Más de 200 civiles prestan su juramento ante la bandera en La Guancha

El jefe del Estado Mayor del Mando de Canarias, el general de brigada Fernando Maté Sánchez, preside la ceremonia en el Campo de Fútbol Montefrío

Almudena Cruz

Almudena Cruz

Más de 200 personas, la mayoría de ellos civiles, participaron este dominhgo en un acto que sirve para concluir todo un mes de conmemoraciones en torno al Día de las Fuerzas Armadas, que este 2023 se celebró el pasado 3 de junio. El lugar escogido para la ceremonia, cargada del simbolismo y la precisión que el Ejército otorga siempre a todos los encuentros que organiza, fue el Campo de Fútbol Montefrío, a escasos kilómetros del casco urbano de la localidad norteña de La Guancha.

El acto estuvo presidido por el jefe del Estado Mayor del Mando de Canarias, el general de brigada Fernando Maté Sánchez y estuvo protagonizado, además de por los jurandos, por el Regimiento de Artillería de Campaña número 93. Comenzó puntual, a las 12:00 horas del mediodía, con la entrada a las instalaciones deportivas del mencionado jefe del estado Mayor del Mando de Canarias, que fue el encargado de pasar revista a las tropas que le recibieron en diligente formación.

Sentados a un lado de la tarima principal esperaban su turno las personas que iban a prestar juramento –o promesa– frente a la bandera española. Entre ellos, por ejemplo, estaba un matrimonio procedente de Icod de los Vinos. Antonio Martínez y Julia Santana aguardaban su turno sentados en primera fila. Él, explicó, ya juró bandera cuando hizo el servicio militar en 1975, hace ya 48 años. 

«Lo hice con el Canarias 50. Es, por lo tanto, la segunda vez que juro bandera», recordó Martínez. «El motivo es sencillo: la que manda en casa es mi mujer y me ha dicho que quería venir a jurar bandera. Y yo me adherido a la propuesta sin problema alguno», bromeó. Efectivamente, Julia Santana explicó sonriente a su lado cómo siempre había tenido la asignatura pendiente de participar en un acto así. «Me hace muchísima ilusión hacerlo porque de joven no estaba permitido para las mujeres y siempre me ha llamado la atención. Ahora, por fin, me produce mucha emoción cumplir con un sueño y un deseo que he tenido desde siempre». 

Para participar en este acto específicamente pensado para el personal civil solo era necesario inscribirse previamente, tal y como explicó este matrimonio. «Nos enteramos que se organizaba aquí en Icod, que es donde vivimos. Solo había venir y obedecer, que para eso son soldados», añadió Martínez.

Entre el nutrido grupo de personas que acudieron a la ceremonia también estaban algunos agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil. Asimismo, también participaron varios representantes del Ayuntamiento de la Guancha, a quienes los portavoces militares agradecieron la colaboración prestada para la organización del encuentro. «Quiero transmitir nuestro agradecimiento al consistorio. No solo por ofrecer todo tipo de facilidades personales y materiales para la ejecución de este acto tan solemne e importante en esta preciosa localidad tinerfeña sino especialmente por la iniciativa, ilusión y ganas que habéis puesto en su organización y planificación. Es una muestra del orgullo de sentiros parte de la sociedad española y del cariño que profesáis a vuestras fuerzas armadas», indicó durante su intervención Jose Luis Heredero Guaza, el coronel Jefe del Regimiento.

Entre los centenares de civiles que acudieron ayer a la convocatoria del ejército también había personas muy jóvenes dispuestas a jurar lealtad a la bandera. Este fue el caso de los hermanos Ángel y Alejandro Hernández Fuentes. El primero está a punto de cumplir los 18 años, el segundo tiene casi 20 años. «La verdad es que me gusta sentirme español», aseguró Ángel. «Para mí es un honor estar aquí porque al final es nuestro país y es un honor servirle», apostilló Alejandro antes de precisar que ambos son de La Guancha.

Tras pasar revista a las tropas, Maté Sánchez presidió la jura. Para comenzar el acto, se leyó en alto el compromiso que adquirían todos los presentes: «¿Españoles, juráis o prometéis por vuestra conciencia y honor guardar la Constitución como norma fundamental del Estado con lealtad al rey y si preciso fuera entregar vuestra vida en defensa de España?». Ante esta pregunta, los protagonistas de la ceremonia gritaron en alto un «sí, juro» o un «sí, prometo», en función de la fórmula escogida por cada uno. 

Después, y al ritmo de la música interpretada por la Banda de guerra, desfilaron delante de la bandera de España para besarla o hacer un gesto de respeto ante ella. «Pasar por delante de la enseña nacional para depositar su beso en la misma es una señal de que España acepta su juramento o promesa», explicó sobre este gesto Heredero Guaza.

A continuación, y después de que todos los jurandos cumplieran con la ceremonia, el coronel Jefe del Regimiento pronunció un pequeño discurso en el que agradeció el gesto y destacó su valioso significado. 

«Hoy es un día de esos que se quedan grabados en el corazón para toda la vida por su gran trascendencia. Principalmente para los que de forma voluntaria e individual habéis decidido para dar un paso al frente adquiriendo un compromiso con la patria –de lealtad a España y a los españoles– que desde hoy os exigirá y demandará un valioso esfuerzo añadido», indicó Heredero Guaza.

También quiso destacar el papel social de las fuerzas armadas e insistió en que los militares son «indispensables para que una sociedad libre y avanzada como la nuestra pueda desarrollarse social, económica y culturalmente. Vivimos tiempos de conflictos en los que hay que apoyar y contribuir más si cabe en garantizar la seguridad y la defensa de nuestros intereses, no solo dentro de nuestras fronteras sino también allá donde defendamos un modelo democrático de sociedad basado en la paz, la libertad y la igualdad». De hecho, dijo, actualmente hay efectivos tinerfeños desplegados en Estonia y Turquía y «próximamente» los habrá también en Letonia. «Los conflictos actuales nos están enseñando que la seguridad y la defensa no son bienes regalados, sino que las instituciones civiles y militares tienen la responsabilidad de crear una cultura de defensa que llegue a todos para que, llegado el caso, contribuyamos al unísono en esta defensa. Incluso, como hemos visto en tantos episodios de nuestra brillante historia de España, entregando la vida por la patria».

El acto concluyó con una ceremonia de homenaje a los caídos por España en la que se depósito una corona de flores delante de una cruz instalada al efecto.

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