Historia | Los descubrimientos del Barranco de Milán, un hito en la arqueología canaria

El misterio de los ritos funerarios de cremación de los guanches

La confirmación por primera vez de estas prácticas en aborígenes de Tenerife abre nuevas incógnitas a resolver por los arqueólogos

Arriba, huesos encontrados en el Barranco de Milán. Debajo, escaladores durante la prospección y una de las cuevas. | | E.D.

Arriba, huesos encontrados en el Barranco de Milán. Debajo, escaladores durante la prospección y una de las cuevas. | | E.D. / Daniel Millet

Daniel Millet

Daniel Millet

Los primeros pobladores de La Palma practicaron durante siglos ritos funerarios con cremación. Quedó constatado en yacimientos benahoaritas como los de la necrópolis de La Cucaracha, en Mazo. También hay constancia de cremaciones en los bereberes del norte de África de los que proceden los guanches. En Tenerife, los primeros indicios de cremaciones en los aborígenes aparecieron en la década de 1980 gracias a unos huesos descubiertos por Lorenzo Perera en Pino Leris, La Orotava. Luego, en 2014, se hallaron otros huesos quemados en El Pozo, Tegueste. Pero hasta ahora no había pruebas fehacientes de estas ceremonias en Tenerife. Hasta que ha llegado el hito arqueológico del Barranco de Milán, en Tejina (La Laguna).

¿Qué quemaban los guanches, cadáveres enteros o partes de los cuerpos? ¿Por qué lo hacían? ¿Qué tipo de ceremonias celebraban? ¿Eran personajes de la élite los que ardían o de las capas inferiores? Los arqueólogos que acaban de confirmar la quema de restos humanos entre los primeros pobladores de Tenerife en el Barranco de Milán intentarán responder a las preguntas que se abren ahora. Uno de los directores del equipo de la empresa Cultania que acaba de lograr este hallazgo es Javier Soler, arqueólogo y doctor en Prehistoria por la Universidad de La Laguna (ULL). «Una vez que hemos confirmado la práctica de la cremación, ahora se abre la posibilidad de investigar a fondo estos huesos y el entorno en el que los encontramos para tratar de responder a las incógnitas».

El equipo halló los huesos quemados en cinco cuevas del Barranco de Milán y su entorno

Por ahora, Javier Soler tiene pocas certezas. «Sabemos que hubo cremación por los huesos quemados que encontramos en cinco cuevas, tres del Barranco de Milán, otra un poco más arriba pero fuera de su delimitación y otra en el Barranco de Agua de Dios, en Tegueste. Es un hallazgo muy importante para la historia de los primeros poblamientos de Tenerife. Pero ahora hay que profundizar. No sabemos si estos ritos eran puntuales o generalizados en la sociedad guanche, si se daba fuego a un cadáver o a partes de los cuerpos, si se dieron en épocas concretas o desde la llegada de los primeros guanches...». En cualquier caso, Soler solo tiene una cosa clara: «Estoy seguro de que en la Isla hay más restos de cremaciones que no se han encontrado».

El misterio de los ritos funerarios de cremación de los guanches

El misterio de los ritos funerarios de cremación de los guanches / Daniel Millet

La Dirección Insular de Patrimonio Histórico del Cabildo sabía desde finales del año pasado que las prospecciones arqueológicas que encargó a la empresa Cultania habían documentado por primera vez en la historia la práctica de la cremación como rito funerario entre los primeros pobladores de Tenerife. No había informado nada al respecto, sin embargo, pese a ser una gran novedad en el estudio de los aborígenes tinerfeños. Solo se conoció el pasado jueves y gracias al Boletín Oficial de Canarias (BOC). Un anuncio de la propia Dirección Insular aseguraba que «la elevada concentración de enclaves arqueológicos» hallados en el Barranco de Milán, el «altísimo interés» de los resultados de la prospección y la «singular» presencia de la cremación como práctica ritual de los guanches son suficientes razones para abrir el expediente de declaración de este enclave tejinero como Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de Zona Arqueológica.

