Repaso al mercado invernal del CD Tenerife: dos fichajes y cuatro salidas

Llegaron Álvaro Jiménez y Yanis Rahmani

Salieron Mo Dauda, Elady Zorilla, Pablo Hernández y Alassan Gutiérrez

Yanis Rahmani posa con la camiseta del CD Tenerife el día de su presentación

Yanis Rahmani posa con la camiseta del CD Tenerife el día de su presentación / C.D.T.

Terminó el mes de enero y con él, como cada año, se marchó otro mercado de traspasos de invierno. Esta vez, eso sí, con un último día de cortesía por parte de La Liga, el primero de febrero. Ahora sí, los equipos de Primera y Segunda División, y sus respectivos entrenadores, se mentalizan en que tendrán que terminar la temporada con las piezas de las que disponen. Ni una más, ni una menos. 

 El CD Tenerife despide una ventana de traspasos que le ha sido provechosa. Se ha conseguido reforzar la plantilla con dos incorporaciones, los futbolistas con los que no se contaba aceptaron salir y encontraron destino y, por último, algunos de los más jóvenes se marcharon cedidos en busca de oportunidades. Las prioridades de la estructura deportiva estaban claras. Toda vez que se daba casi por imposible la incorporación de Kike Salas (el Sevilla sigue contando con él), la posibilidad de reforzar la línea defensiva estaba absolutamente descartada. La prioridad estaba en el otro extremo del campo. 

A pesar de que nunca se pronunció públicamente sobre ello, Garitano no estaba conforme con el rendimiento de la segunda unidad en las posiciones exteriores. Elady, por bajo rendimiento, y Dauda, por altibajos y lesiones, estaban demasiado lejos de Waldo y Luismi. Urgía reforzar los extremos. Yanis Rahmani y Álvaro Jiménez fueron los elegidos para dar un soplo de aire fresco a los costados. 

El primero llegó procedente del Eibar en calidad de cedido hasta final de temporada, aunque con una obligación de compra en caso de ascenso a Primera. Yanis, zurdo de banda izquierda, le debe dar al equipo la amplitud y profundidad que necesita, especialmente cuando el lateral es Medrano y no Nacho, cosa muy habitual esta temporada. Participaba con bastante asiduidad en su club de procedencia, pero quería “sentirse importante” y en la Isla lo está siendo: debutó apenas dos entrenamientos después de aterrizar y, desde entonces, dos titularidades ligueras consecutivas.

Aunque también aterriza a préstamo, el caso de Álvaro es diferente. No hay letra pequeña en su contrato porque el Cádiz facilitó -mucho- su salida. Se marchó al Tractor iraní en verano y, a la vista está, que no tardó mucho en arrepentirse. Con menos talento que Rahmani, pero más energía, está necesitando algo de tiempo para recuperar la chispa competitiva que perdió en Asia. En su favor juegan su excelente relación con Mauro Pérez, con el que coincidió en Getafe, su excelente golpeo de balón y una considerable capacidad de trabajo y sacrificio. 

Álvaro Jiménez sostiene la camiseta del CD Tenerife el día de su presentación

Álvaro Jiménez sostiene la camiseta del CD Tenerife el día de su presentación / C.D.T.

Las salidas

Cuando una puerta se abre no solo lo puede hacer en la dirección de entrada, sino también en la de salida. Ese fue el rumbo que tomaron Dauda, primero, y Elady, después. El ghanés y su entorno ya valoraban una salida desde finales de año. Su primera temporada en la Isla había sido decepcionante y turbulenta debido a su nula complicidad con Ramis y a varias lesiones y la segunda iba por el mismo camino. El cambio de aires le puede venir bien. Le restan dos años y medio de contrato y al cuadro tinerfeñista le interesa que uno de sus activos recuperase algo del valor perdido. Tratará de levantar el vuelo en el Eldense, donde ya debutó el pasado fin de semana. Elady, tampoco pasaba por un buen momento, pero la primera opción del andaluz era seguir peleando por reencontrar su mejor versión. No obstante, encajó bien el golpe que recibió cuando el club le comunicó sus intenciones. Entendió la decisión y comprendió que lo mejor para todas las partes era buscar una solución. Destino Huesca. A las órdenes de Antonio Hidalgo, ya ha completado sus primeros minutos. Su objetivo es “reivindicarse”. 

El capítulo de salidas lo completan dos canteranos: Pablo Hernández y Alassan Gutiérrez. Ambos se marcharon a préstamo y ambos al Mellilla, de Primera Federación, por decisión del club. La salida de Pablo estaba prevista en verano, pero la lesiones de Javi Alonso y Aitor Sanz y la tardanza en el fichaje de Bodiger, que llegó el último día del mercado de traspasos de verno, propiciaron un cambio de planes. Firmó un contrato profesional en agosto con la ilusión de hacer cambiar de opinión a Garitano, quien ya había explicado que no lo veía preparado. Desafortunadamente para el canterano, el técnico no modificó su parecer y Pablo apenas jugó en los cinco primeros meses de campeonato. Ni siquiera una titularidad en Copa maquilla sus números. Era el jugador menos utilizado de la plantilla. 

Pablo Hernández abraza a Alassan Gutiérrez en la celebración de un gol

Pablo Hernández abraza a Alassan Gutiérrez en la celebración de un gol / UD Melilla

Alassan no padeció el ostracismo de Hernández, aunque quizá sí compartió su decepción cuando, en su caso, el Tenerife incorporó a dos jugadores de banda en el mercado. Con ficha del filial pero dinámica del primer equipo, el habilidoso extremo entendía que estaba preparado para dar el salto definitivo al profesionalismo. Regresar a las órdenes de Mazinho y volver a esperar el tren de Asier no entraba en sus planes. Pidió salir y el club atendió a sus deseos. En la Ciudad Autónoma, por cierto, ha empezado como un cañón. Titular a las primeras de cambio y gol al Ceuta en el derbi que se lló su equipo. Patada en la puerta.