Día Mundial del Agua

La emergencia por la sequía obliga a apostar por agua regenerada y desalada

Todos los actores implicados en el ciclo integral del agua en la Isla coinciden en que la situación es «muy delicada» y justifican la declaración a causa de la crisis hídrica

Vista general del salón de actos del Museo de la Naturaleza y la Arqueología (MUNA)

Vista general del salón de actos del Museo de la Naturaleza y la Arqueología (MUNA) / Carsten W. Lauritsen

«Antes se hacían rogativas a los santos y ahora parece que lo más efectivo para que llueva es convocar una jornada dedicada a la declaración de la emergencia por la sequía en la Isla». La frase, refrendada por todos los presentes y con origen en el palo de agua que caía en ese momento fuera, es de Jorge Dávila, subdirector de EL DÍA y moderador de la jornada impulsada ayer en el Museo de la Naturaleza y la Antropología (MUNA) por el Cabildo de Tenerife para reunir con motivo del Día Mundial del Agua a todos los implicados en su ciclo.

Agricultores, empresas privadas de gestión, titulares de aprovechamientos subterráneos en comunidades y organismos públicos tanto locales como insulares se reunieron en el MUNA. Hubo coincidencia en lo complicado de la situación actual en plena emergencia hídrica, pese a esta lluvia de primavera, y en la necesidad de afrontarla a través de medidas a corto, medio y largo plazo. De las desaladoras portátiles a grandes obras de infraestructura hidráulica. La conclusión es que la garantía de futuro del sector está ligada a la regeneración, la reutilización, la depuración y la desalación. Sin olvidar el cuidado de un acuífero que ha nutrido históricamente del preciado elemento al abasto, al consumo y al riego en el campo. La vista está puesta en el próximo verano, que se presume «muy difícil».

La emergencia por la sequía obliga a apostar por agua regenerada y desalada

La emergencia por la sequía obliga a apostar por agua regenerada y desalada / José Domingo Méndez

Más de medio centenar de expertos se dieron cita en el salón de actos del MUNA para participar en la propuesta de debate titulada Situación hídrica en la Isla de Tenerife. La actividad, organizada por el Consejo Insular de Aguas, órgano adscrito a la Corporación isleña, contó con la presencia de la consejera de Medio Natural, Blanca Pérez; el gerente del Consejo Insular de Aguas de Tenerife, Javier Davara, así como técnicos y especialistas en la materia.

Pérez resumió: «Hemos querido reunir a todos los sectores para hacer una puesta en común en la que analizar presente y futuro en Tenerife». Recalcó que «estamos en un momento importante por la declaración de emergencia hídrica y debemos escuchar las aportaciones y reflexiones de todos los sectores, desde los agricultores –que son los que peor lo están pasando– a los ayuntamientos o empresas que trabajan en el sector».

Señaló la consejera que la sequía es prolongada, desde 2016, salvo el año hidrológico 2021-2022, y la situación «complicada» por «las tensiones en el abastecimiento de agua de riego agrícola». Apuesta por la desalada y la regenerada para paliar el problema.

La emergencia por la sequía obliga a apostar por agua regenerada y desalada

La emergencia por la sequía obliga a apostar por agua regenerada y desalada / José Domingo Méndez

La mañana comenzó con la intervención de los representantes de las organizaciones agrarias, Theo Hernando (Asaga) y Roberto Rodríguez (COAG), para dar paso a Daniel Martín, que abordó la situación de las empresas de gestión del servicio público, y a Domingo Pérez, presidente de la Cámara de Aguas de Tenerife. Tras el descanso, intervinieron Benicio Ponte y Juan Santiago Méndez en representación de los ayuntamientos de Arafo y Santa Cruz de Tenerife, respectivamente. La gerente de Balten, Ana Sánchez, y Javier Davara fueron los encargados de clausurar la jornada tras una exhaustiva exposición de la situación en estos momentos.

El objetivo era abordar los desafíos actuales y futuros relacionados con el agua en la Isla. Y se cumplió. El Consejo Insular de Aguas de Tenerife (CIATF) entiende que es una prioridad fomentar la colaboración y el intercambio de ideas entre los principales sectores afectados y otras administraciones públicas relacionadas con el agua. Otra meta conseguida como oportunidad para compartir la visión actual y futura de la situación hídrica, así como las posibles medidas a implementar para abordar los desafíos.

