Canarias busca un hueco entre China y EEUU en la carrera aeroespacial

Cabeza alta y la mirada puesta en el futuro. Canarias nada tiene que envidiarle a China o a EEUU cuando del sector aeroespacial se trata. Las posibilidades en las Islas «son infinitas» y las «ventajas competitivas» permiten soñar con un Archipiélago puntero en el sector. Así lo refleja el último dictamen del Consejo Económico y Social (CES) de Canarias y así lo defendió ayer el presidente de este órgano dependiente del Parlamento de Canarias, José Carlos Francisco, quien fue el encargado de cerrar las XII Jornadas Aeroespaciales de Canarias organizadas por la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria. «Cuando hablas del sector la gente se piensa que es una cosa de americanos y chinos, pero no es así, aquí hay muchas posibilidades», aseguró Francisco.

El empresario explicó que la combinación de una ubicación geográfica favorable, una red de aeropuertos eficiente, y un creciente interés en la industria aeroespacial, «posiciona a Canarias como un potencial actor relevante en el panorama aéreo y espacial». Y no solo eso. El Archipiélago también cuenta con un entorno marítimo que facilita la entrada y salida de aeronaves y una posición de lejanía respecto a las grandes urbes, lo que ofrece un entorno más seguro para las operaciones de lanzamiento.

De cero

Además, el camino no empieza de cero. Francisco insistió en que las Islas ya han dado pasos en este sentido. «Yo tengo varias experiencias en este campo con grandes inversores isleños que han sido todo un éxito», reconoció. La construcción del Gran Telescopio de Canarias en La Palma o la construcción de un telescopio solar en el observatorio del Teide con financiación canaria, fueron algunos de los ejemplos.

El presidente del Consejo Económico y Social insistió en que Canarias está «a tiempo» de subirse al tren, ya que se trata de sectores «relativamente nuevos». «No hemos llegado tarde, esto es una industria que está despegando ahora», apuntó. Es ahora cuando las empresas privadas empiezan a meter la patita. «Ha sido un tema siempre de gobiernos hasta que han empezado a entrar ahora las compañías buscando rentabilidad», aclaró Francisco, quien aseguró que ya hay muchas empresas isleñas que han mostrado interés por trabajar en el sector.

Eso sí la financiación pública es «clave» para avanzar. El empresario recordó que existen fondos europeos, españoles y de la propia comunidad autónoma que permitirán sacar adelante «multitud de proyectos». Para Francisco el ejemplo que hay que seguir es el de la industria audiovisual en las Islas. «Con una mezcla de incentivos y el interés de las empresas canarias que poco a poco fueron participando en la logística, se ha ido creando una industria importante. Y la aeroespacial tiene que ser un caso de éxito parecido o mejor», aclaró. Pero hay trabajo por hacer: «apostar por ello y dotarlo de incentivos y ayudas para que salga adelante».

El dictamen pone sobre la mesa algunas políticas públicas en esta materia como los pertes –proyectos estratégicos para la recuperación y transformación económica– que nacieron para articular la colaboración público-privada con el objetivo de movilizar los fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR). El Perte Aeroespacial está dotado con 2.193 millones de euros y prevé movilizar un total de 4.533 millones cuando se sume la aportación privada.

Desde el Consejo Económico y Social insisten en que la colaboración público-privada es una herramienta «esencial» para que el sector aeroespacial se haga un hueco en las Islas. El dictamen anima a establecer alianzas entre el Gobierno de Canarias, el sector privado y las dos universidades públicas del Archipiélago.; «sin menoscabo de otras instituciones que se estimasen oportunas, ya sea con carácter puntual o permanente».

El informe ya advierte del «freno» que puede suponer la burocracia para el avance de estos sectores y propone como herramienta los convenios de colaboración «que permitan enfrentar los retos más inmediatos, creando un marco normativo claro y regulaciones que faciliten las operaciones y la colaboración de las partes implicadas».

Francisco restó ayer importancia al impacto que puede tener la «lentitud» de la administración en el avance del sector, ya que se trata de una actividad que se desarrolla principalmente en el espacio. Todo está allí: las infraestructuras, la tecnología, los satélites, etc. «Esto implica que probablemente no necesitamos tanto impacto en el territorio, que es lo que suele retrasar más los proyectos», explicó el empresario, quien aseguró que esto puede suponer «una ventaja» para acelerar el proceso.

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