El Museo de la Ciencia y el Cosmos jubila su antiguo planetario, una reliquia japonesa única en Europa

Se trata del primer instrumento público de este tipo en Canarias

En 26 años en funcionamiento ha trasladado a los confines del universo a más de 700.000 personas

El planetario fabricado en japón y ubicado en el Museo de la Ciencia y el Cosmos, en funcionamiento.

El planetario fabricado en japón y ubicado en el Museo de la Ciencia y el Cosmos, en funcionamiento. / Cedida

Verónica Pavés

Verónica Pavés

El Museo de la Ciencia y el Cosmos, en Tenerife, ha jubilado su antiguo planetario –el primero que público de Canariaspara reemplazarlo por uno más nuevo y adaptado a la tecnología actual. Esta pieza única en Europa de fabricación japonesa llevaba casi 30 años (desde 1993 hasta 2019) trasladando a niños y adultos a los confines del universo a través de sus espectaculares imágenes del cosmos, y ahora ha quedado atesorada en el museo como el legado de aquellos inicios de la divulgación de la ciencia en Canarias. 

El planetario con proyector central GOTO GE II, fue el corazón del Museo de la Ciencia y el Cosmos desde que abrió sus puertas –en 1993– hasta el año previo a la covid, en 2019. Es una pieza exclusiva que se convirtió en única en Europa. No en vano, solos se fabricaron 39 unidades que se acabaron diseminadas por el resto del planeta. 

En los 26 años que permaneció en funcionamiento, mostró las bondades del cosmos y, en concreto, del cielo de Canarias a más de 700.000 personas y realizó cerca de 35.000 proyecciones, convirtiéndolo en una de las "joyas" que ya forman parte de la historia del Museo de la Ciencia y el Cosmos. 

"Actualmente hemos dejado esta pieza en exposición", explica Rubén Naveros, técnico del Museo de la Ciencia y el Cosmos. El instrumento se puede visitar como si una obra de arte se tratara en la entrada de un renovado planetario. "Ahora contamos con un simulador astronómico más potente que permite crear una realidad más inmersiva que les invitamos a conocer", insiste Naveros. 

Cien años de pocos cambios

Aunque la tecnología ha avanzado mucho en las últimas décadas, los proyectores de planetarios han variado poco desde su creación en 1923. La luz que generan las lámparas halógenas es proyectada a través de cada una de las treinta y dos ópticas alojadas en los globos estelares. 

Estas acogen placas micro perforadas con la posición real de 2.000 estrellas de ambos hemisferios celestes que, proyectadas mediante lentes sobre la cúpula, generan un preciso mapa estelar que es capaz de entusiasmar a niños y mayores.

La cúpula sobre la que proyecta la imagen regala una experiencia inmersiva

La cúpula sobre la que proyecta la imagen regala una experiencia inmersiva / Cedida

El movimiento aparente de los astros desde cualquier lugar de la Tierra, tanto de la actualidad como miles de años en el pasado o el futuro, se consigue haciendo girar sus ejes mediante pequeños motores. 

Complementan la recreación de nuestro Sistema Solar unos proyectores que reproducen el movimiento del Sol, la Luna y los cinco planetas visibles. En su base, diferentes proyectores de diapositivas recrean paisajes locales para completar la experiencia de una noche de observación astronómica que haga las delicias quienes tienen la oportunidad de acercarse al Museo de la Ciencia y conocer el universo desde dentro.  

Suscríbete para seguir leyendo