Basketball Champions League - Final Four Belgrado 2024

Al Lenovo Tenerife se le escapa el título en la primera parte

Una salida fría y las 14 pérdidas al descanso a causa de la agresiva defensa del Unicaja dejan sin trofeo al cuadro aurinegro, que luchó y no se rindió hasta el segundo final (75-80)

Al Lenovo Tenerife se le escapa el título en la primera parte

Carlos García

Una mala puesta en escena y la más que agresiva defensa de su rival que no supo leer y que además contó con la permisividad de los colegiados deja al Lenovo Tenerife sin su tercer título de la Basketball Champions League (75-80). El cuadro lagunero se mostró muy errático en ataque, por sus porcentajes de tiro (4/13 en triples al descanso), pero sobre todo por la gran cantidad de pérdidas que cometió: ocho en el primer cuarto y 14 al intermedio. Varias en su debe. Muchas otras por un rival al que le dejaron subir varios un intensidad con las manos.

Llegó a estar 15 abajo el cuadro de Vidorreta (37-52, 23'), pero nunca bajó los brazos y se agarró al choque una y mil veces. Sin lo suficiente como para darle la vuelta al marcador (56-59), pero sí al menos para que siguiera habiendo partido, gracias en buena parte porque en toda la segunda mitad solo cometió cinco pérdidas.

Pero en ese quiero y no puedo al Canarias le faltó un algo extra. Varios errores en los libres, una defensa algo floja y otros errores en la definición lastraron a un Lenovo Tenerife que de nuevo, como en Amberes 2019, tiene que conformarse con el subcampeonato. Como en las semifinales, y pese a que la aportación del resto fue mucho mayor, Guy (18 puntos, seis rebotes y cuatro asistencias), Shermadini (16 tantos y seis rechaces para 23 de valoración) y Huertas (14 puntos, cinco rebotes y nueve pases de canasta) fueron los más destacados en el bando canarista.

Pese a que no era la primera vez que ambos equipos se medían recientemente en un partido por un título, tanto Canarias como Unicaja fueron presa del desacierto más absoluto en los compases iniciales. Huertas trató de rescatar a los suyos con dos canastas seguidas (4-2), pero el cuadro andaluz respondió buscándole Carter a Guy las cosquillas en defensa para un raquítico 4-4 después de cinco minutos.

Lejos de dar con un punto de inflexión, el Lenovo empezó a sufrir lo indecible ante las pegajosas marcas y 2x1 de su adversario. Con Huertas totalmente incómodo, el cuadro isleño sumó una pérdida tras otra. Hasta seis en poco más de otras tantos minutos. Fitipaldo aguantó de forma momentánea al Canarias (9-8), pero sin oxígeno en ataque, los laguneros también se vieron superados por la versatilidad de Kravish, que sacando a Shermadini, acertó en dos ocasiones seguidas desde fuera de la zona (9-13).

Con el contador de pérdidas de los tinerfeños ya en ocho (seis de ellas de sus tres manejadores) la renta de los de Ibon Navarro creció hasta el 10-16 con el triple de Djedovic para acabar un primer acto en el que el Lenovo no había permitido que el Unicaja corriera, para verse penado, sin embargo, por su incapacidad ofensiva.

Paró un poco la caída el Lenovo con Huertas dando de comer a Shermadini y una penetración por la izquierda de Guy (14-16), pero ahí el Unicaja incrementó su intensidad defensiva, volvió a provocar un par de pérdidas, anotó en llegada y también explotando otra vez la mano de Kravish. Siguió dejándose posesiones por el camino el cuadro lagunero (otro 2x1 sobre Guy y una falta en ataque más que dudosa de Guerra), que llegó a verse ocho abajo (16-24, 15').

Una vez más salió al rescate Huertas (triple y puerta atrás para Sastre), a lo que se unieron un par de buenas defensas de Shermadini sobre Lima (21-24). Pero como si fuera su particular botón rojo, y viendo los enormes réditos que le había reportado en los minutos iniciales del duelo, el Unicaja dio una vuelta de tuerca a una ya más que agresiva defensa que contó con la total anuencia de los colegiados.