Esfuerzo histórico

Derecho humano universal y producto del esfuerzo histórico de los tinerfeños. Fueron dos ideas lanzadas por los agricultores Theo Hernando y Roberto Rodríguez, que clamaron contra la sequía que les ahoga y por las ayuda que necesitan. Ellos viven el problema en primera persona. Explicaron con un formato de entrevista cuestiones como la necesidad de la ampliación de la Depuradora de Santa Cruz para recibir agua regenerada suficiente o advirtieron contra el gasto superfluo en un spa o la lavandería de un hotel. Advertencia contra el crecimiento demográfico «irresponsable». Cambio climático y falta de lluvia son enemigos naturales, pero hay otros como la falta de infraestructuras adecuadas para no depender tanto de la pluviometría. Rodríguez apostó por las desaladoras portátiles como alivio y sentenció: «Sin agua, no hay nada».

Tesoro subterráneo

Domingo Pérez Estany representó a las comunidades de Aguas de Tenerife. Leyó una frase del ingeniero fallecido Adolfo Hoyos para resaltar esa lucha titánica por sacar del subsuelo lo que aún hoy supone el 70% del total. Hizo referencia a la cercana Fuente de Morales como testigo de la cultura del agua en la Isla. Dio el dato de que se han perforado desde el siglo XIX 1.600 kilómetros de galerías –de donde sale el 60% del agua– que en línea recta llegan hasta Almería. Abogó por la colaboración público-privada y sentenció respecto a la pérdida en redes municipales: «El agricultor percibe como una tragedia ver cómo se derrama una sola gota de agua». Entiende que «le toca a la parte pública poner el pie en el acelerador hacia la reutilización». Valoró que «muchas gotitas son como granos para poder hacer un granero» y consideró que «no se debe nunca sacrificar a la agricultura». Sobre las desaladoras criticó: «Quemamos petróleo para producir agua y la seguimos tirando a las alcantarillas. Para una emergencia, sí, pero no como modelo de continuidad».

Futuro sostenible

Javier Davara explicó en su ponencia la diferencia de Tenerife con la Península, donde si deja de llover los embalses se vacían. Agricultores y abasto tiran de las mismas fuentes y tienen problemas ambos sectores. Por eso es mucho más llamativa la emergencia hídrica. En la Isla están las galerías y pozos más desaladoras o depuradoras. En casos de mucha demanda quedaría relegada la agricultura y se primaría el abastecimiento porque lo dice la Ley de Aguas. Entiende «clave» definir los parámetros sobre la sequía porque es la primera vez que hay una declaración así. Una situación transitoria a medir, pero «todo apunta que es complicada».

Subrayó que «en breve tendremos esa medición de la sequía que no puede durar más de seis meses aunque sería prorrogable. Valoró las medidas de emergencia para proporcionar más caudales ante la falta de lluvia pero «muchas ya estaban programadas o en ejecución» como las ampliaciones de las desaladoras en Granadilla y Fonsalía (Guía de Isora) o la utilización del agua depurada de Güímar, Granadilla y Oeste. En definitiva, subrayó, «tenemos ocho depuradoras en marcha desde 2021 y hasta 2025 frente a las cuatro existentes hasta ahora: Santa Cruz, Valle de La Orotava. Valle de Guerra y Adeje-Arona». Esto hace prever «una producción de oferta bastante superior a la demanda».

Davara valoró como balance del encuentro «el diálogo directo» porque «el modelo del Consejo Insular de Aguas lo propicia». Añadió que «tenemos claros nuestros objetivos y más con 420 millones de euros en obras de depuración o desalación en marcha». Y «tangibles, ya se puede ir a ver Los Letrados para resolver los vertidos en El Médano y pronto la Depuradora de Santa Cruz para que toda el agua vaya a la agricultura». Concluyó: «Apostamos por la colaboración público-privada con una planificación desde 2016 que va en el camino correcto, pero si sigue el incremento de demanda agrícola, turística o urbana hay que tener cuidado. Hoy es cuestión de tener energía para las desaladoras o el agua regenerada».

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