Madrid descarta retrasos en las agenda isleña por el ‘impasse’ político de Sánchez

El ministerio de Torres muestra inquietud por las dudas del PP en torno al reparto de menores migrantes

Ángel Víctor Torres en la reunión del Comité federal del PSOE

Ángel Víctor Torres en la reunión del Comité federal del PSOE / E. D.

Joaquín Anastasio

Joaquín Anastasio

No tienen por qué producirse retrasos ni bloqueo alguno en los asuntos que están negociando Canarias y el Estado como consecuencia del ‘impasse’ político abierto en los últimos días por el presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, y que ha mantenido en vilo a todo el país, según señalan desde el entorno de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, uno de los responsables de llevar a cabo la interlocución entre ambas administraciones. Una vez que el líder socialista ha despejado la incógnita y ha decidido mantenerse en el cargo, tal y como él mismo comunicó el pasado lunes, la dinámica y el calendario de esas negociaciones sigue su curso sin cambio alguno y con la expectativa, compartida por ambas partes, de avanzar en las próximas semanas o meses, según los casos, en todos los frentes abiertos.

Esta es la respuesta en la que abundan desde el ministerio de Torres tras escuchar a responsables del Gobierno de Canarias y a dirigentes de CC, formación con la que el PSOE firmó la agenda canaria en el Congreso, que confiaban en que “este periodo de reflexión y esta nueva carga de incertidumbre por la situación en que nos encontramos no suponga un retraso para los asuntos vitales para Canarias, que son muchos y muy importantes”, según expresó el portavoz del Ejecutivo canario, Alfonso Cabello. Los nacionalistas canarios, de hecho, van a intentar acelerar el proceso de negociación y desarrollo de todos esos temas al entender que la legislatura entra ahora en una nueva etapa sin horizonte preciso y que ello obliga a darse prisa en la ejecución de los compromisos del Estado.

Las fuentes consultadas señalan, en este sentido, que “nada va a cambiar en las relaciones entre Canarias y el Estado tras la confirmación de que el presidente va a mantenerse al frente del Gobierno”, resaltando que la interlocución con el Ejecutivo regional y con su presidente, Fernando Clavijo, es “permanente, directa y fluida”, y que el titular de Política Territorial está implicado en varios de los asuntos de la agenda canaria. “Los temas canarios se están tratando de forma bilateral y están caminando razonablemente bien”, insisten. Aun reconociendo que en ocasiones se presentan “dificultades” para concretar algunos asuntos y para avanzar con la velocidad deseada, aseguran que, una vez superada la incógnita sobre el futuro inmediato de Sánchez, “la hoja de ruta con Canarias sigue su curso”. Señalan además que “no tenemos la sensación de que haya inquietud en el Gobierno de Canarias a este respecto”, y que “hay que ir trabajando día a día”. Se asume, pese a todo, que el verdadero punto de inflexión para el pleno desarrollo de la agenda canaria lo constituiría tener la certeza de que habrá presupuestos estatales en 2025, algo que dependerá mucho de los resultados de las consultas electorales del 12 de mayo en Cataluña, y del 9 de junio al Parlamento Europeo.

En todo caso, en el ministerio de Torres sí ha llamado la atención el grado de discrepancia que han expresado los dos socios del Gobierno regional, CC y el PP, respecto a sus prioridades en relación con la agenda canaria, las negociaciones con el Gobierno central, y en definitiva respecto a las relaciones entre Canarias y el Estado. “Vemos a dos socios que parecen estar tirando en direcciones distintas respecto a la agenda canaria en Madrid”, afirman en el entorno de Torres al comprobar que el presidente del PP y vicepresidente del Ejecutivo canario, Manuel Domínguez, reclamaba la convocatoria de elecciones generales, desentendiéndose de las reclamaciones de CC a acelerar todo el proceso de negociación y de concreción de los asuntos canarios en la política nacional.

Malestar en Génova con CC

Según esta percepción, la dirección nacional del PP está claramente posicionada contra cualquier colaboración desde el Gobierno canario con el Ejecutivo central y presiona a los populares canarios en ese sentido. El malestar de la calle Génova con Clavijo y con CC por su apoyo a Sánchez en el Congreso es muy evidente desde el principio, y creen que tras el amago de dimisión del presidente y su decisión de continuar sin más explicaciones supone un cambio de escenario que debería tener algún tipo de consecuencia. Las presiones desde el equipo de Núñez Feijóo a los populares canarios para desmarcarse de toda relación entre ambos ejecutivos parece estar creciendo, según concluye el equipo del ministro canario, también atentos a las diferencias de criterio entre CC y el PP en otros asuntos de política regional como la gestión de la política turística. “La división entre los socios irá a más”, aseguran.

Al Ministerio de Política Territorial le preocupa en especial lo que esta división entre socios en las Islas pueda incidir en la reforma legal que se está trabajando para el reparto obligatorio entre todos los territorios del Estado de menores migrantes no acompañados. Señalan, en este sentido, que aunque hay una aparente conformidad del PP canario con la reforma de la ley que se está planteando, lo que de verdad contará en definitiva es la posición del partido en el ámbito nacional y en particular la de las comunidades autónomas gobernadas por los populares, algunas de las cuales ya han rechazado el acuerdo alcanzado en esta materia entre los gobiernos central y canario.

Por eso, recalcan en fuentes gubernamentales en Madrid, la fuente de inquietud en el Ejecutivo regional y en CC sobre esta cuestión no debe estar en las supuestas consecuencias de crisis de la semana pasada sobre el futuro de Sánchez, sino en que el PP asuma claramente la propuesta pactada entre Canarias y el Estado sobre reforma la ley de Extranjería y el reparto obligatorio de menores migrantes. En este punto, las fuentes del Ministerio de Política Territorial apela a la capacidad de influencia de Clavijo y de Domínguez ante Feijóo, la dirección nacional del PP, y los presidentes autonómicos de este partido.

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