Los aborígenes de Tenerife crearon talleres en el Teide de obsidiana para explotar este vidrio volcánico

Con las prospecciones arqueológicas, los investigadores de la empresa Prored y la Universidad de La Laguna inventarían 92 yacimientos arqueológicos y 131 bienes etnográficos en la cima de Tenerife

Una veta de obsidiana en el Parque Nacional del Teide.

Una veta de obsidiana en el Parque Nacional del Teide. / El Día

Daniel Millet

Daniel Millet

La última campaña de prospecciones realizada en el Parque Nacional del Teide localiza 92 yacimientos arqueológicos, entre ellos 15 talleres de obsidiana inéditos, y 131 enclaves etnográficos que amplían notablemente el inventario sobre el patrimonio cultural de la cima de España.

Estos hallazgos corroboran que las Cañadas del Teide es «un territorio clave» para entender la ocupación histórica de las cumbres de Tenerife desde la época aborigen hasta el siglo XX. La investigación está impulsada por la Dirección de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Canarias, que apunta en un comunicado que esta nueva prospección arqueológica de carácter superficial ha sido realizada por la empresa especializada Prored, en colaboración con la Universidad de La Laguna.

El Teide no solo fue ocupado y transitado por la población aborigen. También fue un espacio de una intensa actividad posterior a la conquista castellana, completada a finales del sigloXV. De hecho, una constante en estas prospecciones es que, como apunta Hacomar Ruiz, uno de los arqueólogos que encabezan el estudio, «se evidencia de una manera notoria la huella etnográfica a partir de los restos de carboneras, asientos de colmenas, estructuras o descansaderos».

Prospecciones arqueológicas en una cueva del Parque Nacional del Teide.

Prospecciones arqueológicas en una cueva del Parque Nacional del Teide. / El Día

En cuanto a los yacimientos arqueológicos documentados destacan las áreas de restos en superficie no adscritas a estructuras o espacios de hábitat, fenómeno que, unido a fragmentos cerámicos dispersos, marcan «esa idea de zona transitada temporalmente por la población indígena», subraya Ruiz. Según estos datos, la sociedad guanche subía a las cumbres de Tenerife de forma estacional para aprovechar los variados recursos que ofrecía este medio.

Estos hallazgos corroboran que las Cañadas del Teide es «un territorio clave» para entender la ocupación histórica de las cumbres de Tenerife

La localización de 15 talleres de obsidiana, material también conocido como vidrio volcánico, y varias áreas de talla y cabañas certifican, tal como expone el otro arqueólogo que lidera el equipo de investigación, Efraín Marrero, «la importancia de Las Cañadas ligada a la captación de recursos líticos». Este experto pone como ejemplo que este vidrio volcánico era utilizado principalmente como una herramienta de trabajo por la población guanche.

Estos hallazgos abren nuevas líneas de investigación que serán abordadas en el contexto del proyecto I+D Arqueovol, del Ministerio de Ciencia, junto a la Universidad de La Laguna, con el doctor Cristo Manuel Hernández como investigador principal.

Es un estudio para analizar la explotación de la obsidiana desde diferentes perspectivas y la relación entre las actividades humanas y el volcanismo de la alta montaña. Sin embargo, la obsidiana no es el único elemento lítico que se aprovechaba en Las Cañadas por parte de la población aborigen. También se han identificado elementos elaborados con basalto vacuolar o poroso que se utilizaba en la fabricación de muelas de molino para triturar grano.

Los expertos aseguran que este vidrio volcánico era utilizado principalmente como una herramienta de trabajo por la población guanche

En un trabajo publicado en el Anuario de Estudios Canarios con motivo de la declaración del Teide como Patrimonio Mundial, el historiador recientemente fallecido Nicolás González Lemus, el vulcanólogo Juan Carlos Carracedo y el ingeniero de Montes Manuel Durban, director del Parque Nacional del Teide, explican de esta manera las actividades que realizaban los guanches en la cumbre de España y el significado del gran volcán:

"A pesar de las numerosas leyendas y supersticiones de los antiguos habitantes de las islas, los aborígenes guanches convivieron con el Teide, y aunque conocían la violencia de sus erupciones lo integraron no solamente a sus creencias religiosas sino también a su cultura. Las Cañadas fueron utilizadas por los pastores en la ruta de la trashumancia, trasladando los rebaños para aprovechar la retama durante la primavera y los primeros meses del verano y los montes de La Orotava durante los meses de otoño.

Fue la primera ocupación humana de esa región silenciosa e inhóspita (Manuel J. Lorenzo Perera, 1991). Decía Viana que a la sombra del volcán y sus lavas, el pastor guanche subía con sus rebaños a buscar pastos frescos para su ganado e hizo su refugio o abrigo pastoril, y desparramado por valles y cañadas, el ganado triscaba. Construían refugios de piedra para el ganado y entre las rocas dejaban de un año para otro sus utensilios más valiosos, los gánigos para la leche y el agua, y las tabonas, que lascaban de las obsidianas, dejando enterramientos de sus muertos con el tamarco como ajuar, incluso las añepas de su autoridad pastoril. Utilizó cuevas, entre las que destaca la de Diego Hernández, situada en la cañada del mismo nombre desde donde contemplaba con cierto temor la grandeza del volcán.

Prospección arqueológica en el Parque Nacional del Teide apoyada por el Gobierno de Canarias.

Prospección arqueológica en el Parque Nacional del Teide apoyada por el Gobierno de Canarias. / El Día

Todo ello rodeado de un halo de misterio y magia si bien es cierto que algunos estudiosos suscribieron que el Teide no tuvo nunca sentido esotérico para aquellos hombres inocentes que convivían con él (de Viana, Antonio, 1905). La práctica de la trashumancia de los aborígenes la continuó realizando los ganaderos establecidos en la isla, ya que Las Cañadas eran tierras comunales. Pero el aprovechamiento pastoril de Las Cañadas fue paulatinamente prohibido a partir de los años veinte del siglo XX por la crisis de los sistemas ganaderos tradicionales y los daños medioambientales producidos a la flora por los rebaños (Luis Diego Cuscoy, 1962, Lorenzo Perera, M. 1983 y González Antón, R. y Tejera Gaspar, A. 1990)".

Desde el año 2014, la Dirección General de Cultura y Patrimonio Cultural colabora con el Parque Nacional del Teide en el programa de prospecciones y excavaciones arqueológicas en Las Cañadas. El objetivo de este proyecto es profundizar en el conocimiento sobre la ocupación histórica del Parque Nacional y completar el inventario sobre su patrimonio cultural para disponer de un recurso eficaz en la gestión y difusión de sus bienes arqueológicos y etnográficos.

Una piedra de obsidiana.

Una piedra de obsidiana. / El Día

Para el director de Cultura y Patrimonio, Miguel Ángel Clavijo, es «fundamental» continuar con la investigación porque «Las Cañadas es el yacimiento arqueológico más importante de Tenerife, no solo por su extensión, sino también por la cantidad de información que aporta sobre el pasado de la isla». Este enclave tiene «2000 años de historia desde el punto de vista cultural, por lo que el Gobierno tiene el deber de dar a conocer este importante legado a la población», concluye.