Un domingo de cambios de Reyes y búsqueda de gangas en Tenerife

La jornada arranca tranquila y crece el ambiente a medida que avanza la mañana

Ganan las devoluciones a las compras

La calle Castillo, en la mañana de este domingo.

La calle Castillo, en la mañana de este domingo. / Carsten W. Lauritsen

J. D. Méndez / D. Ramos

A las 9:00 horas de este domingo no había nadie en la plaza Miguel Velázquez, el espacio urbano que separa El Corte Inglés de Santa Cruz del Centro Comercial Nivaria Center. A las 9:25 se habían congregado unas 200 personas. Y a las 9:30 horas entraron y se distribuyeron por la instalación. Fue así, sin más, todo muy normal. Había comenzado una mañana de cambios de aquellos regalos con los que no acertaron los Reyes Magos y de búsqueda de gangas. Ni en El Corte Inglés ni en los alrededores había una afluencia desbordante ni unas rebajas para echarse las manos a la cabeza. Podía haber sido esta la crónica de un bluf si no fuese porque la presencia de compradores fue aumentando a medida que avanzó la jornada.

«Yo vine porque quería dejar resueltos los cambios lo más pronto posible y, si puedo, aprovechar algún descuento por las rebajas, pero eso no lo tengo tan claro si lo conseguiré», decía una de las compradoras madrugadoras que fueron a la apertura de puertas de El Corte Inglés. «Aquí fuera hay bastante gente, pero yo ya he venido otras veces y, una vez que se reparte todo el mundo por dentro del centro comercial, es como si no fuesen tantos. Se acaba ahorrando tiempo». Así fue. Palabras de clienta veterana.

A partir de mediodía. Pasado el mediodía, la cosa había cambiado sustancialmente. La célebre calle Castillo estaba llena, había colas, se palpaba el ambiente de compras. Mientras tanto, la situación en el Centro Comercial Meridiano era similar. Se podría decir que, incluso, rozaba el agobio. Y es que el primer día de los hipotéticos chollos tras las navidades tiene sus rituales que cumplen todas las generaciones. La imagen en los pasillos del Meridiano era elocuente: jóvenes cambiando tecnología por más tecnología, padres buscando ropa y complementos al mejor precio posible y, mientras tanto, mayores descansando en los sillones mientras el resto de la familia se movía entre tiendas. La estampa era digna de análisis antropológico. Había gente de todas las edades, pelajes –incluidas tribus urbanas– y procedencias. De la capital, del Área Metropolitana, del Norte, del Sur... Colas y llenos en prácticamente en todos los locales, actividad frenética de controladores y guardias de seguridad, dependientas que no daban avío...

Nessrine es un marroquí residente en Adeje y que se había desplazado este domingo a la capital con su familia llegada desde Luxemburgo y con la idea de comprar algo porque estaban seguros de encontrarían buenos precios. Otro caso era el de Javi y Cristo, adolescentes que, al menos inicialmente, se limitaban a mirar. Llevaban puestas las camisas del Club Deportivo Tenerife. Según apuntaron, era para ellos una jornada de derbi –por fuera del estado dado que no tenían entrada– que habían decidido empezar con las compras, aunque no veían muchas ofertas.

Día de trabajo duro. «Está empezando tranquilo para los que nos han deparado otros años. No todo el mundo sabe que los centros comerciales abren también el domingo», expresaba con amabilidad una dependienta sobre sus primeras sensaciones de la mañana, al tiempo que veía venir que la tarde sería, si cabe, más intensa, dado que trabajaría durante toda la jornada dominical.

Las mejores rebajas rondaban el 50%, aunque no todos los comercios habían apostado a fondo por ellas. Había establecimientos en los que estas quedaban en un segundo plano y muchos de ellos que apostaban por descuentos del 20% o del 30%.

