Opinión | A BABOR

Diputada del Común

Se trata de un ejercicio cosmético de independencia formal de muy escaso valor práctico

Lola Padrón.

Lola Padrón.

Lola Padrón, una mujer leal a sus principios y luchadora, probablemente la socialista tinerfeña más valorada por su partido, miembro del Comité Federal, exportavoz del Grupo Parlamentario Socialista en Canarias, anterior responsable de la oficina canaria de Madrid y presidenta del PSOE canario, será la primera mujer que se haga cargo de la Diputación del Común en el Archipiélago, en la que sustituye a Rafael Yanes.

Padrón tendrá que renunciar previamente a su militancia socialista, iniciada como afiliada a las Juventudes Socialistas con tan solo catorce años. La condición de renunciar al carnet del PSOE, ya la cumplieron antes que ella Jerónimo Saavedra y Rafael Yanes. De acuerdo con la normativa actual, ese precepto persigue evitar que la Diputación –una entidad neutral, centrada en resolver ante las administraciones las quejas ciudadanas y que ha de estar, por definición, al margen de la política partidaria y desvinculada del Gobierno– dependa de alguien con militancia declarada.

El PSOE podría haber propuesto a alguna persona sin carné, pero la fórmula elegida tradicionalmente para ocupar este puesto, elegido por el Parlamento de Canarias, junto a los miembros del Consejo Consultivo, la Audiencia de Cuentas, y el Comisionado de Transparencia, ha sido la de colocar a personas con una notable biografía socialista, que renunciaban temporalmente a mantener su militancia. Padrón, tendrá ahora que desafiliarse del PSOE antes de su elección por el Parlamento, para cumplir con las condiciones establecidas para ser elegible. Como ya hicieron Saavedra y Yanes cuando les tocó el turno.

Se trata de un ejercicio cosmético de independencia formal de muy escaso valor práctico. Aunque hay que admitir que la Diputación del Común es un cargo que tiende a imprimir carácter y mueve a quienes lo ocupan a mantener el prurito de la independencia: resultó quizá menos obvio en el caso de Saavedra, que ejerció como Diputado del Común con Gobiernos de mayoría nacionalista; pero si fue realmente evidente con Rafael Yanes, que coincidió sus últimos cuatro años con un Gobierno vertebrado alrededor del que fuera su partido, y mantuvo posiciones de clara denuncia de la actuación de áreas de ese mismo Gobierno, como emigración, dependencia o vivienda. Yanes sufrió algún reproche de miembros del Gobierno, por su exceso de celo, especialmente en dependencia. Su informe sobre el Estado de la Dependencia en las islas, que denunciaba retrasos y corregía los datos sobre ejecución ofrecidos por el departamento de Noemí Santana, no impidió que el entonces presidente, Ángel Víctor Torres, siguiera apoyando lo que calificó de «excelente gestión» de su consejera.

Torres, que fue quien propuso para el puesto a Yanes en la última elección de cargos dependientes del Parlamento regional, ha elegido ahora no mantenerlo en esta nueva etapa del PSOE en la oposición, y sustituirlo por una mujer que ya incorpora a su biografía haber sido la primera alcaldesa del Puerto de La Cruz, y la primera mujer presidente del PSOE canario.

Sin duda, la posición de Padrón como Diputada del Común, será más sencilla que la de Yanes. Padrón podrá ocuparse de las quejas y reclamaciones ciudadanas, y realizar informes muy críticos, sin que eso la indisponga con su propio partido, porque su mandato coincidirá nuevamente con una etapa en la que el Gobierno está en manos de una coalición entre los nacionalistas y el Partido Popular.

En cualquier caso, Padrón no era la primera opción del PSOE para este puesto. Durante meses, el PSOE presionó para que, en el reparto de cargos de designación parlamentaria, el que recayera en alguien del partido fuera la Presidencia del Consejo Consultivo de Canarias, en la que se quería colocar al exconsejero Julio Pérez. La negativa de la coalición de gobierno a ceder ese puesto –las negociaciones se retrasaron sobre el calendario previsto por la insistencia del PSOE en asegurarlo– provocó finalmente la reconsideración de seguir asumiendo la Diputación del Común, un puesto con mayor lucimiento público que la presidencia del Consejo Consultivo, pero que no interesaba a Julio Pérez, y en el que –además– existía consenso entre los partidos para proponer a una mujer.

Julio Pérez deberá por tanto conformarse con un puesto en el Consejo Consultivo, para el que se propondrá también a la exconsejera Paquita Luengo y a Luis Fajardo, ya miembro del Consejo. Para la Audiencia de Cuentas, el PSOE propondrá a Luis Ibarra y Almudena Estévez.

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