El Gobierno canario ultima la protección como técnica artesanal de la Silla Victoriera

Tras diez años de espera, y de lucha por parte del Ayuntamiento de La Victoria y de los propios vecinos, la denominada Silla Victoriera será declarada Bien de Interés Cultural (BIC), en la categoría de Técnicas Artesanales Tradicionales. El Gobierno de Canarias ha sometido a información pública, durante un plazo de 20 días hábiles, el expediente de protección a favor de este peculiar mueble.

Éste fue incoado mediante resolución, de fecha 26 de enero de 2023, del área de Patrimonio Histórico del Cabildo de Tenerife. El procedimiento se inició a petición del propio Ayuntamiento de La Victoria, que ha liderado esta iniciativa desde el año 2013. Incluso, en 2019, el Consistorio llegó a recoger unas 1.000 firmas de los vecinos del municipio para que la Silla Victoriera fuera protegida y reconocida, en concreto, su diseño y técnica de creación.

La declaración como Bien de Interés Cultural inmaterial de esta técnica artesanal también ha contado con el apoyo de instituciones y colectivos, como la Universidad de La laguna, la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife, la Real Academia de Bellas Artes San Miguel Arcángel o el Instituto de Estudios Canarios.

Los interesados pueden consultar el expediente, y presentar alegaciones si así lo consideran, en las dependencias del Servicio Administrativo de Patrimonio Histórico, en el Edificio TEA, en la calle Fuente Morales, de lunes a viernes, en horario de 9:00 a 13:00 horas.

Eso sí, y según se informa en el anuncio publicado ayer por el Gobierno en el Boletín Oficial de Canarias (BOC), será necesario solicitar cita previa, mediante el envío de un correo electrónico a la dirección nuriasm@tenerife.es o a través del teléfono 922 84 34 97.

La Silla Victoriera, muy popular en los ajuares de los hogares tinerfeños de los siglos XIX y XX, y que comenzó a fabricarse en el municipio de La Victoria, es un emblemático mueble inspirado en la silla más sencilla del estilo inglés Chippendale, del siglo XVIII. Según los informes técnicos elaborados en su momento, por parte del doctor en Historia del Arte Jonás Armas Núñez y de la arquitecta victoriera Carmen María Flores, este mueble es «una pieza clave en la artesanía, los oficios tradicionales de Canarias y la producción artística insular».

La simplificación y adaptación de aquellas sillas de estilo inglés dio origen a la silla victoriera. La silla inglesa fue adaptada a los materiales insulares y se simplificó hasta popularizarse en el siglo XIX, aunque en el municipio de La Victoria ya se elaboraba desde finales del siglo XVIII.

«Su aceptación fue tal, que forma parte del mobiliario doméstico popular tinerfeño, hallándose en inmuebles de todo nivel económico. De Tenerife pasó al resto de las islas, habiéndose inventariado en la totalidad de las islas del Archipiélago», se indica en los informes técnicos.

El Ayuntamiento de La Victoria lideró la solicitud de protección y de reconocimiento de esta peculiar silla ante la paulatina desaparición de artesanos que la elaboraran, con el objetivo de garantizar el futuro de este «testimonio singular de la cultura canaria».

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