Entrevista | Suso Santana Exjugador y ahora adjunto a la dirección deportiva del CD Tenerife

"Me alegro por Mauro y por el club, viene a sumar"

Suso, el cuarto jugador con más partidos en la historia del Tenerife, recibe un homenaje en la presentación de la placa que distingue al campo de fútbol de Taco con su nombre

Suso Santana.

Suso Santana. / Andrés Gutiérrez

Julio Ruiz

Julio Ruiz

Desde el pasado fin de semana, el campo de fútbol de Taco luce una placa de reconocimiento a Suso Santana. El cuarto jugador con más encuentros en la historia del Tenerife, retirado hace casi dos años, vuelve a sus orígenes. En realidad, nunca perdió el contacto con ese punto de partida. Sigue siendo su casa, ahora como entrenador.

Algo habrá hecho bien para que el campo de fútbol en el que empezó lleve su nombre.

Sí, debe ser. Estoy muy orgulloso. Es el campo que me vio crecer, donde he pasado mucho tiempo.

¿Vivía cerca?

En la calle que está por debajo. Mi madre sigue residiendo ahí y yo tengo mi casa a 5 minutos.

¿Cuántas tardes fueron?

Muchas. Y sigo, porque mis dos hijos vienen, entreno aquí... Estoy muy a gusto en este lugar.

Si le pregunto por sus primeros recuerdos...

No sabría por dónde empezar. Pasé toda mi infancia en este campo. Empecé a jugar en el equipo de Taco, luego salí al juvenil del Tenerife... Con el paso de los años he vuelto siendo padre de jugadores y, ahora, como entrenador.

No estaríamos hablando de que este campo lleva ahora su nombre si no se hubiera producido su fichaje por el Tenerife en 2012. ¿Ahí cambió todo?

Me cambió la vida, sí. Estaba en Escocia (Heart FC) después de una primera etapa en el Tenerife y de mi paso por San Isidro y Fuerteventura. En Escocia me estaba sintiendo muy valorado por el club y la afición. Pero cuando salí por primera vez del Tenerife, sentí que no había sabido aprovechar esa oportunidad; siempre quise volver. Trabajé mucho tiempo para ello y se dio esa posibilidad.

¿Quién le dio aquella primera oportunidad? En 2006 usted estaba en el Laguna y Alfonso Serrano era un recién llegado a la dirección deportiva del club.

Le habían comentado a Alfonso que yo estaba en el Laguna y que estaba rindiendo a un buen nivel. Él fue a ver algunos partidos y decidió darme una oportunidad. Siempre se lo agradeceré. Con el paso de los años viví una segunda etapa en el club con él. Fue un reencuentro muy positivo. Pero hay más personas que me ayudaron. Por ejemplo, Antonio González, que fue una persona muy importante para mí. Me llevó al Tenerife juvenil y después al Laguna. Le tengo muchísimo cariño. Gracias a él me han pasado muchas cosas.

¿Por qué no supo aprovechar la primera oportunidad?

Mentalmente no estaba preparado. Era muy joven. Esa experiencia que pasé es la que intento transmitir ahora a los chicos; les digo que tengan tranquilidad. Y los tiempos de ahora son peores, porque hay más redes sociales y todo se ve mucho antes. Pienso que mentalmente no estaba preparado para dar ese salto de categoría y de todo, de muchas cosas.

En su día, la apuesta por ir a Escocia sonó a arriesgada.

Sí lo fue. Entre otras cosas, me marché solo y sin saber hablar inglés. Tuve que arriesgar, porque era eso o seguir en Segunda B. Al final, estoy convencido de que fue la decisión más acertada de mi carrera. Estuve tres años allí y lo pasé muy bien. Me sentí muy valorado. Luego, en 2012, cuando vine a la Isla de vacaciones, tenía claro que iba a regresar a Escocia para firmar un contrato de tres años, pero en la última semana me llamó Quique Medina —director deportivo del Tenerife en ese entonces– para que fichara. Acepté un día antes del viaje que tenía previsto a Escocia. Guardo un grato recuerdo, porque Quique y Álvaro –Cervera– me dieron la oportunidad de volver al club. Ahí sí pude continuar durante mucho tiempo.

¿Cervera fue su técnico más influyente como profesional?

Como profesional, sí. Es una persona que me ayudó muchísimo a crecer, y no solo en el plano futbolístico. Y cuando hablo de Álvaro, incluyo a Róber –Roberto Perera, ayudante de Cervera–, que había sido compañero mío. Luego lo tuve como segundo entrenador. Reconozco que yo no era fácil de llevar por mi carácter y ellos me ayudaron. Nunca me pusieron pegas, siempre me brindaron su ayuda. Pero hay más entrenadores que me echaron una mano en mi etapa de formación, como José María Ramos, que en paz descanse, Antonio González, José Juan Almeida, que ahora está en el Tenisca... Me ayudaron a crecer y, sobre todo, me animaron a seguir creyendo en mis posibilidades.

