La momia guanche expoliada en Madrid que Tenerife lleva más de 30 años reclamando para darle el valor que merece

Una fundación exige al Museo Arqueológico Nacional la devolución del xaxo, que permanece en la capital nacional pese a las numerosas peticiones del Cabildo de Tenerife para traerlo al museo MUNA de Santa Cruz

La réplica de la momia de Madrid que se exhibe en el Museo de Naturaleza y Arqueología de Tenerife (MUNA)

La réplica de la momia de Madrid que se exhibe en el Museo de Naturaleza y Arqueología de Tenerife (MUNA) / Andrés Gutiérrez

Daniel Millet

Daniel Millet

Canarias vuelve a pedir a Madrid la devolución de una de las momias guanches mejor conservadas que existen. La Fundación Canaria Tamaimos exige que la momia sustraída hace 260 años y expuesta en el Museo Arqueológico Nacional (Madrid) vuelva a las Islas con «el fin de darle un trato digno como cualquier ser humano».

En un comunicado, Tamaimos reivindica que tras la propuesta del ministro de Cultura, Ernest Urtasun, de descolonizar los museos, «se dan las condiciones óptimas para que, por fin, se haga justicia histórica y se devuelva este xaxo (nombre empleado en Canarias para los cuerpos momificados), sustraído en 1764 para entregarlo como regalo a Carlos III.

El Museo de Naturaleza y la Arqueología (MUNA) de Santa Cruz de Tenerife presentó en noviembre de 2022 un módulo en el que se expone una réplica fidedigna. La original, por más que lo ha intentado el Cabildo tinerfeño, continúa en la capital de España.

Es una de las cinco momias guanches que albergaba el Museo Nacional de Antropología de Madrid en la década de los 70. Esta fue trasladada al Museo Arqueológico Nacional cuando las demás regresaron a Tenerife. El rechazo desde entonces a las peticiones se debe a «razones técnicas y de conservación».

La réplica de la momia guanche del Museo Arqueológico de Madrid que se encuentra en el MUNA de Santa Cruz de Tenerife.

La réplica de la momia guanche del Museo Arqueológico de Madrid que se encuentra en el MUNA de Santa Cruz de Tenerife. / Andrés Gutiérrez

En opinión de la Fundación Tamaimos, si se lograra que el xaxo llegue a Canarias, «se debe garantizar un razonable plazo de tiempo para llevar a cabo la investigación científica pertinente, sin exposición del cuerpo». «Durante ese intervalo se desarrollarían estudios y recogidas de muestras imprescindibles, que sirvan para el avance de los conocimientos acerca de nuestra historia», añade la Fundación.

Para la Fundación Tamaimos, «se dan las condiciones óptimas para que, por fin, se haga justicia histórica y se devuelva este xaxo sustraído en 1764 para entregarlo como regalo a Carlos III"

Para el colectivo, este procedimiento, que debe contar con el concurso de personas expertas en arqueología, antropología y otras disciplinas académicas, así como con la sociedad civil canaria, también tendría otra finalidad: «Decidir el lugar y la forma en que debe ser restituido este xaxo guanche al espacio del que fue expoliado».

El Cabildo de Tenerife ha sido la administración que más ha reclamado esta momia. Cuenta de hecho con la mejor colección de restos aborígenes de Canarias: la que exhibe el MUNA. La pieza del Museo Arqueológico Nacional procede, además, de Tenerife.

Se caracteriza por contar con un particular valor arqueológico, ya que refleja a la perfección el método de momificación guanche, así como las características físicas de estos aborígenes, según los datos aportados desde la institución insular.

La momia fue encontrada probablemente en el barranco de Erques, al sur de Tenerife, entre los municipios de Fasnia y Güímar. Llegó a Madrid en el siglo XVIII como regalo al rey Carlos III Inicialmente estuvo en la Real Biblioteca.

La momia guanche mejor conservada de cuantas han llegado hasta nuestros días, la que se exhibe desde 2015 en la sala de Canarias del Museo Arqueológico Nacional (MAN), reveló en 2019 uno de sus últimos secretos tras dos siglos y medio mudándose de museo en museo en Madrid: tiene 850 años.

La réplica de la momia guanche de Madrid que se encuentra en el MUNA de Santa Cruz de Tenerife.

