El Charco Verde y otras peculiares zonas de baño para conocer este verano en Tenerife

Darse un chapuzón en Tenerife es una actividad más que habitual entre los habitantes de la Isla, que conocen a la perfección los rincones perfectos para pasar un rato especialmente en los días de calor.

A las playas y piscinas naturales que recorren toda la costa tinerfeña hay que añadir otros pequeños tesoros, los charcos, que cada vez se van haciendo más populares no solo por parte de la población sino de los turistas que visitan la Isla.

A pesar de que no todos cuentan con los servicios y comodidades de otros emplazamientos en la costa, estos charcos se han convertido en el lugar perfecto para darse un baño. Y algunos de ellos incluso se han convertido en todo un reclamo turístico. Estos son algunos de los charcos más buscados en Tenerife.

Charco Verde

Se ubica en la costa del municipio de La Guancha, , en la zona llamada Punta de Marrero. Se encuentra muy próximo a otros dos charcos también de espectacular belleza, el de La Arena y el del Viento. Su aspecto volcánico singular comparte escenario con fincas de plátanos, vistas al Teide, un acantilado pronunciado y la grandeza del océano.

Su acceso resulta dificultoso ya que solo se puede llegar a pie, a través de un sendero. Para encontrarlo en su máximo esplendor hay que controlar el estado del mar antes de acudir: lo ideal es hacerlo tras una jornada de marea alta. Es aconsejable llevar escarpines o cangrejeras y es necesario tener máxima precaución, puesto que no cuenta con servicio de socorrismo.

Charco Los Chochos

Este mágico rincón del municipio de Los Silos es el resultado de las erupciones volcánica que han creado formas caprichosas dando lugar a un bonito charco de agua salada. Situado junto al Charco de La Araña, dispone de una escalera de piedra con barandilla que facilita el acceso y en su zona más profunda alcanza los dos metros.

Es apto para familias con niños y está disponible para el baño durante todo el año siempre que la condiciones del mar sean las idóneas. Desde este emplazamiento se contemplan los Acantilados de La Culata y el Teide en días despejados.

Charco Juaniquín

Con la marea alta se convierte en una piscina natural tallada en la roca volcánica. Es un charco de tamaño medio y tiene poca profundidad. Además, cuenta con una zona de callaos que forma una pequeña playa. Se encuentra en la bella costa de Los Silos y es uno de los más visitados por los lugareños del barrio pesquero de La Caleta de Interián, sobre todo durante los meses de abril a diciembre.

Se trata del sitio ideal para pasar un día tranquilo tomando el sol o en familia. Su acceso es fácil debido a que cuenta con una rampa con barandilla. Para llegar es necesario hacerlo por la calle de San Andrés o la de Miramar en La Caleta de Interián.

Charco El Inglés

Debe su nombre a los frecuentes baños de una familia de ingleses que vivió y trabajó a finales del siglo XIX en la cercana máquina de azúcar. Todavía hoy permanece en pie su antigua chimenea con forma de pirámide truncada hecha en dos tipos de piedra volcánica.

Está situado en el municipio de Los Silos, a pocos metros del barrio de La Caleta de Interián, en la carretera de la Ribera del Mar. A menudo es frecuentado por los pescadores locales y cuenta con una escalera de piedra con barandilla que permite acceder con facilidad.

Charco Don Gabino

Situada en la costa de Los Silos, recibe su nombre de Gabino Dorta, un conocido propietario de fincas de plátanos de la zona. Tiene unos 10 metros de largo y dos metros de profundidad en su parte más honda. Cuenta con una zona habilitada como solarium y posee varios accesos realizados en piedra volcánica.

No es recomendable acercarse a la parte más próxima al mar abierto, ya que que el oleaje suele ser bastante fuerte en esta zona.

Charco del Viento

Situado en el barrio de Santa Catalina, La Guancha, es un lugar muy frecuentado por los vecinos del municipio y turistas, debido su gran belleza y singularidad. De hecho, es uno de los más conocidos de Tenerife.

Configurado a raíz del trazado de diferentes erupciones volcánicas, este charco es ideal también para la pesca y para practicar snorkel.

Charco de La Laja

De aguas transparentes y tranquilas, el Charco de La Laja, es el lugar ideal para conectar con la naturaleza en un entorno inigualable de San Juan de La Rambla. Para llegar hay que atravesar un sendero que discurre frente a la costa.

Para su disfrute se recomienda tener precaución y estar atento al oleaje, ya que en ocasiones bate con fuerza en la zona.

Charco de La Araña

Aparece con la marea baja y desaparece con la pleamar.  El charco se encuentra ubicado junto a la playa con la que comparte nombre y está próximo al complejo turístico de las piscinas municipales. El entorno es muy agradable y su paseo invita a hacer deporte junto al mar.

Además, en el paseo se encuentra el impresionante esqueleto natural de una ballena Rorcual Boreal (Baleanoptera borealis borealis). Esta escultura es un tributo a los cetáceos y una reflexión sobre la relación de respeto entre el hombre y el mar.

Charco de Isla Cangrejo

Es una piscina natural enclavada en un bello rincón de la costa Santiago del Teide, concretamente en la urbanización Isla Cangrejo. Gracias a un muro de hormigón que la resguarda de las olas, la piscina ofrece un lugar tranquilo para darse un baño en familia y tomar el sol en un entorno inmejorable.

Hay una escalera que facilita el acceso pero hay que extremar las precauciones con la marea alta y fuerte oleaje.

Charco el Tancón

Es el más popular de todos los charcos que se dispersan por la orografía tinerfeña, pero el baño está prohibido debido a la peligrosidad que entraña, especialmente en el caso de marea alta y a consecuencia del bufadero que forma parte de este charco. De hecho, han fallecido varios bañistas en ese lugar.

No obstante, es un bello lugar para observar el paisaje, conocer el entorno y esperar por el atardecer.