El Tenerife se pone deberes

Recuperar la consistencia defensiva y la fiereza a domicilio, primeros propósitos para

el recién iniciado 2023 l> Volver a ganar, una obligación para llenar el Heliodoro otra vez

Paulino Rivero, en el brindis realizado en el último entrenamiento del año pasado. | | CD TENERIFE

Paulino Rivero, en el brindis realizado en el último entrenamiento del año pasado. | | CD TENERIFE / Manoj Daswani

Manoj Daswani

Manoj Daswani

Deberes para el año nuevo. El CD Tenerife confía en que su historia en el recién comenzado 2023 sea muy diferente a la del último semestre del ya cerrado 2022, un año en el que pasó del éxtasis por su clasificación para la final por el ascenso a la difícil recuperación postraumática, con pésimos resultados después del descalabro en el último partido contra el Girona en el Heliodoro Rodríguez Löpez. Recuperar la fiereza a domicilio y la consistencia defensiva son los principales retos para los partidos que vienen. Desde tales coordenadas confía Luis Miguel Ramis en volver a convertir las victorias en una costumbre. De lo contrario, el paisaje se volvería muy sombrío (y preocupante) para el conjunto representativo.

Llenar el Heliodoro.

Los flojos dígitos de afluencia de espectadores al recinto capitalino son una preocupación compartida por el nuevo presidente, Paulino Rivero; los componentes de su consejo de administración y también el cuadro técnico. El club cerró 2022 con los registros más grises desde que se recuperó el aforo completo del Heliodoro; y los números de asistencia al campo fueron especialmente flojos en los dos últimos duelos en casa frente a Alavés (6.794) y Andorra (8.697). Ahora bien, solo se logrará volver a los cinco dígitos (afluencia por encima de los 10.000) si antes llegan los triunfos. Y eso buscarán los blanquiazules este sábado en su primer partido del año contra un Málaga igualmente necesitado.

Puertas a cero.

Y para volver a las victorias lo primero será echar el candado a la portería de Juan Soriano. El pluscuamperfecto rendimiento del profesional andaluz en su primera temporada en la Isla vino acompañado de una extraordinaria sincronización defensiva hasta firmar más de una decena de porterías a cero. En cambio, durante el presente curso han sido solo cinco las ocasiones en las que Soriano ha logrado blindar su marco: ante Racing de Santander, Granada, Huesca, Burgos y Cartagena. Hay otro detalle que llama poderosamente la atención: el equipo de Ramis solo ha acabado sin encajar en uno de sus partidos ligueros fuera del Rodríguez López, coincidente con el único triunfo a domicilio que luce en el casillero de los insulares. Fue ante el entonces inquebrantable Burgos en El Plantío. El gol, de penalti, lo transformó Elady Zorrilla.

Ganar fuera.

Los raquíticos números blanquiazules en su versión visitante le convierten en uno de los equipos menos solventes fuera de su estadio. Apenas seis puntos han traído los de Ramis de sus desplazamientos de este curso; a lo que se añade que en la Copa del Rey fueron apeados con estrépito ante el Pontevedra en su última comparecencia del año pasado, que además dejó un muy mal sabor de boca. A día de hoy, hay solo un equipo con peor bagaje como visitante, el colista Ibiza; y el desafío para los blanquiazules es revertir esta dinámica cuanto antes. Por lo pronto, los primeros compromisos que les esperan en la Península son ante equipos de distinto perfil: primero el Málaga, luego el Cartagena y a continuación el Racing de Santander, todos ellos en partidos previstos para el recién estrenado mes de enero. Tanto andaluces como cántabros residen en zona peligrosa.

Recuperar la mejor versión de Shashoua y Corredera, uno de los grandes desafíos para el nuevo año

Un paso al frente.

