La Laguna multará con hasta 300.000 euros las infracciones muy graves por ruidos

Medio Ambiente elabora la primera ordenanza del municipio contra la contaminación acústica y las vibraciones | El documento aborda con detalle numerosos problemas

Unos operarios trabajando en la vía pública.

Unos operarios trabajando en la vía pública. / E. D.

Los vecinos que no respetan el descanso y la salud ajenos lo van a tener un poco más complicado en La Laguna. La Concejalía de Medio Ambiente ha logrado elaborar un borrador de ordenanza contra la contaminación acústica, un documento del que carecía el municipio y que podría suponer sanciones de hasta 300.000 euros para quienes incumplan. Basta una lectura somera del trabajo, que actualmente afronta los trámites previos a su aprobación, para comprobar que no está hecho para salir del paso: tiene 77 páginas, cinco títulos y 72 artículos, en los que se abordan con detalle numerosos problemas.

La denominada oficialmente Ordenanza contra la contaminación acústica y vibraciones de San Cristóbal de La Laguna es de aplicación en todo el municipio y «para todas las actividades públicas y privadas e instalaciones industriales, comerciales y de servicios, construcciones y obras, edificaciones, actividades recreativas y de ocio, espectáculos y tráfico rodado que comporten la producción de ruidos molestos y vibraciones». El texto añade: «Asimismo, sus prescripciones se aplicarán a cualquier comportamiento individual o colectivo que –y, en general, todos los emisores acústicos, aun cuando no esté expresado específicamente– produzca dicho tipo de molestias y sea evitable con la observancia de una conducta cívica normal». Solo se excluyen las actividades militares y el ruido en el ámbito de trabajo, que se regirán por sus legislaciones específicas.

Detrás del documento está una de las concejalías que más proyectos ha conseguido sacar adelante durante el mandato que termina: Medio Ambiente. «Nosotros afrontamos la elaboración de este texto porque, inexplicablemente, el Ayuntamiento de La Laguna no tenía ninguna ordenanza que regulase el ruido», detalla el titular del departamento anterior, José Luis Hernández. «Solo estaba la Ordenanza de Convivencia Ciudadana, pero era muy limitada a la hora de afrontar los múltiples problemas que se presentan y que se reflejan en una cantidad enorme de denuncias», precisa.

Y eso es lo que han hecho: tratar de cubrir los máximos escenarios posibles y dejar pocos cabos sueltos. Se abordan puntos como las megafonías, los vehículos, horarios de carga y descarga, recogida de residuos... También se establecen diferentes valores límite en función del entorno en el que se produzcan los ruidos.

Las actividades en la calle que requieran permiso municipal deberán tener su plan de calidad acústica

En cuanto a las infracciones relativas a actividades, establecimientos e instalaciones, se contemplan tres categorías: leves, graves y muy graves. En estas últimas se enmarca superar los límites de niveles sonoros máximos permitidos en más de 7 decibelios en períodos nocturnos o de 10 en períodos diurnos, así como determinados incumplimientos de medidas impuestas por la Administración, entre otros motivos. Las multas por los casos leves irán de 100 a 600 euros; las de los graves, de 601 a 12.000, y las de los muy graves, de 12.001 a 300.000. En los dos últimos supuestos también se contemplan otro tipo de posibles sanciones.

Día Internacional del Ruido

Precisamente el 26 de abril se celebró el Día Internacional del Ruido, durante el que la Asociación de Vecinos Casco Histórico se quejó de la contaminación acústica en el centro lagunero. «Yo, personalmente, como concejal de Medio Ambiente, valoro de forma muy positiva la iniciativa de la Asociación», manifestó José Luis Hernández. «Efectivamente, por las características del casco, tenemos algunas situaciones que, ahora con esta ordenanza, yo espero que se encaucen, porque lo que tiene que primar es la calidad de vida de la ciudadanía», dijo.

«Un dato interesante y novedoso de esta ordenanza es que regula que todas las actividades que se realicen en la vía pública del municipio y que requieran autorización municipal deben tener su plan de calidad acústica», expuso el edil, que recordó que «hay directivas europeas que nos obligan a tener mapas de ruido y a regular esta situación». Y agregó que ese factor también influyó para que desde la Concejalía de Medio Ambiente entendiesen conveniente elaborar la Ordenanza, que también ha tenido en cuenta la participación ciudadana.

Además, Hernández indicó que el objetivo es «tener esa ordenanza que permita, ante las nuevas situaciones de la sociedad, afrontar este tipo de problemas con el objetivo de conseguir un municipio cada vez más sostenible y más libre de contaminaciones». Y es que, remarcó, «la contaminación acústica es una gran contaminación y que tiene efectos severos sobre la salud».

José Luis Hernández considera que se ha logrado un texto que es «modelo» y «moderno»

El máximo responsable de la Concejalía de Medio Ambiente también se detuvo en la importancia de contar con los medios suficientes para hacer cumplir la Ordenanza una vez que se proceda a su aprobación. «El reto está ahora en que vamos a tener una ordenanza modelo y moderna, y al Ayuntamiento le corresponde poner los medios y abrir procesos participativos de concienciación ciudadana para que quede claro que el ruido es una contaminación y que tenemos desde las instituciones el deber de afrontarla de forma coordinada con la ciudadanía», consideró.

«Hacer una ordenanza es algo relativamente fácil y podemos elaborar unas ordenanzas maravillosas, pero, si después no tenemos los medios para hacerlas cumplir, quedarán en papel mojado», expresó en la misma línea José Luis Hernández, al tiempo que celebró que con este documento «La Laguna se actualiza y se pone al día tanto en legislación europea como estatal».

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