Entrevista | Ignacio Rodríguez ALCALDE DE LA MATANZA

Ignacio Rodríguez: «Hay que aprender de este suceso para mejorar la comunicación con los municipios»

Ignacio Rodríguez

Ignacio Rodríguez / El Día

Los vecinos de La Matanza vivieron con mucha ansiedad y preocupación el avance del fuego. Lo peor, a decir de su alcalde, Ignacio Rodríguez, fue la incertidumbre sobre cómo iba a evolucionar. Los ciudadanos de barrios como La Vica o El Pirul vieron amenazadas sus propiedades; la peor noche se vivió del viernes al sábado en la zona alta de La Vica. Rodríguez asegura que los medios llegaron justo en el momento en que se pudo frenar un avance mayor hasta el Reventón que hubiese permitido al fuego arrasar con viviendas. Se trata de un relato que pone la piel de gallina, con seiscientas personas evacuadas, la gran mayoría durmió en viviendas de familiares o segundos hogares. La Matanza tuvo que usar medios propios, como operarios de parques y jardines y una cuba propia, para tratar de frenar el avance de las llamas cuando aún, según relatan, no había otros medios para ayudar con la extinción. Cuando todo parecía que estaría controlado y que las afecciones a las viviendas eran limitadas, el humo se convirtió en otra nueva amenaza. Es el relato de un incendio en un municipio que no tiene actividad ganadera pero sí agrícola, cuyo bosque quedó afectado en un 90% y en un 30% la zona de cultivo de castaño, una importante entrada económica para las familias de La Matanza.

¿Qué conclusiones extrae de una situación tan complicada como la vivida en el incendio de agosto?

Que se necesita más coordinación. O coordinación a secas porque realmente no hubo. Estuvimos pendientes noda la noche y no fuimos avisados de nada, cuando llegó al municipio, el viernes, fue horroroso. Estábamos activados para esa eventualidad, teníamos a disposición las dependencias municipales, la residencia de mayores y otros recursos, pero tener que sacar a la gente de sus casas dejándolo todo atrás es un golpe para la población que queda afectada durante mucho tiempo.

¿Cuál es su valoración sobre el trabajo de extinción?

Primero que nada, hay que agradecer a todo el mundo lo que hizo, por su trabajo y esfuerzo. Yo lo viví de forma muy directa, la profesionalidad y el riesgo que se corría cuando estaban interviniendo los bomberos que salvaban las viviendas… Es una situación muy difícil con mucho estrés y esas personas supieron encaminar lo que iba dirigido a convertirse en una tragedia. Pero previo a ese momento, lo peor fue la desesperación, inquietud e impotencia porque no sabíamos cuándo iba a llegar el fuego al municipo. Este es un defecto que hay que solventar de cara al futuro, hay que corregir la coordinación y la información que llega a las corporaciones municipales a las que no se puede dejar al margen de la información porque somos los que estamos directamente afectados, y los que tratamos con una población que está en estado de shock y necesita saber qué está pasando y si están a salvo sus vidas y sus pertenencias. Es algo que he hablado con la presidenta del Cabildo, y ya vamos tarde en sentarnos a analizar, con sosiego, lo que se puede mejorar de cara a eventuales nuevos sucesos. Además, no se puede llamar éxito a un incendio que ha calcinado tantas hectáreas. No obstante, insisto en que hay que felicitar a los medios de extinción y a la población que tuvo una respuesta ejemplar, no solo obedeciendo las indicaciones de las autoridades, sino siendo solidaria y ayudando a quien estaba en situación de desalojo de la forma en que cada uno podía.

¿Helicópteros o hidroaviones?

Este tema ha sido sometido a debate en más de una ocasión, y son los técnicos los que se deben decidir. Pero cuando usted ve cómo se maneja un helicóptero, que en el caso de este último incendio venía a recoger agua a nuestro municipio, aunque luego se marcharan a echarla a otros, te das cuenta de que lo más operativo es un helicóptero. No obstante, creo que lo primero que se debe hacer, antes de avivar cualquier polémica es reunirse con los municipios afectados para hacer un análisis sosegado de lo que ha ocurrido, qué mejorar e incorporar el punto de vista de cada responsable municipal de cara al futuro. En esto ya estamos tardando y de aquí se puede sacar un aprendizaje positivo para prepararnos para el futuro y que no llegue el momento en que nos encontramos con otro incendio y solo hayamos estado lamentándonos.

¿Cómo se recuperará La Matanza de este incendio?

Aún estamos en fase de evaluación del daño. Entre otras cosas, tendremos que analizar cómo se puede mejorar la zona de monte público y de interfaz con las zonas de cultivo y acordar con los técnicos que se deje intervenir allá donde se pueda hacer un uso agrícola, forestal o ganadero que ahora mismo está prohibido o muy limitado.