La réplica de la momia guanche de Madrid que se encuentra en el MUNA de Santa Cruz de Tenerife. / Andrés Gutiérrez

El MAN publicó en un boletín la primera datación con Carbono 14 que se realiza de estos restos humanos desde que en 1763 fueron recuperados de una cueva del barranco de Erques, en Tenerife, y llevados a la corte de Carlos III precisamente para mostrar a la sociedad madrileña la asombrosa destreza que los guanches habían desarrollado en la preservación de los cadáveres.

Desde entonces, pasó por la casa del regidor Francisco Javier Machado (1764), el Museo de Antigüedades de la Real Biblioteca (1766), el Real Gabinete de Historia Natural (1771, luego redenominado Museo de Ciencias Naturales, 1815), el Museo Nacional de Antropología (1910) y el Museo Arqueológico Nacional (2015), donde hoy permanece. Incluso fue llevada a la Exposición Universal de París de 1878.

El xaxo se encuentra descontextualizado, fuera de su lugar de origen y sin que reciba la atención que merece, según Tamaimos. Antes de llegar al Museo Arqueológico, cuando estaba en el de Antropología, la situación era todavía peor.

Fue sacada del Barranco de Eques, en Arico, y se cree que pertenecía a la gran cueva sepulcral en la que se hallaron centenares de ellas en el último tercio del siglo XVIII

La Sala de Antropología Física donde se encontraba era una miscelánea de rarezas, un viaje a los museos del siglo XVIII: esculturas en yeso de una pareja de hotentotes (etnia procedente de Botswana y Namibia, en África), unos esqueletos de orangután, una colección de diversos bustos de “razas” humanas o un curioso esqueleto del llamado “gigante extremeño”, un hombre natural de Badajoz que llegó a medir 2’35 metros y que se ganaba la vida en un circo.

En un lado, bajo una colección de máscaras funerarias, solitaria y descontextualizada, aparecía esta momia del varón guanche, con un escueto cartel que contaba que pertenecía a las colecciones de la Real Biblioteca, de donde se envió al Gabinete de Historia Natural por orden de Carlos III el 3 de octubre de 1776. De los aborígenes isleños y sus costumbres, nada de nada.

Se trata de un varón adulto que murió entre los 35 y 40 años, de 1,62 metros de altura, con toda su dentadura conservada

Este es el lugar del Museo Nacional de Antropología, justo frente a la estación madrileña de Atocha, que ocupó el cadáver momificado del guanche que reclaman desde hace más de 30 años las autoridades científicas y políticas de Tenerife hasta que fue trasladado al Museo Arqueológico en 2015.

Eso sí, el mencionado traslado de este cuerpo guanche del Museo Nacional de Antropología al de Arqueología fue seguido de una batería de estudios que arrojaron luz sobre quién era ese individuo y sobre los entresijos del proceso utilizado por los guanches para conservar los cadáveres (o "xaxos"), al que denominaban "mirlado".

Además de que la momia tenía 850 años, el estudio descubrió que se trata de un varón adulto que murió entre los 35 y 40 años, de 1,62 metros de altura, con toda su dentadura conservada, sin ningún desgaste ni caries, con rasgos negroides y manos que no delatan que hubiera realizado trabajos físicos duros.

Réplica de la momia de Madrid que se exhibe en el MUNA de Tenerife.

Réplica de la momia de Madrid que se exhibe en el MUNA de Tenerife. / Andrés Gutiérrez

Del estado de su dentadura (que habla de su buena alimentación) y de sus manos, y sobre todo del hecho de que fuera sometido a un proceso de mirlado de mucha calidad, los investigadores infieren que se trata de un varón con una posición preeminente en su sociedad de los primeros pobladores de Tenerife.

"Las políticas de repatriación, restitución y reparación de los crímenes históricos del colonialismo han cobrado enorme importancia en los últimos años al calor del discurso descolonial", apunta la fundación que se ha unido a las peticiones de que esta momia sea devuelta a Canarias. Tamaimos añade que "ahora que el ministro Urtasun parece asumir sus postulados, se abre una oportunidad no solo para que Canarias recupere los restos indígenas sustraídos, sino también para cuestionar el modo en que los museos insulares exponen los cuerpos de estas poblaciones".

La Fundación Tamaimos considera que "Canarias debe jugar un papel destacado en este proceso, pues se ha visto afectada por el colonialismo desde el momento fundacional de esta etapa en la historia de la Humanidad".