Comida

Estos famosos yogures no son tan buenos como pensabas

Este alimento es uno de los más utilizados en las comidas españolas y mediterráneas pero hay que tener cuidado con según qué tipo se consume

Yogures naturales.

Yogures naturales.

El yogur, uno de los alimentos preferidos en los hogares españoles y un clásico de las comidas de países mediterráneos, es mucho más que un simple postre. Aunque su versatilidad permite disfrutarlo de diversas maneras, ya sea en el desayuno, la merienda o como complemento en recetas, no todos los yogures son igualmente beneficiosos para la salud, revela un análisis detallado.

A pesar de su reputación como fuente de calcio, estimulante para la movilidad intestinal y restaurador del equilibrio de la flora intestinal, algunos yogures pueden convertirse en fuentes ocultas de azúcar, lo que aumenta el riesgo de obesidad, enfermedades cardiovasculares, hipertensión y diabetes, según un estudio de 2018.

El secreto para elegir un yogur saludable radica en leer detenidamente la lista de ingredientes. Un yogur auténtico solo requiere leche y fermentos lácteos, pero si la lista incluye azúcares, edulcorantes, saborizantes o aromatizantes, se convierte en un producto procesado que debe consumirse con moderación.

Límite de azúcar recomendado

La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere un límite diario de 25 gramos de azúcar, lo que requiere especial atención al elegir yogures desnatados o bajos en grasa, ya que a menudo se les añaden edulcorantes. Aunque menos perjudiciales a corto plazo que el azúcar, los edulcorantes pueden afectar la microbiota.

El yogur griego casero difiere significativamente del comercial, que contiene hasta un 10% de materia grasa, mientras que el casero puede hacerse sin añadir grasa láctea. La distinción se extiende a los yogures de sabores: se recomienda personalizar yogures naturales con endulzantes moderados, como azúcar, miel o frutas, en lugar de optar por versiones preenvasadas.

Regla del 3-4-3

No todos los productos etiquetados como yogures cumplen con los estándares legales. Según la legislación, solo los yogures que contienen streptococcus thermophilus y lactobacillus bulgaricus pueden llamarse legalmente yogures. Esto excluye a los 'bifidus' y a otros productos como la leche fermentada, el kéfir, los 'petit suisse', natillas, flanes, cuajada y postres con bebidas vegetales.

La divulgadora Marián García propone la regla del 3-4-3 para identificar yogures saludables: un 3% de grasa, 4% de azúcar y 3% de proteínas. Estas proporciones reflejan los nutrientes presentes naturalmente en la leche, sin añadir ingredientes que alteren sus propiedades.