Así, con Díaz golpeando en la cabeza de Huertas (ya totalmente desquiciado y bramando camino de su banquillo) el Unicaja robó para correr y machacar con Carter, que con un triple posterior puso el 21-29 (18'). Empezaba a estar ya el Canarias fuera de sí (21-31), y aunque por momento logró responder el acierto de su rival (27-34), no consiguió, sin embargo, enlazar más de dos acciones positivas. Una intermitencia que aprovechó Perry, que con su verticalidad sacó cuatro puntos seguidos para un 27-38 con el que el duelo llegó al descanso.

Los de Txus Vidorreta estaban pagando caro su pobre tarde desde el perímetro (con 4/13 en triples con Guy en un escaso 0/1), también que su oponente ya corriera con más fluidez (10 puntos a la contra hasta el intermedio), y especialmente su inusual como prohibitivo número de pérdidas: 14. Una parte de ellas achacables a su inseguridad ofensiva del inicio, pero la mayoría previas al intermedio condicionadas por la permisividad arbitral en las manos que en cada acción defensiva metió el Unicaja para cortocircuitar a los manejadores del bando canarista: en 20 minutos ya habían visto como le arrebataban hasta nueve posesiones.

No varió el panorama a la vuelta de vestuarios. Al menos en el cómputo global del marcador. Supo mostrarse más seguro con el balón en las manos el Canarias, que por contra no supo leer la rotación exterior de su rival, donde Djedovic aportó tres triples sin fallo (35-47) pese a un 3+1 previo de Guy.

Se le abrió además otra vía de agua al equipo tinerfeño, la de cerrar su propio rebote, sumando el Unicaja en varias segundas opciones. Con Guy también desquiciado (técnica) por las ayudas defensivas sobre él, el Canarias tocó fondo con el 37-52 (24'). Situación crítica que el Lenovo supo solventar con la aportación de sus primeros espadas ( pese a que a Shermadini le dejaron de pitar sendos adicionales), pero también con un triple de Abromaitis y un robo de Fitipaldo (46-53).

Una recuperación de Huertas que Shermadini culminó con dos libres metió de lleno en el duelo al Canarias (48-53), que aún así desperdició dos triples liberados para ponerse a solo tres. Pese a la canasta de Guerra (50-54), el Unicaja volvió a dar un arreón (50-59) antes de que los de Vidorreta, con una capacidad encomiable de sufrimiento volviera a agarrarse al choque con tres libres de Guerra y un triple de Huertas (56-59, 28').

Pero no le dio al Lenovo para terminar de voltear el signo del electrónico, que pese a haber regresado a su hábitat de fiabilidad con el balón en las manos (solo una pérdida en todo el tercer acto), recibió sendos triples para finalizar el tercer acto y arrancar el cuarto (56-65), el segundo de ellos tras una falta a Abromaitis que fue señalada al canarista.

Alcanzó incluso la decena el Unicaja con un mate de Sima (57-67) antes de que el Canarias volviera a apretar los dientes (2+1 de Guy y triple de Fitipaldo para el 63-67 con siete minutos por jugarse. El enésimo esfuerzo del club isleño por mantenerse con vida quedó, sin embargo, en un intento estéril, ya que en apenas unos segundos recibió cinco puntos casi gratis por parte de Perry: tres después de rebote ofensivo y dos a la contra y tras robo (63-72).

Condenado a remar, los aurinegros no se mostraron tan acertados como en situaciones previas, dejándose incluso Guy y Shermadini sendos libres (66-72). Tuvo triple Fitipaldo para el -3, pero el uruguayo erró, todo lo contrario que Perry en el otro aro para el 66-74 (37'). En sus intentos que se quedaban a medio camino al Canarias se le estaba consumiendo el tiempo, más aún cuando de nuevo no fue capaz de encadenar varias acciones en positivo (mate de Abromaitis y otro a continuación de Thomas para el 69-77 a 2'25'' del final).

Palmeó Shermadini, pero en el siguiente ataque Guy erró un triple forzado a menos de minuto y medio de la conclusión (71-77). Anotó Guy dos libres e incluso robó Huertas el balón, pero Fitipaldo no supo definir en su penetración y regaló lo que pintaba al 75-77. Tampoco le benefició al Canarias no estar en bonus, lo que permitió al Unicaja gastar algunos segundos valiosísimos (73-78, 21''). Sumó Guy desde el 4.60 (75-78), pero también lo hizo Díaz y ahí se le terminó de escapar el choque a los aurinegros, que al menos acaban con el consuelo de saber aferrarse a cualquier opción de victoria que se le presentó.