Vendida toda la madera de los pinos californianos quemados en agosto

Cuatro empresas se hacen con toda la madera de pino californiano o radiata (importado) quemada en el incendio forestal del pasado mes de agosto y que el Cabildo de Tenerife sacó a subasta pública, el pasado día 15. El Consejo de Gobierno insular rubricó ayer la operación de lotes distribuidos geográficamente según su procedencia, por un valor global de 383.000 euros

El área de Medio Natural, Sostenibilidad y Seguridad y Emergencias impulsó los aprovechamientos forestales de la madera resultante de actuaciones urgentes para paliar los riesgos derivados de los daños provocados por el gran incendio forestal declarado en el verano de 2023.

Así, Islas Verdes Reciclaje SL se adjudicó por 120.000 euros madera procedente de Los Realejos, La Orotava y Tacoronte-Zona Este. Por su parte, Aserradero del Teide SL invirtió una cantidad idéntica en la procedente de Tacoronte-Zona Oeste y El Sauzal-Zona Este y Sergio González Medina, 140.000 euros en la acumulada en El Sauzal-Zona Oeste y La Matanza. En estos tres casos se trataba de lotes de madera de pino radiata mayor de quince centímetros de diámetro.

Por su parte, Sauco JR SL invirtió 3.000 euros en los de menor volumen, en este caso de madera fina sin desramar de pino californiano por debajo de quince centímetros. En los municipios de Tacoronte, El Sauzal y La Matanza.

El Cabildo tomó la decisión de sacar a subasta parte de la madera de los pinos californianos afectados por el incendio que arrasó la Corona Forestal de la Isla en agosto del año pasado. En total, seis lotes de aprovechamientos forestales de los que 9.500 metros cúbicos (2,6 hectáreas) corresponden a madera cortada y apilada. También otros 1.000 metros cúbicos de ramo picado para dedicarlos al aprovechamiento agrícola.

Toda la madera procede de los pinos californianos introducidos en Tenerife a mediados del siglo pasado a costa de grandes zonas de monteverde. Nada tienen que ver con el pino canario, una especie endémica, protegida, mayoritaria en los montes de la Isla y muy resistente al fuego.

La subasta tuvo lugar a mediados de mes en la sede del área insular, el pabellón Santiago Martín de La Laguna. Se licitaron seis lotes: Tres de madera cortada, con una suma de 9.500 metros cúbicos procedentes de distintos puntos de la Isla y por un importe de 260.000 euros (dos de 120.000 y uno de 140.000). Cada uno fue para una empresa distinta. Los otros tres lotes de ramo cortado alcanzaron los 3.000 euros previstos y acabaron en manos de la misma firma aspirante. Los compradores podrán utilizar la madera para hacer tablones, vigas o tablillas. Los ramos picados está destinados en principio a las labores del campo.

Un factor importante que valoró el Cabildo para llevar a cabo este procedimiento es el riesgo que suponen para las personas los pinos radiata afectados por el incendio, uno de los más devastadores de las últimas décadas en Canarias.

La consejera Blanca Pérez detallaba al respecto en el momento previo a la subasta que es «necesario y una labor prioritaria» realizar las tareas de retirada de los árboles.

La razón es que esta variedad de pino puede alcanzar los 25 metros de alto y las tres toneladas de peso, lo cual supone un peligro para las personas, tanto trabajadores del servicio forestal como usuarios de los montes por las caídas que se pueden producir y por el riesgo de incendio que conllevan. De ahí las medidas de limitación de acceso a determinadas zonas del monte para minimizar los riesgos. Ayer, la presidenta del Cabildo, Rosa Dávila, advertía de que mucha gente estaba haciendo caso omiso a estas prohibiciones.

La corporación insular tinerfeña advierte de que la intención del Cabildo hacer nuevas subastas para evitar situaciones indeseadas, ya que los 10.700 metros cúbicos subastados suponen una mínima parte del pino radiata plantado en la Isla, que se estima en más de 200.000 metros cúbicos, o sea más de 400 hectáreas de esta variedad arbórea introducida entre los años 40 y 50 del siglo pasado en zonas de monteverde para su aprovechamiento agrícola.

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