Los números del milagro: el Tenerife, tras los pasos de la UD Las Palmas

El representativo necesita hacer pleno de 15 puntos en las últimas cinco jornadas de competición

El último precedente lo protagonizó el equipo amarillo en la temporada 21/22

Asier Garitano reflexiona durante un entrenamiento en el Rodríguez López.

Asier Garitano reflexiona durante un entrenamiento en el Rodríguez López. / Andrés Gutiérrez

El CD Tenerife afrontó su vista al Real Oviedo, el pasado fin de semana, como otro de los trámites que le tocaba atravesar en un tedioso final de temporada. Los blanquiazules, descolgados de la promoción y lejos de la zona de descenso, no se jugaban nada más que su honor, que no es poco, pero incomparable con el premio de un rival que, por contra, aspiraba a sumar de tres para asaltar la zona de promoción de ascenso.

No obstante, y contra todo pronóstico, el cuadro asturiano sucumbió ante la versión más pragmática del representativo, que aprovechó una fantástica resolución de Mellot para ponerse por delante y ya no dejó escapar el triunfo. El primero a domicilio desde el 2 de diciembre. Casi cinco meses de travesía y numerosos despropósitos. Los partidos frente al Racing de Ferrol, el Zaragoza o el Albacete fueron buena muestra de ello y así lo reconoció Garitano en sala de prensa. Había un déficit competitivo que impedía a los suyos competir lejos de la Isla. 

Fue a la salida del Tartiere cuando se encendió la luz de la esperanza. La luz del 'playoff' empezó siendo un piloto. De esos que parpadean de manera casi imperceptible cuando el teléfono móvil avisa de que hay una notificación pendiente de ser revisada. El lunes, después de que el Mirandés asaltara A Malata (estadio del Ferrol), el destello ya era fijo, y no discontinuo. Con 15 puntos, en juego, el Tenerife está, ahora, a seis de distancia de la sexta plaza.

Cambio de chip. Las victorias, en el deporte, lo cambian todo. La suma de tres unidades no solo modifica automáticamente la situación clasificatoria, también el estado de ánimo y, como consecuencia, la percepción de la realidad. Ya lo dijo Julián Calero, técnico del Cartagena, tras la victoria de su equipo el pasado fin de semana. “Ahora me veo con una melena rubia y siento que mido 1.90”. Calero es calvo y, tal y como matizó él mismo, apenas supera el metro 70. Así, y puestos a elegir, quizás sea mejor dejarse llevar por la emoción del momento y creer, aunque dure poco. Porque la alternativa, dejar pasar cinco partidos sin aliciente alguno, es desoladora. 

Las cuentas de la esperanza

Hasta aquí, la fe. Ahora, los números. Las cuentas son sencillas, el Tenerife necesita casi un milagro para poder acabar jugando la promoción de ascenso a Primera División. Con 15 puntos en juego, la escuadra de Garitano suma 49. Seis menos que el sexto clasificado y con cinco equipos de por medio. Es casi imposible, pero se puede. 

Lo primero, y lo más importante, es ganar. El equipo blanquiazul necesita ganarlo todo. Por este orden: Racing de Ferrol, Cartagena, Amorebieta y Burgos. Tres en casa y dos fuera. Si consiguiera sumarlo todo, el elenco insular alcanzaría los 64 puntos. Un hipotético final de temporada que sería absolutamente brillante, pero que, aun así, podría no ser suficiente.

Podría no serlo porque el representativo no solo necesita sumar a un ritmo demencial, sino que, además, dependerá de que los demás fallen. El modelo de 'playoff' se reinstauró a partir de la temporada 10/11. Desde entonces, 13 ediciones de la pelea por la gloria (con la de este curso serán 14). Del total, solo en cuatro la sexta posición estuvo por debajo de 64 puntos (los que alcanzaría el Tenerife en el mejor de los casos) y en una quinta, la 15/16, igualaría a puntos y habría que recurrir al 'average' particular (o a tiples empates). 

Es decir, el equipo de Garitano necesita que el 'playoff' salga barato. Hasta ahora, por suerte para sus intereses, así es. Si tomamos como referencia las puntuaciones al término de la jornada 37 (los partidos que se han disputado en la presente temporada), solo en dos cursos el sexto tenía menos puntos (13/14 y 19/20) y en un tercero, los mismos (16/17). 

Las Palmas de Pimienta, el espejo en el que mirarse

La escalada que necesita el Tenerife tiene un precedente. Reciente, y cercano. Y es que la UD Las Palmas ya ganó en las últimas cinco fechas del campeonato en la temporada 21/22. Con García Pimienta en el banquillo, los amarillos marchaban, a estas alturas, en octava posición. A cinco de distancia de la sexta plaza. Entonces, encadenaron cinco victorias consecutivas, alcanzaron los 70 puntos y terminaron cuartos. Dos unidades por encima del sexto. El final, eso sí, fue un drama para los grancanarios. Cayeron en semifinales a manos del Tenerife de Ramis, que venció en los dos partidos de la eliminatoria. 

Ganar cinco partidos consecutivos en Segunda División es casi imposible. Hacerlo en las últimas fechas del campeonato complica la ecuación todavía más. En el caso del cuadro blanquiazul, por ejemplo, habría que remontarse más de 20 años atrás para encontrar un precedente. Fue en la temporada 02/03 cuando los insulares sumaron un pleno de 15 puntos por última vez. Con David Amaral en banquillo (había relevado al destituido Lienen), el equipo tinerfeñista ganó, por este orden, a Ferrol, Compostela, Oviedo, Getafe y Zaragoza. El listón que marcó Amaral no ha vuelto a ser igualado. Ni siquiera en las dos temporadas en Segunda B.