Semana Santa | Los actos imprescindibles en la Isla

Las citas más importantes de la conmemoración de la pasión de Cristo en Tenerife

Adeje, Guía de Isora, Los Realejos y La Orotava siguen la estela de Aguere con actos destacados

Procesión celebrada ayer en el interior de la iglesia de La Concepción de La Laguna. | | ANDRÉS GUTIÉRREZ

Procesión celebrada ayer en el interior de la iglesia de La Concepción de La Laguna. | | ANDRÉS GUTIÉRREZ / E. D.

El Día

El Día

Las calles de las ciudades y pueblos de Tenerife se preparan para conmemorar la pasión de Cristo, con un amplio programa de actos en el que brillan las procesiones.

Un año más, San Cristóbal de La Laguna, que acoge la sede del Obispado, acaparará protagonismo pero hay otras citas, además de la propia capital de la Isla, que son imprescindibles de la Semana Santa, cuyos principales actos arrancan este fin de semana.

La Pasión de Adeje

Es uno de los actos más espectaculares de la Semana Santa tinerfeña. La representación de La Pasión de Adeje llegará el próximo Viernes Santo en su vigésimo séptima edición al casco del municipio sureño.

El año pasado intervinieron alrededor de 300 actores y actrices amateurs y profesionales a quienes se sumó el personal técnico y logístico. Esta importante manifestación cultural adejera representada, a lo largo de la Calle Grande, evoca los últimos momentos de la vida de Jesús.

La Pasión de Adeje se inicia con la entrada mesiánica de Jesús, lo que se conoce como el Domingo de Ramos, donde tiene lugar el diálogo: «Dejad que los niños se acerquen a mí porque de ellos será el reino de Dios».

La escena de la crucificción, la más significativa de toda la representación, se inicia con el recorrido tortuoso de Jesucristo, quien bajo los latigazos de los romanos se despide de su madre por última vez. Con la cruz a cuesta, la obra llega a su fin.

Esta puesta en escena empezó a organizarse por los vecinos en el año 1996 y, con el paso del tiempo, la buena acogida popular y el afianzamiento de los habitantes de este festejo como una seña de identidad, el municipio ha asumido este evento cultural como un atractivo turístico. Todos los años la representación se puede ver en la Televisión Canaria.

La Pascua Florida de Guía de Isora

Es la cita más original de la Semana Santa tinerfeña y la que más une la religión con la cultura. Guía de Isora se convierte por en un lugar de referencia con la celebración de la Pascua Florida. La creación artística y la tradición se unen en Guía de Isora para dar vida a un evento único en el territorio nacional por la temática que ofrece.

Este año tendrá lugar entre los días 28 y 31, jornada en las que el arte floral y el arte contemporáneo se fusionan, mostrando más de una veintena de instalaciones artísticas en el casco histórico de Guía de Isora. Además a lo largo de estos cuatro días se realizan actividades paralelas como teatro, música , danza , exposiciones, maratón fotográfico….

Se trata de una muestra floral en la que el arte efímero se hace protagonista, representando diferentes escenas o recreaciones inspirados en la Pasión de Cristo, todo ello en un escenario que indudablemente constituye un valor añadido a este singular proyecto, el casco histórico de Guía de Isora de gran valor histórico-artístico.

Esta simbiosis de arte y tradición, hace que Guía de Isora se convierte por unos días, entre el Jueves Santo y el Domingo de Pascua, en visita obligada por parte del turismo y cada vez más, por los residentes en la Isla, reactivando el interés turístico de Guía de Isora con esta propuesta artística de interés para residentes, visitantes y amantes del arte.

Pascua Florida

Pascua Florida / Carsten W. Lauritsen

La tradición de Los Realejos

La Semana Santa realejera es famosa por su escrupuloso respeto a la tradición. El cartel de este año es una composición fotográfica protagonizada por la imagen de la Piedad y el Cristo descendido de la Cruz de la Parroquia Matriz de Nuestra Señora de la Concepción de Realejo Bajo, acompañada por los Santos Varones, José de Arimatea y Nicodemo.

La elección se debe a que este año la Cofradía de la Piedad de Realejo Bajo cumple su 25 aniversario, motivo añadido por el cual se ha querido homenajear en esta edición su devoción.

Adolfo González, alcalde de Los Realejos, resalta «el reencuentro con la identidad cultural de Los Realejos que cada año aportan la fe y la tradición religiosas en su Semana Santa, coordinada nuevamente desde las distintas comunidades parroquiales con ceremonias y cultos, con destacada participación, especialmente de hermandades y cofradías, tanto en los templos como en las procesiones». «El patrimonio escultórico religioso realejero toma las calles, con el apoyo promocional, logístico y en materia de seguridad por parte del Ayuntamiento de Los Realejos, siempre en consenso con los párrocos», detalla el regidor norteño.

La Orotava, una Semana Santa cada vez más atractiva

La conmemoración anual de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo en la Villa de La Orotava representa la puesta en escena de uno de los principales acontecimientos socioculturales que ha alcanzado una notable relevancia en la localidad desde sus orígenes, erigiéndose junto a las fiestas patronales y en especial junto a la Infraoctava del Corpus Christi, en la época en que La Orotava es visitada por un mayor número de personas. Durante el desarrollo de los eventos que constituyen la Semana Mayor de la Villa, adquiere un valor añadido el componente devocional que subyace en cada acto, individualizado en el recogimiento y reflexión personal de los presentes, acciones que no están reñidas con la contemplación de verdaderas obras de arte, personalizadas a su vez en los pasos procesionales que se apoderan de las calles durante esos días.

Sobre este marco cultural se desarrolla una Semana Santa sobria y elegante, desprovista de costumbres descontextualizadas que se han abierto paso en las celebradas en otros pueblos de las Islas, y que afortunadamente conserva la esencia de centurias pasadas pese a la lógica evolución social inherente al paso del tiempo. Muy poco ha variado la fisonomía original de la celebración de la Pasión de Cristo en la Villa, con respecto a la época de gestación y consolidación (siglos XVII y XVIII) y a la de su desarrollo último (siglo XIX). En tal sentido, aún perviven tradicionales condicionantes que la sitúan muy próxima a los parámetros prebarrocos y barrocos, tamizados por la templanza espiritual isleña, tanto desde la perspectiva de la imaginería que protagoniza los pasos procesionales, como desde el punto de vista de la puesta en escena de la liturgia.