Rifirrafe por el ‘perreo feminista’ entre Santana y Navarro

La diputada del PP afea que Derechos Sociales «frivolice» con la violencia machista y la consejera ve un «problema generacional»

La socialista Patricia Hernández, ayer, bromeando con la consejera Noemí Santana. | |

La socialista Patricia Hernández, ayer, bromeando con la consejera Noemí Santana. | | / María Pisaca

La consejera de Derechos Sociales del Gobierno de Canarias, Noemí Santana, perreó ayer a la diputada Australia Navarro en medio de un rifirrafe entre ambas por el festival de «perreo feminista» organizado por su departamento. En el lenguaje coloquial, perrear significa en Venezuela menospreciar a alguien, lo que se parece mucho al «problema intergeneracional» al que Santana achacó las pretendidas dificultades de Navarro para entender por qué había que bautizar el festival con el nombre de un baile asociado a una música, el reguetón, cuyas letras tienen poco de feministas. Eso en el mejor de los casos, porque en el peor son sencillamente misóginas, algo de lo que la propia consejera puso varios ejemplos durante el pleno del Parlamento de Canarias. Sea como sea, a la diputada del PP no le molestó en lo más mínimo la alusión a su edad de la representante del Ejecutivo –Navarro despachó el desaire con un revelador movimiento de ojos–, pero sí se mostró contrariada por entender que el perreo feminista con que la consejería bautizó el festival supone «frivolizar» el feminismo.

«Hay que tener una cara de cemento armado para vincular perreo y feminismo», le espetó a Santana la parlamentaria del Partido Popular. La que fuera candidata del PP a la presidencia del Gobierno de Canarias llevó así a la Cámara la controversia suscitada por el festival de perreo feminista celebrado el pasado octubre en las instalaciones del Lago Martiánez, en el municipio turístico del Puerto de la Cruz. La Dirección General de Juventud gastó 105.000 euros en un evento que incluyó una serie de talleres a los que tan solo se apuntó una treintena de personas. Desde Derechos Sociales justificaron el festival en la necesidad de «resignificar» la música urbana, «que es más que lo que la sociedad conoce de ella: letras con contenidos machistas que cosifican o atentan contra la dignidad de las mujeres». «Se trata de resignificar los movimientos asociados al reguetón y entenderlos como un lugar desde el que conocerse personalmente y expresarse, crear un espacio seguro y de confianza en el que expresarnos libremente sin miradas sexualizadoras y juzgadoras y emplear la danza como herramienta de empoderamiento, expresión, desahogo y diversión», explicó en su día la consejería. «Todo muy coherente», se quejó ayer Navarro.

La popular ironiza con una canción de Maluma y ve a los partidos del pacto «felices los cuatro»

La diputada señaló el contrasentido que encierra la organización de este festival de perreo feminista cuando desde Podemos –partido al que Santana representa en el Consejo de Gobierno– han criticado en distintas ocasiones que se subvencionen conciertos de reguetón por el contenido sexista de muchas canciones. «Así que Podemos critica que se subvencionen los conciertos de reguetón, pero si Podemos añade las palabras mágicas feminista y empoderamiento, entonces está bien», ahondó Navarro, que se preguntó y le preguntó a Santana en qué ayudó este festival a la lucha contra la violencia machista. «Lo que sí ayuda, lo que sí quieren las mujeres empoderadas, es que los violadores y los agresores sexuales cumplan su pena íntegra en la cárcel», enfatizó la parlamentaria en referencia a la más que polémica ley del sí es sí pergeñada por el Ministerio de Igualdad de Irene Montero, la número dos de Podemos. «Lo perree usted como lo perree, es un despropósito, pero este Gobierno está como Maluma, felices los cuatro», ironizó la popular con el título de una canción del cantante colombiano.

La consejera insistió de entrada en que no hay ninguna irregularidad en la celebración del festival, de modo que los 105.000 euros están justificados. Justificados al menos desde un punto de vista legal y contable. No obstante, Santana también pasó al ataque y deslizó que tal vez sea por un «problema intergeneracional» por el que no se entiende, y por ende no entiende Navarro, que el reguetón es el tipo de música más consumido entre los jóvenes de 18 a 30 años, lo que exige «hablar su lenguaje» y «hablar de sus intereses». Con ello se busca «combatir» el sexismo de muchas canciones, de las que puso algunos lamentables ejemplos.

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