El Tenerife mantiene a Asier Garitano

Los dirigentes siguen adelante con el entrenador guipuzcoano, que estará al frente del equipo blanquiazul en el partido del próximo lunes ante el Eldense, en el Heliodoro Rodríguez López

Asier Garitano.

Asier Garitano. / Agencia LOF

Julio Ruiz

Julio Ruiz

La intención del club en el inicio de la temporada era que el tema de debate en torno al Tenerife a estas alturas del calendario, estuviera centrado en el cálculo de los puntos necesarios para continuar o para formar parte del pelotón de cabeza de la clasificación, pero no, la realidad es otra y la pregunta que más se hace ahora el tinerfeñismo es si Asier Garitano seguirá entrenando al equipo una semana más. Y no es por una cuestión de gustos futbolísticos, sino por la sensación general de que conviene hacer algo para frenar la caída de un Tenerife que solo ha sumado 12 puntos desde que fue líder en la décima jornada. Con 33 tras 26 partidos jugados, ya está más cerca del cuarto por la cola –de la zona de descenso– que del sexto.

La pregunta de la semana se contesta de manera afirmativa. Salvo giro inesperado, Asier Garitano preparará el siguiente encuentro de Liga, ante el Eldense y, por supuesto, se sentará en el banquillo local del Heliodoro el lunes.

Aunque el resultado (1-0) y la imagen del equipo en La Cerámica no estuvieron a la altura de lo esperado, prevalece el mensaje transmitido por los dirigente la semana pasada. Al menos, hasta el citado compromiso de Liga contra los de Elda. El revés en el campo del Villarreal B no ha activado un plan B de ejecución inmediata. Otra cosa es que en el Tenerife se estén preparando, por si acaso.

Mauro Pérez, director deportivo del club, ya advirtió tres días antes de la visita a La Cerámica, que valoraba más los «procesos» que los números reflejados en los marcadores o en la clasificación. Por esa razón se mostró partidario de tener «tranquilidad» y confiar en el trabajo «profesional» y el nivel de la plantilla y del cuadro técnico. «Esa es la única manera de lograr resultados como los de la primera fase» de la temporada, apuntó refiriéndose a un tramo que el Tenerife cubrió con cifras de aspirante al ascenso. Pero claro, tal como recordó el propio Mauro Pérez, «el fútbol es muy cambiante» y está sujeto a los resultados.

En otras etapas de una crisis que ya dura demasiado, el presidente Paulino Rivero llegó a recordar que Garitano no había sido contratado para entrenar al Tenerife durante media Liga, sino para «dar continuidad a un trabajo», a un proyecto pensado para más de una temporada y que debería terminar con el ascenso a Primera.

Las dudas no son producto de la casualidad, sino de una trayectoria en Liga difícil de explicar. Porque el Tenerife pasó de ser el mejor de la clasificación en la décima jornada, con 21 puntos, a completar el posterior tramo de 16 partidos con dígitos de descenso: 12 puntos de 46. De ser el número uno, a ocupar la decimoquinta plaza y estar más cerca de los implicados en la lucha por la permanencia que de los que se posicionan para, al menos, pelear por el ascenso por la vía del playoff.

Un escenario impensable cuando el Tenerife derrotó al Burgos en el Heliodoro el 8 de octubre. A continuación empató con el Mirandés y el Levante, y encadenó cuatro derrotas seguidas que confirmaron que algo empezaba a ir mal. La posterior reacción, a modo de un empate con el Cartagena y dos triunfos consecutivos frente al Eldense y el Alcorcón, no tuvo continuidad. De hecho, el equipo no gana desde el 11 de diciembre.

El inicio de la segunda vuelta le brindó la oportunidad de remontar en la tabla con la disputa de tres partidos en casa de los primeros cuatro de 2024, pero tampoco así hubo manera de modificar el rumbo. El lunes, ante el Eldense, otra ocasión para detener la caída.