Una de las causas que explica la decadencia blanquiazul tras el pinchazo mayúsculo en la final de junio tiene que ver con los rendimientos individuales. Hay jugadores que ofrecieron un comportamiento intachable durante el curso del casi ascenso; y que ahora no son siquiera una sombra de su mejor versión. El caso más flagrante es el del central José León, que sale mal parado en cualquier comparativa con la campaña previa; y al que incluso han mandado al banquillo en más de una ocasión para que pudiese oxigenarse y volver más fuerte. De momento, no hay ni rastro de su nivel sobresaliente del año pasado; y su caso no es una excepción. Tampoco están al mismo nivel Enric Gallego, Pablo Larrea, Aitor Sanz o el propio Soriano.

Recuperar a Sam y Corredera.

Uno de los motivos que esgrimen los nuevos gestores del club para dar por sentado que habrá una reacción del representativo es que Ramis ya podrá contar –se supone que en plenitud de condiciones– con dos hombres que le han faltado por largo tiempo tras pasar por quirófano. Rara vez sucede que un par de futbolistas capitales del mismo equipo se ven abocados a ser intervenidos quirúrgicamente en la misma fase de la competición; y es lo que ha ocurrido con Shashoua, operado de pubalgia; y Corredera, quien aún acusa molestias en el pie después de pasar por las manos del doctor Guillén. Si vuelven por sus fueros, el Tenerife habrá encontrado en ellos a dos piezas esenciales para volver a lucir.

El nivel de los fichajes.

Obviamente hay que mirar al trabajo realizado en los despachos y a la muy floja aportación de la mayoría de refuerzos estivales. Empezando por el fichaje estrella, Mo Dauda, que no está al nivel deseado; y sin disimular que ya pueden darse por fallidas las contrataciones de Andoni López y especialmente Arvin Appiah, ya fuera del club y a quien se le había comunicado que no seguiría hace un mes y medio. De los que sí continuarán se espera una reacción. Por lo pronto, solo Iván Romero y Waldo Rubio pueden estar satisfechos con su rendimiento hasta la fecha. Por lo general, la sensación es que todos pueden dar más.

Refuerzos en camino.

El bajo grado de satisfacción con los hombres fichados en verano obliga a hacer un esfuerzo y agudizar al máximo el catalejo para hallar fichajes que mejoren el nivel competitivo de la plantilla. Hay conveniencia entre técnicos y directivos en que hacen falta altas en defensa, al menos dos, una para el lateral izquierdo y otra para el eje de la retaguardia. Y desde hace semanas buena parte de los esfuerzos se centran en encontrar un fichaje que aporte en ataque, de ahí el interés (confirmado por el club) en el colombiano Narváez. Ahora bien, enderezar la nave es un desafío colectivo. «No son los que vengan, sino los que ya están los que nos tienen que sacar de aquí», ha verbalizado Jose Miguel Garrido, máximo accionista del club.

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El CD Tenerife se emplea a fondo no solo en el área deportiva, donde vienen cambios con la inminente desvinculación de Juan Carlos Cordero y la llegada de un sustituto, que ya está elegido. Aunque las fechas navideñas casi siempre traen consigo un momento de parálisis o disminución de la actividad, el reciente relevo en la presidencia ha obligado a los responsables de todas las áreas a redoblar esfuerzos para adaptarse a una nueva forma de trabajar. Además, Paulino Rivero les ha puesto deberes. Uno de ellos: llenar el Heliodoro.

«El partido contra el Andorra debe ser el último con menos de 9.000 espectadores», sostienen fuentes de la parcela administrativa. De ahí que ya estén trabajando en lanzar muy ambiciosas promociones para elevar la afluencia de público al primer partido oficial del año en casa, el 14 de enero contra la Ponferradina. El plan habría sido diferente si el equipo blanquiazul hubiese obtenido el pase a la siguiente ronda de la Copa del Rey, lo cual le habría devuelto a la actividad hoy o mañana, días en los que se disputan partidos correspondientes a los dieciseisavos de final del torneo del KO. Pero no fue así, de modo que el Tenerife esperará al cierre de la campaña navideña (sigue operativa la venta de los abonos para la segunda vuelta) y presentará «de forma muy original» -apuntan las mismas fuentes- una serie de decisiones para llenar el estadio. Todo indica que los abonados dispondrán de invitaciones para ir con un acompañante.

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