Una de las razones de la discreción a la hora de lanzar este y otros anuncios arqueológicos puede tener que ver con la necesidad de preservar estos yacimientos de curiosos y saqueadores. En cualquier caso, los avances tecnológicos y la incorporación de profesionales de otras disciplinas en los equipos de investigación están siendo claves para que en los últimos años se sucedan descubrimientos sobre el pasado más remoto de la presencia de humanos en Canarias. En este caso, Soler apunta a los drones –que llevó en su equipo José Juan Díaz– y la involucración de equipos de escalada como el de Javier Martín Carbajal al permitir a los arqueólogos llegar a lugares hasta ahora inaccesibles. De hecho, han abierto un nuevo horizonte en el estudio de los primeros poblamientos de las Islas. Sin los drones y los escaladores habría sido imposible, según Soler, alcanzar por ejemplo las profundidades de algunas cuevas del Barranco de Milán y su entorno.

El Cabildo adjudicó a la empresa Cultania la prospección del Barranco de Milán en abril del año pasado. Un año antes, en junio de 2021, el pleno del Ayuntamiento de La Laguna había acordado instar a la Corporación insular a declarar Bien de Interés Cultural (BIC) los yacimientos arqueológicos de los barrancos De la Fuente y Milán. La Unidad Técnica Insular de Patrimonio Histórico descartó que el Barranco De la Fuente tuviera suficiente interés para declararlo BIC y protegerlo, pero sí el de Milán. El equipo de Javier Soler realizó los trabajos de campo en esta zona de Tejina entre junio y septiembre del año pasado. El grupo estaba codirigido por otro doctor en Prehistoria de la ULL, Francisco Pérez, y también participaron los arqueólogos Agnès Louart y Josué Ramos, así como el fotógrafo Guillermo Pozuelo.

El misterio de los ritos funerarios de cremación de los guanches

El misterio de los ritos funerarios de cremación de los guanches / Daniel Millet

Lo que apareció en esta parte abrupta de la quebrada, en cuevas ocultas por la maleza o encaramadas en paredes verticales inalcanzables, tiene «una extraordinaria riqueza», subraya Javier Soler. El arqueólogo aclara que el Barranco de Milán es en realidad una parte de un barranco mayor que viene de la cordillera de Anaga, pasa por Tegueste y desemboca en la costa de La Laguna. En su recorrido hasta el mar recibe diversos nombres: Barranco de Guerra, Del Murgaño, Agua de Dios, De la Fuente y Milán. Según las conclusiones del estudio, se trata de un conjunto que los arqueólogos consideran «el mayor ámbito habitacional conservado de la etapa prehispánica en toda la isla de Tenerife».

Pero entre todas estas zonas con importantes yacimientos, el Barranco de Milán tenía una especial potencialidad arqueológica. Lo ha demostrado el equipo de Cultania en unos estudios que pueden arrojar mucha información. «La confirmación de los restos de cremación son un resultado inédito en la arqueología tinerfeña», puntualiza Soler. Según las conclusiones de la prospección, aparecieron huesos quemados de extremidades (tibias, cúbitos y peronés), cráneos, clavículas, costillas y otras piezas anatómicas de menor tamaño.

La utilización de drones y escaladores ha sido clave para dar con estos yacimientos de enorme valor

Son mayoría en el Barranco de Milán las cuevas funerarias (26 de 34) frente a las habitacionales (8), lo que puede obedecer «a una zonificación del barranco ya en época aborigen, que utilizaría el tramo intermedio para un uso preferentemente habitacional, llevando los espacios funerarios hacia el extremo superior e inferior del cauce», aunque el informe de Cultania aclara que «a lo largo de todo el cauce se aprecia una coexistencia de ambos tipos de oquedades naturales». El registro de estos yacimientos está conformado, además de por restos humanos, por piezas de talla lítica sobre obsidiana y basalto, multitud de fragmentos cerámicos y conchas de lapas.

«A pesar de sufrir daños por el saqueo, los yacimientos están en buen estado de conservación, por lo que pueden arrojar muchas conclusiones», detalla Javier Soler, satisfecho por las posibilidades que se abren para un mayor conocimiento del mundo guanche, su estructura social y sus costumbres. Por ejemplo, acaba de saberse que en Tenerife no solo momificaban, sino cremaban algunos cuerpos. Ahora hay que investigar por qué.

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