Las impresoras 3D llenan los colegios de Canarias de timples biodegradables

La Consejería de Educación fomenta las tradiciones a través de un proyecto pionero al que se suman dos centros de Tenerife en los que el alumnado de Infantil y Primaria construye los instrumentos y los aprende a tocar

Patricia Ginovés

Patricia Ginovés

Las tradiciones del folclore canario encuentran estos días su mejor aliado en la tecnología más puntera y gracias a este pacto, ambas disciplinas entran en las aulas de los centros de Canarias. La Consejería de Educación, Formación Profesional, Actividad Física y Deportes del Gobierno de Canarias ha decidido combinar la impresión 3D con uno de los instrumentos más típicos de Canarias, el timple, y así fomentar que el alumnado canario aprenda a tocarlo ofreciéndole facilidades para acceder a él. Este proyecto experimental, que se enmarca en el Programa enSeñas, ya ha llegado hasta varios centros de Canarias, después de que el profesorado recibiera la pertinente formación y las impresoras se encuentran ahora trabajando sin pausa para crear toda una banda de timples. Esta actividad está facilitando en la actualidad el desarrollo de un banco de instrumentos en cada centro participante, y fomentando el diseño, la creatividad y el respeto por el acervo cultural del Archipiélago por parte de los alumnos beneficiados.

En el caso de Tenerife, son dos los centros que participan en esta novedosa iniciativa. En el CEIP Nuestra Señora de la Concepción, en La Orotava, trabajan sin descanso ya que cuentan con dos impresoras 3D. Su objetivo es poder hacer sonar todos estos timples el próximo Día de Canarias, durante la celebración de una romería prevista para el miércoles 29 de mayo. «Esta será nuestra primera rondallita de timples», asegura la directora del centro, María José Gutiérrez, quien muestra orgullosa los instrumentos realizados hasta el momento en el centro.

Aida Perdigón es la jefa de estudios de este colegio del norte de Tenerife y la docente que se ha encargado de que los talleres con los alumnos se desarrollen de forma correcta. Explica que el prototipo de timple ha ido evolucionando desde que dio comienzo este proyecto, ya que la Consejería de Educación ha acudido a diferentes artesanos y lutieres para mejorar la acústica de este instrumento que, aunque pueda parecer de plástico, está hecho con un filamento de cáscara de millo biodegradable. De este modo, el proyecto fomenta que cada centro pueda contar con una base de datos de diseños y recursos abiertos relacionados con la impresión en 3D para facilitar su acceso, la colaboración y el intercambio de conocimientos entre toda la comunidad educativa.

Los profesores de este colegio de La Orotava ya contaban con algunos conocimientos sobre el uso de impresoras 3D puesto que ya tenían una en el centro antes de que diera comienzo el proyecto; sin embargo, completaron su formación en el Centro de Profesorado Norte de Tenerife para luego trasladar la práctica a los alumnos de Infantil y Primaria. En su caso, los talleres se desarrollan en el Aula del Futuro, donde trabajan mano a mano estudiantes de diferentes niveles, y mientras unos lijan las piezas recién salidas de las impresoras, otros preparan la estructura para que los profesores realicen el montaje ya que el pegamento empleado es muy fuerte y solo puede ser manejado por adultos. A continuación, los jóvenes que ya saben tocar el instrumento no dudan en comenzar a probarlo y comprobar que esté bien afinado.

Con todo ello, este centro y el proyecto en general trata de demostrar que no hay que renunciar a las tradiciones y apostar por las nuevas tecnologías, ya que ambas son complementarias. «Uno de nuestros objetivos es despertar el interés de los niños por el timple, que lo empiecen a tocar en estos talleres y, si realmente les gusta, que adquieran uno de verdad para continuar tocándolo a lo largo de toda la vida», comentan los profesores del CEIP Nuestra Señora de la Concepción.

El CEIP Juan Cruz Ruiz, en Puerto de la Cruz, es otro de los centros que se ha sumado a este proyecto. En su caso, explica la directora Daisy Rodríguez, han abierto este programa también a las familias. «Nuestro colegio se encuentra en una zona socioeconómica de bajo nivel y creemos que este proyecto es una de las maneras que tenemos para que las personas puedan acceder a instrumentos musicales asequibles», relata la docente, quien celebra la acogida que ha tenido la propuesta entre los padres de los alumnos. Tanto es así que han preparado un taller para ensayar la Berlina de el Hierro y que las familias puedan ofrecer un pequeño concierto con motivo de los actos del inminente Día de Canarias.