Ahora es entrenador del Taco San Luis. ¿Cómo es Suso en el banquillo? ¿A quién se parece?

Al final, intento quedarme con todo, aprender de cada uno de los entrenadores que he tenido, de lo bueno y de lo malo. Intento mostrarme a los jugadores tal como soy, quiero que le pongan mucha pasión y ganas a todo lo que hacen. Considero que soy un entrenador que está muy cerca del jugador. Eso es fundamental para mí. En estas categorías –Primera Regional–, hay muchos chicos que tienen problemas, que tienen sus trabajos, que necesitan trabajar... Debemos ser muy comprensivos.

Hace casi dos años decidió poner fin a su carrera como futbolista. ¿Fue muy duro?

Me lo pusieron muy fácil. Mi mujer es un pilar fundamental en mi vida. Me ha ayudado muchísimo. Además, para mí fue una ventaja tener a mis hijos cerca, pasar más tiempo con ellos, disfrutar juntos los fines de semana... Aparte de eso, cuando decidí finalizar mi carrera veníamos de la temporada de la pandemia y yo había dejado de participar con frecuencia. Me fui haciendo a la idea de lo que podía pasar. Estaba mentalizado.

Le buscó la parte positiva.

No había podido compartir mucho tiempo con mis hijos y mi mujer. Quieras o no, los viajes y los entrenamientos con el equipo te quitan un montón de tiempo. Ahora estoy disfrutando mucho con ellos. Cada fin de semana los llevo a entrenar, veo sus partidos.

¿Qué echa de menos de su etapa como jugador?

Hay cosas, sí. Sobre todo, me quedo con el playoff de la temporada pasada, con ver la trayectoria del Tenerife hasta llegar a esa final, el ambiente en el estadio... Daban ganas de vivirlo desde dentro. De todos modos, ya tuve la suerte de participar en una experiencia similar cuando jugamos la promoción en 2017. También estuvimos cerca de subir a Primera. Pero a todos los futbolistas nos llega nuestro momento y tenemos que estar preparados para dar ese paso.

Ya que lo nombra, ¿qué lectura saca de la final con el Girona?

No sé. Si subió el Girona, fue porque lo mereció. Asciende el que mejor está dentro de unas eliminatorias que son muy parejas. Aún así, el equipo hizo un gran trabajo hasta el final y pasó algo muy importante, que volvió a ilusionar a la gente después de los meses de la pandemia. Esta temporada no está siendo buena, pero tenemos que seguir y pensar que el Tenerife debe luchar siempre por subir.

El Suso espectador debió disfrutar con el derbi del 4-1.

Me fui a la grada con mis amigos. No me gusta estar en el palco, porque ahí no puedo celebrar los goles como me gusta. Por el inicio, con los dos tantos en los primeros cinco minutos y con todo de cara, ese derbi fue una buena fiesta.

Antes se refirió a la búsqueda del ascenso como meta permanente. Esta temporada no podrá ser. ¿Es tan difícil moverse entre los seis primeros?

Sí lo es. La Segunda División es muy complicada. El ejemplo está en lo que le pasó al Eibar la temporada pasada, que dejó escapar el ascenso en la última jornada perdiendo contra un rival que ya estaba descendido; o en la segunda vuelta que hizo el Girona, que se coló en la promoción y pudo ascender. En esta categoría nunca sabes por dónde puede salir la cosa. Es difícil, pero hay que seguir.

¿Cómo explicaría la función que desempeña en el club?

Trabajo en la dirección deportiva, estoy de scouting. Es algo que ya había hecho porque me gustaba. Antes de retirarme, me formé como scouting y entrenador. Estoy muy contento de que el club me haya dado esta oportunidad. Moría por estar en el Tenerife como jugador y ahora me pasa igual.

O sea, elabora informes.

Seguimiento de jugadores, veo partidos, intento buscar jóvenes promesas... En el fútbol actual, con los precios que hay, es fundamental controlar todas las Ligas.

Hablando de jóvenes promesas, están asomando algunas de la cantera. ¿Le sorprende la evolución de Teto Martín?

Está jugando en una posición que no es la suya, rinde mejor por dentro, pero está muy bien. También están David, Alassan, Cacho... Hay jugadores de calidad, y lo que tienen que hacer es seguir trabajando, esperar su oportunidad y aprovechar las que tengan.

Parece que la cantera tendrá, al fin, una mayor presencia.

Es una muy buena noticia, pero no solo para mí, sino para todo el fútbol canario. Todo el mundo va a tener la oportunidad de que se les vea y el primer equipo podrá sacar jugadores. Es fundamental.

¿Cómo fue la etapa posterior a la salida de Cordero?

Seguimos funcionando igual. Teníamos a Juan Guerrero –consejero deportivo–. Cordero ya había encaminado nuestro trabajo y seguimos en esa misma dinámica.

El puesto ya tiene nuevo ocupante, Mauro Pérez.

Me alegro por él y por el club. Tenemos una buena relación. Es de aquí y todos los que vengan a sumar, serán bien recibidos.

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