Colas en las autopistas | La Isla empieza a actuar para solucionar un problema enquistado

Tenerife toma a Mallorca por referente para el futuro sistema ferroviario isleño

La diferencia en la orografía no impide que el Cabildo se fije en el modelo balear, con 150 años de historia, para tomarlo como ejemplo en la futura red de transporte guiado

Un momento de la 'Jornada Técnica sobre transporte guiado en territorios insulares', celebrada el pasado lunes.

Un momento de la 'Jornada Técnica sobre transporte guiado en territorios insulares', celebrada el pasado lunes. / E. D.

«Será maravilloso viajar (en tren) por Mallorca». La letra de la canción que popularizaron Los Mismos en los años 60 del pasado siglo puede aplicarse como licencia, con el añadido del sistema ferroviario balear que, pese a las diferencias orográficas entre ambas islas, es referente para el Cabildo de Tenerife a la hora de plantear una futura red de transporte guiado. También hay similitudes como la de ser geografías limitadas. Así quedó definido durante la jornada técnica sobre estos modelos de movilidad en territorios insulares celebrada el pasado lunes en el Auditorio de Santa Cruz. En este escenario, Pau Cavaller, técnico de Infraestructuras del Serveis Ferroviaris de la capital de Islas Baleares, glosó los 150 años de historia de su ferrocarril.

Decisión y valentía. Eulalia García, consejera de Movilidad del Cabildo de Tenerife, valora que «entender esta experiencia, desarrollada en una realidad como la nuestra, es crucial y muy enriquecedor». Resalta el hecho de «conocer de la mano de Serveis Ferroviaris de Mallorca el pasado y, especialmente, el presente y el futuro ferroviario de esta Isla balear». Incide en que «se trata de un territorio insular como el nuestro, que dispone de tres líneas de tren y dos de metro». La consejera contextualiza sobre la realidad de Tenerife: «Nuestro espacio geográfico es limitado, con un millón de habitantes y una población flotante, derivada del turismo que nos visita, de unas 200.000 personas lo cual, unido al alto nivel de motorización sobre las vías, provoca serios problemas de movilidad en la Isla que debemos afrontar con decisión y valentía».

Apuesta balear. Apolonia Fuster, al igual que su compañero Pau, es técnica, en este caso de Instalaciones de Serveis Ferroviaris de Mallorca. Participa en la mesa redonda final de la jornada y lo tiene muy claro: «La solución es el ferrocarril que forma parte del pasado, del presente y, sobre todo, del futuro en las islas para facilitar la movilidad de la gente». En Mallorca, señala, «lo tenemos hace casi 150 años y venimos a hablar de las experiencias buenas y malas que hemos tenido a lo largo de la historia». Al respecto indica que «ha habido periodos de esplendor y otros de contracción, pero de todo se aprende». Fuster había estado una sola vez en la Isla, pero sabe de su orografía con el Teide como eje. «Nuestra Isla es mucho más plana», subraya. Explica que tienen dos líneas ferroviarias, Una, Metropalma, subterránea, con ocho kilómetros hasta la universidad, y trenes de cercanías que se bifurcan, con 64 kilómetros hasta Manacor –el pueblo de Rafa Nadal– y 46 hasta Sa Pobla. Fuster cree que «el ferrocarril es extrapolable a Tenerife por su sostenibilidad, sobre todo en un territorio pequeño como el nuestro». Valora que «tenemos una gran capacidad de mover gente en pocos metros y consumir menos territorio». Resume: «Prevemos transportar diez millones de pasajeros en trenes durante este año». Ventajas: «Puntualidad, rapidez y tranquilidad para leer un libro u oír un podcast en el trayecto. Se gana en calidad de vida».

De allí y de aquí. Recuerda la técnica la colaboración «constante y habitual» con Metrotenerife: «Ustedes quieren traer aquí los trenes y nosotros llevar allí el tranvía». Sentencia: «La solución no es poner más carriles, porque se vuelven a atascar». Apolonia Fuster reconoce: «Al principio, la gente es reacia al ferrocarril», pero «a nivel de impacto medioambiental, es un sistema mucho menos agresivo que una autopista, traslada a mucha más población y con menos ocupación del territorio».

Siglo y medio. Pau Cavaller enumera las bondades del ferrocarril de Palma y del transporte guiado como la gran capacidad, la eficiencia energética, la solución a los grandes retos de la movilidad y la vertebración territorial. Reflexiona: «El ferrocarril es cada día más seguro, más confortable, más fiable y más eficiente. Además de desarrollar una red para llegar a los lugares donde hay demanda». Aboga por «una política tarifaria coherente, por la intermodalidad para optimizar la cobertura y la vertebración y por dar prioridad a las actuaciones encaminadas a incrementar la eficiencia». Da la idea de impulsar «un pacto político de consenso por el tren». Aplicable también en Tenerife.