¿Es imposible dormir a tu bebé? Estas cinco pautas pueden ayudarte a que alcance el sueño

Cuando se tiene un bebé, uno de los desafíos más complicados es el manejo del sueño. Conseguir que el pequeño o pequeña se duerma a sus horas suele ser una tarea ardua para muchos padres y madres, que a menudo buscan todas las fórmulas y técnicas posibles para lograr el descanso, también para ellos.

Lo ideal es que los bebés se puedan dormir más rápido y además se mantenga así cada vez durante un tiempo más prolongado. Lo común es que los recién nacidos lloren al acercarse la hora de dormir y a menudo, resulta complicado calmarlos y lograr que se duerman.

Las razones pueden ser diversas: hambre, un pañal sucio, molestias estomacales, malestar por alguna enfermedad, entre otros. En ocasiones, es difícil determinar exactamente qué está causando el insomnio o la irritabilidad en el pequeño, pero hay algunos trucos y consejos que hacen que esta tarea sea más fácil de lo que pueda parecer.

Entre los principales objetivos o al menos el primer paso es calmar el llanto que parece incosolable. Para ello, hay algunas técnicas que pueden resultar de gran ayuda sobre todo cuando se aplican de manera constante.

Cinco consejos

Buscar la comodidad

Antes de colocar al bebé en la cuna hay que comprobar que esté cómodo: comprobar si hay que cambiarle el pañal o si tiene hambre y asegurarse de que va vestido de manera acorde al clima. De hecho, es recomendable que la habitación esté fresca y agradable, además de buscar un ambiente tranquilo y acogedor que harán que se duerma más rápidamente.

Algunas recomendaciones para ello es bajar las persianas y apagar las luces, dejando solo una de noche, además de reproducir sonidos relajantes.

Envolver al bebé

La envoltura del recién nacido es la fórmula más adecuada para dormir: arropados se concilia mejor el sueño pero es que en el casos de los más pequeños, por su escaso control motórico, es nromal que al agitarse acaben despertando involutariamente. Y sí, se evita al estar envuelto.

Para ello hay que usar una manta de algodó ligero para evitar que pase mucho calor y dejando espacio suficiente para que mueva las caderas y las piernas. Eso sí, esta técnica debe abandonarse aproximadamente a los dos meses porque ya empezará a rodar por su cuenta y tendrá más control de sí mismo.

Horarios

El desarrollo del ritmo circadiano de un bebé tarda aproximadamente 16 semanas en completarse. Durante los primeros meses, el sueño de tu bebé puede ser bastante desordenado. Sin embargo, te recomendamos establecer una rutina. Existen diversas aplicaciones disponibles para hacer un seguimiento del sueño y entender los ritmos biológicos de tu bebé. Incluso algunas te pueden enviar notificaciones cuando esté listo para volver a dormirse.

Es importante hablar también sobre las regresiones del sueño. A veces, tu bebé puede haber estado durmiendo bien durante semanas o incluso meses, y de repente comienza a despertarse nuevamente. Esto suele ocurrir entre los cuatro y siete meses, cuando los bebés se vuelven más activos. No te preocupes; generalmente, tu hijo volverá a establecer un patrón de sueño regular en unas pocas semanas.

Vigilar durante el día

Según los expertos, los bebés tienden a sentirse más tranquilos y seguros, y por ende, más preparados para dormir, cuando reciben atención y estimulación durante el día. Es importante que dediques tiempo a abrazar, jugar y hablar con tu bebé. Si le brindas afecto y atención durante las horas de vigilia, es más probable que se calme antes de dormir. Sin embargo, evita realizar estas interacciones durante las comidas o los cambios de pañales nocturnos. Procura que estas interacciones sean calmadas y breves, de modo que tu hijo pueda asociar la noche con el sueño y el día con la actividad y la emoción.

Rutina para dormir

Entre las 6 y las 8 semanas de edad, se puede empezar a establecer una rutina relajante a la hora de dormir, con técnicas calmantes y relajantes, alejado de estímulos y siempre concluyendo en la habitación del bebé.

Algunas de las acciones para conseguir esta rutina son dar un baño tibio, ponerle el pijama, balancearle o mecerle, cantarle una canción de cuna o atenuar las luces.