El Mirandés, un visitante idóneo para el Rodríguez López

El CD Tenerife recibe, este domingo, al conjunto burgalés, un equipo que no gana fuera de su estadio desde el mes de octubre y al que se le da muy mal jugar en el Heliodoro

Borja Garcés celebra el tanto con el que el Tenerife venció al Mirandés en el duelo de la temporada pasada.

Borja Garcés celebra el tanto con el que el Tenerife venció al Mirandés en el duelo de la temporada pasada. / María Pisaca

Asier Garitano aseguró, recientemente, que el Tenerife necesitaba «volver a hacer un gran partido». La victoria frente al Eldense y el empate obtenido en Alcorcón rompieron la mala dinámica de resultados blanquiazul, pero no llegaron fruto de una actuación redonda, lo hicieron tras el sufrimiento final ante la escuadra valenciana y la épica del empate de Sergio González en el duelo del pasado fin de semana en Santo Domingo. La escuadra insular sigue teniendo una cuenta pendiente consigo misma.

El duelo de este domingo (15:15) frente al Mirandés se antoja como una oportunidad inmejorable. No tanto por la confianza que hayan podido generar los dos últimos resultados de un representativo todavía en proceso de mejora, sino por dos datos muy concretos que convierten al equipo de Miranda en un huésped casi perfecto para el Rodríguez López.

Más de diez visitas sin ganar

El primer motivo para la esperanza son los horrorosos resultados de los jabatos en la Isla. El Mirandés necesitó de hasta nueve visitas al recinto de la Calle San Sebastián para sumar frente al Tenerife (un 1-1 en marzo de 2017) y de 11 para conquistar su primer triunfo (por 2-1 en 2020). En total, 13 antecedentes: 10 victorias locales, un empate y solo dos victorias visitantes.

El último enfrentamiento, en febrero de 2023, se saldó con victoria del equipo dirigido, en ese entonces, por Luis Miguel Ramis. Un solitario gol de Borja Garcés, de penalti en el minuto 78, mandó de vuelta a casa a los peninsulares con las manos vacías.

El recuerdo más feliz para los insulares se remonta a la temporada 79/80, cuando el técnico tinerfeño Olimpio Romero Jorge condujo a sus pupilos hacia un abultado triunfo (5-1). Marcaron Manolo, Mini, Salvador Mesa y Alberto, este último por partida doble. En aquella plantilla se encontraban, además de los goleadores, Julio Durán y José Flaco Meneses. 

 Otra tarde feliz, y mucho más reciente, fue la del 26 de junio de 2020. Después del parón liguero –y mundial– por culpa de la pandemia, el equipo de Rubén Baraja arrolló a un Mirandés que llegaba en aparente buen momento a la cita. Un tempranero gol de Aitor Sanz allanó el camino antes del doblete de Luis Milla. También anotó Joselu Moreno. Aquel equipo, que había empezado mal bajo la batuta de López Garai y que tocó fondo ya con Baraja justo antes de Navidad, volaba hacia la promoción, que se acabó esfumando con un tropiezo en casa ante el Deportivo (que acabó descendiendo) en el sprint final del campeonato. De esa plantilla ya solo quedan el propio Aitor, el nacionalizado montenegrino Nikola Sipcic y el canterano Javi Alonso, ahora recuperándose de su segunda lesión de ligamento cruzado. 

Horrible lejos de Anduva

Pero eso no es todo. Afortunadamente para los intereses tinerfeñistas, el Mirandés no es solo un pésimo forastero histórico en el Rodríguez López. También lo es, esta temporada, en casi cualquier estadio de Segunda División.

El conjunto comandado por Alessio Lisci no vence lejos de su feudo, el Municipal de Anduva, desde el pasado octubre, cuando ganó por 0-3 al Villarreal B. Antes, solo había conseguido doblegar al Zaragoza (el día 1 de ese mismo mes).

Desde entonces, cinco empates y tres derrotas. Es decir, cinco puntos de 24 en juego y una preocupante involucran. Las derrotas llegaron en las tres últimas salidas. En todas con el rival dejando la portería a cero, igual que en los tres empates anteriores (todos por 0-0). Es decir, seis partidos (más de 540 minutos) sin ver portería lejos de Miranda de Ebro.

El último resultado, precisamente la derrota más abultada. El Espanyol de Luis Miguel Ramis goleó a los rojillos por 3-0. Doblete de Braithwaite y otro de Aguado.

Pese a sus desastrosos guarismos a domicilio, el próximo rival blanquiazul ha permanecido todo el curso una posición clasificatoria cómoda, siempre alejado de los puestos de descenso. Su reciente desplome, no obstante, empieza a generar serias dudas. Una victoria en los últimos nueve partidos es la causa de que el margen con respecto a la zona roja se haya reducido a solo tres unidades. El Mirandés suma seis puntos en un parcial de 18 en juego (tres de los últimos 15). Las áreas dan y quitan puntos y a los castellanoleoneses no se les dan bien. Durante el mencionado espacio, 11 goles en contra y solo cuatro a favor (tres de ellos en un mismo partido, la única victoria).