirse y explorar la riqueza natural del océano.

Eduardo Acevedo lleva casi 30 años buceando por este gran azul mostrando al mundo, a través de su objetivo, esa otra vida bajo el mar. Fiel seguidor desde muy joven de los documentales de Cousteau, no recuerda haber estado nunca lejos del agua. Con gafas y aletas solía pasar horas descubriendo ese nuevo mundo. De sus inicios con la pesca submarina pasó a interesarse por la fotografía. Es una afición que no ha dejado de sorprenderle y que le ha llevado a cosechar importantes éxitos en certámenes internacionales. «Los premios obtenidos en concursos por todo el mundo se han traducido en oportunidades para seguir viajando», nos confiesa.

El paraíso azul en Tenerife

El paraíso azul en Tenerife / Francis Pérez

Eduardo conoce las aguas de los cinco continentes. Galápagos, islas del Pacífico, Australia, Filipinas… Son algunos lugares que ha visitado con su cámara. A la hora de elegir uno de ellos, sin duda se queda con la costa de nuestras Islas. «Me encanta sobre todo a nivel pelágico. Al no tener muchos nutrientes, se trata de un agua muy clara con una visibilidad de 50-60 metros, situación que no encontramos en otros lugares. Aquí, aunque parezca mentira, podemos ver tiburones azules y tiburones maco. He tenido la oportunidad de fotografiarlos y nadar junto a más de siete ejemplares, siempre con las medidas de precaución necesarias. Es una sensación única. Se acercaban mucho, llegando incluso a rozarme, pero no pasé miedo porque ellos solo sentían curiosidad al ver un elemento extraño en su medio. Se interesaban más por saciar su apetito con otros peces. Vivir esta experiencia cerca de casa es algo único».

El paraíso azul en Tenerife

El paraíso azul en Tenerife / Eduardo Acevedo

En cuanto al paisaje marino que encontramos en el norte de Tenerife, Eduardo Acevedo destaca algunas diferencias como el carácter volcánico y basáltico con más nutrientes que limitan la visibilidad, muy parecido a las zonas norte de otras islas como La Gomera o El Hierro. «La temperatura del agua aquí es también unos grados más baja y al estar más expuestas a los vientos alisios y el oleaje, están más protegidos y menos explotados que el Sur. En el Norte hay paisajes incomparables, sin tanta vida quizás pero con formaciones volcánicas impresionantes. Es el caso de La Rapadura, en Santa Úrsula, cuyas imágenes han sido publicadas en National Geografic. También está el cono volcánico que hay en Garachico, que consiste en un túnel en el que te adentras a una profundidad de 31 metros y sales a unos 7-8 metros.

El Guindaste, frente a la playa de El Socorro, en Los Realejos, es otro lugar increíble. Consiste en un pináculo submarino que se eleva de un fondo de 80 metros hasta alcanzar los 7 metros, repleto de vida. Podemos ver meros, medregales y otras variedades que no encontramos habitualmente». Eduardo se muestra optimista en cuanto a la situación de nuestros fondos. «Aunque no contemos con ninguna reserva marina, algo criticable, en general hemos ido a mejor. Ahora hay más protección y más conciencia ciudadana sobre el cuidado medioambiental», opina.

Francis Pérez sintió la necesidad de compartir sus vivencias en el mar a través de la fotografía tras años buceando. Para él, estar en el mar es su principal válvula de escape, «algo que comenzó como la mejor forma de desconectar de mi profesión como economista, paso a ser una forma de costear mis viajes hasta poder dedicarme a esto como actividad principal».

El paraíso azul en Tenerife

El paraíso azul en Tenerife / Francis Pérez

Proyección internacional

Francis también ha participado en numerosos concursos internacionales con éxitos que le han llevado la posicionarse como referente en este ámbito. Como firme defensor del medio marino, sus imágenes impactantes sobre los efectos del hombre en el medio marino sirven para concienciarnos sobre la necesidad de preservar ese otro 70 por ciento del planeta. En este sentido, coincide con Eduardo en denunciar la inexistencia de reservas marinas en Tenerife como sí podemos encontrar en otras islas. «Esta carencia se traduce en pérdida de biodiversidad y de especies que ya no se encuentra, reflejo de una pésima política ambiental».

Como ejemplo, Francis cita la disminución de ejemplares de cachalotes en los últimos años e incluso las morenas, que «ya casi ni se ven». En cuanto a la zona del Norte más representativa, no duda en señalar también La Rapadura como «el paisaje volcánico submarino más impresionante que existe, catalogada como una de las cien inmersiones mejores del mundo». Esta zona fue descubierta por Ramiro Martel en 1996 y consiste en una colada de lava basáltica formada entre 500.000 y un millón de años. En estos momentos realiza una colaboración con el Ayuntamiento de Santa Úrsula precisamente para dar a conocer esta riqueza del norte de la Isla muchas veces desconocida.

Sin duda dedicarte a esta actividad requiere preparación y responsabilidad para evitar riesgos innecesarios. Pero a veces la pasión le ha dado a Francis algún que otro susto como la vez que en el sur de La Palma persiguiendo a una tortuga carey: «Nos dejamos llevar por la emoción, alejándonos del punto de salida con un vendaval que nos obligó a arrastrarnos por el fondo hasta llegar a la playa mientras ya nos daban por desaparecidos». Otro momento que recuerda con cierta angustia fue cuando se quedó enganchado con la botella en el techo de en un tubo submarino que conectaba dos cuevas y tuvieron que ayudarle a salir. Sin embargo bromea al recordar los baños en San Telmo (Puerto de la Cruz) donde con sus amigos corrió «los primeros riesgos» en contacto con el mar.

El paraíso azul en Tenerife

El paraíso azul en Tenerife / Eduardo Acevedo

En el año 2000, Francis se marcó varios objetivos por cumplir. Se interesó por visitar los arrecifes de coral en el Mar Rojo, un lugar en riesgo como consecuencia del calentamiento global, además de Sudáfrica, para ver allí los tiburones, los cenotes de Méjico e incluso las macroalgas a pocos metros de Chile que le ha permitido conocer la majestuosidad de esos grandes bosques submarinos, donde se encuentra en la actualidad. Pero aún le quedan varios retos por alcanzar: el Ártico y la Antártida. Este último destino espera poder visitarlo el próximo año en una expedición del Centro de Investigaciones Científicas con el buque Hesperides. «Estas dos vistas a los dos polos me atraen principalmente por la lejanía puesto que supone en definitiva conocer el fin del mundo más allá de ser lugares submarinos más o menos conocidos». Eduardo y Francis sintieron un día la llamada del mar, gracias a personas como ellas que nos muestran los rincones más desconocidos somos un poco más conscientes de la responsabilidad que tenemos por cuidar esta gran biodiversidad. Los isleños somos también mar, es nuestra casa y como tal debemos tratarla.

Estas fotos revelan la belleza de las profundidades de las aguas de Tenerife, con multitud de especies. Una de las zonas más espectáculares en el Norte es La Rapadura (en el centro).