Las universidades canarias descartan una selectividad única en el Estado

El consejero de Educación defiende un examen adaptado a la «realidad» de las Islas

Reunión entre el consejero Poli Suárez y los rectores de la ULPGC (derecha) y la ULL (izquierda).

Reunión entre el consejero Poli Suárez y los rectores de la ULPGC (derecha) y la ULL (izquierda). / NGEL MEDINA (EFE)

El Día

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La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y la Universidad de La Laguna (ULL) ven entre «inviable» y «muy complicado» sumarse a una Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (Ebau) común para toda España. Durante un encuentro con el consejero de Educación del Gobierno de Canarias, Poli Suárez, descartaron la propuesta lanzada por Alberto Núñez Feijoó (Partido Popular) para las comunidades donde gobernase ese partido de cara a implantar un examen único a partir de 2025, tanto en contenidos, como en criterios de corrección y fecha de celebración.

«Como organizadores de la prueba, nuestra recomendación es que no puede ser un examen único. No sé si en un escenario dentro 20 años, pero, hoy por hoy, esto es inviable», ha explicado el rector de la ULPGC, Lluís Serra. En este sentido, ha recalcado la dificultad de establecer un examen único en todo el territorio español y, en el caso de la ULPGC, por «motivos ligados a la canariedad» y a «aspectos más concretos de algunas materias que se imparten de forma distinta» en cada territorio. Como ejemplo, ha recordado que «en la Comunidad Valenciana la mitad de la docencia es historia de esa comunidad, mientras que los jóvenes» del Archipiélago «tienen menor conocimiento de la historia de Canarias como tal», por lo que ve necesario «reforzar estos aspectos».

Por su parte, el rector de la ULL, Francisco García, ha manifestado que durante la reunión con el consejero y su homólogo de la ULPG «se ha constatado la altísima dificultad para avanzar en Canarias en esa propuesta de una EBAU única a nivel nacional. En Canarias creo que coincidimos todos los agentes con responsabilidades en la elaboración de la prueba en que esto es muy complicado».

El consejero de Educación, también del PP, recordó que «desde el minuto uno dije que vamos a ir de la mano de las universidades canarias. Y es lo que hemos hecho». Por ello, se sumó a las posturas de los rectores al declarar que la Consejería no está en el camino de la propuesta de Feijoó. «Vamos a hacer la prueba acorde de la realidad de nuestra tierra y de nuestra gente, por lo tanto, los dos rectores y la Consejería coincidimos».

Las fechas de la celebración de la prueba ordinaria de selectividad de este año tienen lugar los días 5, 6, 7 y 8 de junio. El primer día se convocará el alumnado de las modalidades de Humanidades y Ciencias Sociales, Artes y General para la realización de las pruebas de la fase general (Lengua Castellana y Literatura II, Primera Lengua Extranjera II, e Historia de España o Historia de la Filosofía), y el segundo día se convocará al alumnado de la modalidad de Ciencias para la realización de las pruebas de esas mismas materias. Las convocatorias extrardinarias serán los dias 3, 4 y 5 de julio.

Entre otros temas abordados en la primera reunión oficial entre los dos rectores de las univeridades públicas y la Consejería de Educación, figuró también la posibilidad de firmar entre Gobierno y universidades públicas canarias un convenio para la realización de los proyectos de investigación por parte del alumnado de máster, la mejora de la participación del área que dirige Suárez en la formación inicial de los futuros docentes que estudian en estos centros, o la posibilidad de que, durante su prácticum en colegios e institutos públicos, esos mismos estudiantes impartan actividades en horario de tarde para reforzar determinadas competencias entre la población escolar de las islas.

El rector de la ULL remarcó la importancia de apostar por «la mejora de la educación en Canarias, que es clave para el futuro, el principal factor de ascenso social». Así, recordó que en la actualidad adolece de muchos déficits, que se ven reflejados en el rendimiento académico y en el desempleo o desigualdad social.

Serra también reivindicó la mejora en investigación e innovación educativa y de la necesidad de retener talento. «Entre las dos universidades pública, cada año recibimos 10.000 alumnos nuevos. Tenemos que seguir formándolos bien y facilitar el espíritu emprendedor dentro del propio alumnado para que no se vayan. El empleo no depende de las universidades, sino de adaptar la oferta al mercado, que lo estamos haciendo. Lo importante es que luego el tejido empresarial los acoja con salarios dignos, y todo ello potenciando la transferencia de conocimientos. Si no somos capaces de establecer un diálogo docente con las empresas, difícilmente seremos capaces de crear esas sinergias», expuso Serra.