Opinión

Elfidio Alonso

Elfidio Alonso

Elfidio Alonso / Andrés Gutiérrez

A Elfidio lo conocí hace tiempo, mucho tiempo, de cuando jugaba al baloncesto en el histórico Canarias de San Cristóbal de La Laguna, años de 1950. Luego cuando formaba parte del grupo de Los Sabandeños, años de 1960, y más tarde cuando fue alcalde del ayuntamiento lagunero en los años de 1980-90. De siempre, cuando nos vemos por el mundo hasta el punto en que le sustituyo en algún que otro acto, y así más de sesenta años. Se me adelantó cuando viajaron a Luisiana en los Estados Unidos a conocer en San Bernardo la migración canaria de 1778 -1783 y las décimas del famoso Irvan Pérez. Lamentablemente no coincidimos en Uruguay.

Primero le conocí en el mundo del baloncesto cuando jugaban laguneros y villeros. Elfidio y Pinto por La Laguna, así como con Isidro Fuentes y Javier Arbelo, por La Orotava en los años de 1957 y 58. No me faltaron relaciones musicales en 1977 cuando nos regaló en el Puerto de la Cruz un disco al iniciar nuestra andanza política canaria en el recordado Partido Popular Canario, el PPC, que lideraba Bernardo Cabrera. Recuerdo que cantábamos: «Canario lucha, como lucharon los guanches». A principios de 1978 compartimos en La Gomera la entrega nocturna de los premios que nos concedieron desde el ayuntamiento de San Sebastián a Los Sabandeños y a los dos ingenieros de montes del ICONA, el recordado lagunero José Miguel González y este relator orotavense, que habíamos iniciado la tramitación de la declaración del Parque Nacional de Garajonay en 1974. Recuerdo la noche musical que celebramos en el Parador de Turismo y que duró horas hasta que regresamos a Tenerife en el Benchijigua de Fred Olsen con el recordado amigo Tomás Cerdeña de referente marino.

Luego en la etapa política cuando siendo alcalde, después de 1990, me invitó a ser pregonero de las Fiestas de San Benito y de la época de Sabanda cuando conocía algunos compañeros universitarios en la milicia. En Albacete, coincidimos en un verano con un campeonato de natación del equipo portuense CN Martiánez, y asistimos en el campo de fútbol de Almansa, al pie del castillo, a un magnífico concierto de los Sabandeños donde no podía faltar Elfidio. Más tarde Buenos Aires y Luján fueron otras dos ciudades argentinas donde volví a coincidir con Elfidio Alonso y Los Sabandeños. Esa vez en una librería bonaerense. En los años de 1980 el concierto de la escalera en La Orotava, plaza de Franchy Alfaro, tradicional en las Fiestas Patronales de la Villa, era casi una obligación festiva año tras año. Allí iban Los Sabandeños con Elfidio al frente. A finales del siglo XX, en 1995, La Orotava celebró en el Teatro Teobaldo Power con un festival de los Sabandeños, el Centenario de la muerte de José Martí, hijo de la tinerfeña Leonor Pérez. El acto fue organizado por el Parlamento Europeo como ejemplo de la Cooperación al Desarrollo propuesta con Cuba en mi segunda etapa de eurodiputado.

Últimamente, entrado el siglo XXI, conocí a su padre cuando la presentación del audiovisual Guarapo de los Hermanos Ríos en un teatro de San Sebastián. Luego le volví a saludar al asistir al ayuntamiento del Puerto de la Cruz cuando el consejero de Educación, Juan Manuel García Ramos, me presentó el libro Canarias y Venezuela en la Ruta de Humboldt. Elfidio también me llamó para aclararle la duda que tenía su tía María Rosa Alonso, profesora de la universidad de los Andes en Venezuela, acerca del arrodillamiento de Humboldt al ver el Teide durante su periplo canario. La envié a que leyera la novela de viaje a Canarias: Un verano en Tenerife, de su amiga cubana Dulce María Loynaz, Premio Cervantes en 1992.

En agosto de 2009 nos encontramos nuevamente con Elfidio en las Fiestas de San Ginés, en Arrecife (Lanzarote), formando parte del equipo de fútbol Plus Ultra de La Orotava, que hacía cincuenta años habíamos participado en el citado Torneo. El saludo musical de Los Sabandeños y de Los Campesinos lanzaroteños en el salón de actos fue todo un espectáculo que le permitió cantar al amigo Gustavo, cantante sabandeño y paisano de la Villa orotavense: «Como pasan los años».

Hace escasos meses sustituí al amigo Elfidio Alonso en La Orotava cuando el grupo cultural GÁNIGO que preside el amigo Felipe Hernández premió al presidente del Grupo Los Gofiones de Gran Canaria en el restaurante Sabor Canario. Está claro que estamos condenados con Elfidio a compartir cultura canaria. Curiosamente Elfidio Alonso me lleva siete años de edad y en materia política compartimos muchas etapas aunque me supera en muchas actividades culturales, condecoraciones, distinciones y reconocimientos varios. Fuimos fundadores de ATI en 1983 y diputados autonómicos por Coalición Canaria, tenemos Orden de Primera Clase Francisco de Miranda y somos socios de la RSEAPT de La Laguna donde nos vimos hace algunos meses. Todavía tengo muchas cosas que aprender de él pero todo se andará. Mayo y junio son unas buenas fechas para ello. Dacio Ferrera y su primo, Armando Rivero, siempre me lo recomendaban.