El acuerdo en el tranvía, más cerca con la revisión médica a la plantilla

La disposición de la empresa a que los trabajadores se hagan un control por el polvo cancerígeno rebaja el conflicto por la huelga

Parada del tranvía de Padre Anchieta, en el municipio de La Laguna.

Parada del tranvía de Padre Anchieta, en el municipio de La Laguna. / CARSTEN W. LAURITSEN

La negociación para resolver el conflicto laboral en el tranvía de Tenerife «progresa adecuadamente», cual estudiante, pese a las dificultades en poner de acuerdo a ambas partes. Las dos ultimas jornadas de negociación han sido «positivas», según el balance de unos y otros, con la intervención directa de la mediadora Mónica Molina.

El acuerdo para solucionar la huelga, indefinida desde el pasado 19 de febrero, está más cerca después de que la empresa Metrotenerife acepte el compromiso de evaluar de nuevo médicamente a los once trabajadores expuestos directamente al polvo cancerígeno de sílice usado en el sistema de frenado de los vagones. También se impulsará la revisión del personal de la contrata de limpieza y jardinería de la empresa Lerican que presenta el mismo riesgo. Una veintena de personas.

El Comité de Empresa valora como medida de buena voluntad cambiar los tramos de los paros que se producen en tres horas puntas de mañana, tarde y noche, lo cual ha originado molestias en los usuarios. Queda ahora pendiente tomar las medidas sobre la mencionada exposición con el análisis de cada puesto de trabajo.

Pese a estos acercamientos y a la petición de la mediadora de la suspensión de la huelga, las fuentes aseguran que «no hay acuerdo en otras cuestiones relacionadas con el polvo de sílice» como, por ejemplo, «la exposición que llevan padeciendo los trabajadores durante quince años». En algunos casos, hasta siete según sus cálculos, con afección directa a su salud. Solicitan el reconocimiento de enfermedad profesional que niega la Mutua.

«Desde el comité de huelga se valora positivamente el trabajo de la mediadora» apuntan y estudian reducir o modificar los mencionados tramos de los paros «si estos acercamientos se plasman por escrito con una garantía de que la empresa realizará las mediciones que ha prometido».

El miércoles pasado Mónica Molina organizó una reunión entre todas las partes: empresa, Comité, Instituto Canario de Seguridad Laboral (Icasel), Mutua y Servicio de Prevención. En este foro se discutieron las medidas preventivas realizadas hasta ahora con el resultado del compromiso de evaluar de nuevo a los trabajadores en riesgo.

Los representantes de la plantilla de 202 empleados también recibieron el compromiso de la contratación de dos personas de refuerzos en el área de Recursos Humanos que es una de las peticiones originales que hicieron en el momento de comenzar el conflicto colectivo el 9 de febrero.

Ayer se trataron otros puntos entre los 32 incluidos en las reivindicaciones de los trabajadores. También se volvió a ahondar en la solución del problema del polvo de sílice, el escollo principal del acuerdo. El desbloqueo parece cercano, si no para una solución definitiva, sí para al menos suspender la huelga de manera provisional. Las partes se han convocado de nuevo la próxima semana.