El Collar de la Orden Islas Canarias ya luce en el cuello de todos los presidentes

En el año 2007, el expresidente Paulino Rivero era fiscalizado por un Parlamento presidido por Antonio Castro Cordobez. Sin embargo, 17 años después ninguno de ellos poseía la máxima distinción de la Comunidad Autónoma que reconoce "los méritos de quienes prestan o han prestado servicios eminentes a Canarias o a los canarios", así como su contribución al fortalecimiento de las "relaciones de amistad y cooperación de Canarias con la comunidad nacional e internacional". Hasta este viernes.

En la sede de Presidencia de Santa Cruz de Tenerife, el presidente Fernando Clavijo aseguró que "un pueblo sin memoria es un pueblo sin futuro". Lo dijo momentos después de imponer el Collar de la Orden Islas Canarias a todos aquellos que aún no lo habían recibido: él mismo (de manos de la presidenta del Parlamento, Astrid Pérez), Adán Martín (a título póstumo lo recibió su compañera, Pilar Parejo), Rivero y Ángel Víctor Torres, su inmediato antecesor y actual ministro de Política Territorial y Memoria Democrática.

Hasta la ceremonia de este viernes, el reconocimiento por «los servicios prestados» al frente de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial estaba incompleto. El Collar creado bajo la Presidencia de Román Rodríguez en 2000 para distinguir, según palabras del presidente Clavijo, a «quienes han contribuido a levantar y unir esta Comunidad Autónoma» solo estaba desde el año 2002 en posesión de los fallecidos Jerónimo Saavedra y Lorenzo Olarte y de Fernando Fernández y Manuel Hermoso, además del propio Rodríguez.

Se condecoró a los expresidentes Saavedra, Fernández, Olarte, Hermoso y Rodríguez en 2002

Desde el 17 de mayo de 2024, ya todos los jefes del Ejecutivo regional lucen una distinción que «contribuye a demostrar, a ampliar, nuestra enorme gratitud por su dedicación y por cuidar los valores democráticos que defienden nuestra Constitución y nuestro Estatuto de Autonomía»

«Todos ustedes los representan. Todos ustedes son Canarias», insistió Clavijo tras la ceremonia de imposición del Collar.

Parlamento y Poder Judicial

Además, la ceremonia de distinción del máximo honor incluyó a cinco titulares de la Presidencia de la Cámara (Gabriel Mato, Castro Cordobez, Carolina Darias, Gustavo Matos y Astrid Pérez) y a cuatro presidentes del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC): los magistrados Antonio Castro Feliciano, José Ramón Navarro, Antonio Doreste y Juan Luis Lorenzo.

Al igual que sucedía con los jefes del Ejecutivo, el Collar hasta ahora solo se había concedido a Pedro Guerra, Victoriano Ríos y José Miguel Bravo de Laguna y al magistrado Fernando de Lorenzo.

Durante los corrillos previos y posteriores a la ceremonia institucional, todos los protagonistas reconocieron que, el hecho de ser una comunidad autónoma alejada del resto del país y, además, fragmentada, acentuó los retos de la construcción de la Canarias democrática.

Adolfo Suárez es el único miembro ‘no nato’ de la Orden Islas Canarias que recibió el Collar

De hecho, el propio presidente Clavijo hizo hincapié en las «adversidades» a las que tuvieron que hacer frente sus antecesores: "la difícil integración de la UE que hoy asumimos como natural, escollos como el pleito insular que hoy ya no ocupa titulares, batallas como la construcción del REF que hoy seguimos dando para que se cumpla en su integridad".

Por ello, Clavijo agradeció que "si hoy repensamos Canarias en busca de un modelo de desarrollo más sostenible es gracias a ustedes, a los conflictos históricos que lograron enterrar con el modo canario de hacer política que ustedes representan. Sus logros lo acreditan".

Amistades peligrosas

Escuchando al presidente, y visionando los abrazos y apretones de manos, nadie diría que apenas 24 horas antes él mismo y Torres mantuvieron un enfrentamiento dialéctico a cuenta del punto 11 de la agenda canaria y que una semana sí y otra también se lanzan balas de cañón en forma de competencias estatutarias en Costas que logró el ahora ministro y que Canarias va a llevar al Tribunal Constitucional. Eso sí, esa relación amor-odio entre ambos ayer se escoró hacia el lado más cariñoso cuando ambos aseguraron que la modificación legal para el reparto obligatorio de menores migrantes será una realidad el martes, aunque el desamor volvió a aparecer cuando surgieron los vestigios franquistas santacruceros en el horizonte.

Como si una copia de Las amistades peligrosas fuera, las sonrisas de Rivero, Castro y el propio Clavijo mientras se encaminaban al almuerzo celebrado en la misma sede de Presidencia también parecieron haber encerrado en una gaveta todas las maquinaciones que los tres llevaron a cabo en el seno de CC para sucederse en la dirección del partido y en la Presidencia del Gobierno. El único que no logró, pese a su insistencia, fue Castro, aunque como premio de consolación fue presidente del Parlamento durante dos legislaturas, en una de las cuales hasta congeló el sueldo a los diputados.

En 2007, cuando Martín creía que iba a ser reelegido candidato a la Presidencia, se dio cuenta de que el férreo control del aparato del partido que tenía Rivero lo desplazó para convertir a este último en presidente. En 2014, Rivero vio como (tras haber conseguido parar una rebelión en 2010), Clavijo ganaba por 45 votos frente a 40 y 6 abstenciones la candidatura.

O las procesiones iban por dentro, o todo eso ya se olvidó.

Adolfo Suárez

El artículo 3.1.a) del decreto que regula la Orden Islas Canarias determina que el Collar se otorgará "con carácter nato a los presidentes o expresidentes del Gobierno de Canarias, presidentes o expresidentes del Parlamento de Canarias y presidentes o expresidentes del Tribunal Superior de Justicia de Canarias". Sin embargo, y como dato curioso, la última vez que se otorgó esta distinción, en el año 2014, no fue a ninguno de estos cargos.

Meses después de su fallecimiento, el primer presidente del Gobierno de España de la reciente historia de la democracia, Adolfo Suárez, fue condecorado en 2014 por el expresidente Rivero por su "sensibilidad hacia Canarias". Y es que esta distinción también puede concederse a quienes ocupen o hayan ocupado cargos o magistraturas en el ámbito de las organizaciones internacionales, de los Estados, de las comunidades autónomas o de las regiones o nacionalidades de similar posición institucional a quienes estén en posesión de condecoraciones o premios de notoria relevancia internacional.

La dignidad de estas distinciones, por otra parte, según reza en el decreto de concesión del Collar, "se proyecta sobre la personalidad de los distinguidos, pero adquiere la máxima relevancia por el reconocimiento social, que trasciende de su propia existencia vital para enmarcarse en la memoria colectiva".

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