«Yo tengo la impresión de que está todo más o menos igual a como ha estado en las últimas semanas. Hasta en algunas tiendas entras y puede que haya algo rebajado, pero pocos productos. Creo que me voy a ir a comer sin haber encontrado nada de lo que venía buscando», opinó Ana María, una vecina de 54 años y que recorría pasado el mediodía las inmediaciones del Mercado Nuestra Señora de África. También se encontraban por allí, y se adentraban en dirección al Rastro, Carlos, Saúl y David, tres compañeros de instituto. «Salimos más bien a dar una vuelta, pero también a ver si hay algo barato, pero no hemos visto demasiado. Mi madre sí me dijo que en el Meridiano hay una cantidad de gente increíble», comentó Carlos en nombre de sus amigos, que tenían como plan para este día seguir mirando alguna tienda, comer y ver juntos, y con otros colegas más, el partido Tenerife-Las Palmas.

La Laguna. En la Ciudad de los Adelantados, cuyo casco lleva años tan de moda, la imagen era diferente a la de la capital. Hacia las 13:00 horas había más ambiente de terraceo normal de un domingo que de compras. Se encontraban abiertos buena parte de los principales negocios de la zona, pero también los había que apostaron por el descanso.

«Yo vine para ver si daba con algo barato, pero no he visto demasiado», expresó Juan Manuel García, un vecino de Santa Cruz que había decidido ir a la vieja Aguere a pasar la mañana. «Yo me imaginaba que abajo iba a haber mucho agobio hoy y la verdad es que últimamente me he acostumbrado a hacer la mayoría de compras aquí y en Alcampo», manifestó. «Pero hoy, siendo sinceros, poco o nada he encontrado, aparte de que también hay tiendas que no han abierto hoy», dijo sobre sus impresiones de las rebajas.

Otro transeúnte se sumaba a la idea de que faltaba ambiente en Aguere. «Hay gente, las tiendas están abiertas...;_pero no sé, es como si fuese menos de lo que me esperaba. El encendido del alumbrado fue una locura, la Noche en Blanco igual, lo de Papá Noél, la cabalgata, algunos días de compras... Y esto es distinto, más tranquilo. Pero casi mejor de esa forma. Es curioso que, acostumbrados a las grandes masificaciones, cuando la situación es más normalidad a uno le parece hasta raro», reflexionó.

Lo cierto es que había más de realidad que de sensación en lo de no encontrar nada barato. Y hasta tiene una explicación técnica. A partir del 2012 hubo un decreto de ley por el que se liberalizaron las rebajas. ¿Qué supuso eso? Que desde aquel momento cualquier establecimiento puede fijar el periodo de descuentos que considera oportuno a lo largo del año. Conclusión: hasta la actualidad ha ido diluyéndose progresivamente la existencia de un período claro y marcado de rebajas.

Buenas sensaciones. Los datos sobre la liberalización de las rebajas los aporta el presidente de la Federación de Áreas Urbanas de Canarias (Fauca), Abbas Moujir, que, ya durante la tarde, tenía buenas sensaciones del transcurrir de la jornada. «Ha habido bastante movimiento. Quizá en el día de hoy se ha mezclado mucho el tema de los cambios con las compras en sí; tal vez ha sido un día más de cambio que de compras. Creemos que las rebajas estarán en la línea de cómo ha ido la campaña de Navidad y Reyes y, por lo tanto, confiamos en que por lo menos durante las dos primeras semanas haya una buena campaña en cuanto a rebajas», manifestó el líder sectorial.

Pese a la mencionada liberalización de rebajas, y en líneas generales, esta campaña de descuentos se prolongará desde este domingo hasta el 6 de marzo, consecuencia de la ya antigua tradición de que las rebajas durasen dos meses. «También es verdad que, a partir de la segunda o tercera semana, ya uno se empieza a encontrar los productos de rebajas con la nueva temporada», precisó Moujir, que puso de relieve que este año habrá un elemento adicional: el período de Carnaval, debido a que esas fiestas son en 2024 muy próximas al inicio de año.

«Había gente, pero más por cambios y sin ser aquella locura de hace muchos años atrás, en los que las rebajas eran una fecha muy marcada, y eso ya se ha diluido», amplió Abbas Moujir. Y continuó: «Hay establecimientos que consideran adecuado adelantar rebajas o estar continuamente en descuento, mientras que hay otros que entienden que los períodos rebajas tienen que seguir siendo los mismos».