Encuesta

Nueve de cada 10 españoles apoya que se sancione a quien tire colillas al suelo

Los médicos de familia alertan del consumo de cigarrillos electrónicos en adolescentes: vapean cuatro veces más que la media

Una persona recoge una colilla de cigarrillo tirada en el suelo de Barcelona.

Una persona recoge una colilla de cigarrillo tirada en el suelo de Barcelona. / Manu Mitru

Patricia Martín

La sociedad española se muestra a favor de ampliar los espacios sin humo para reducir el consumo de tabaco y, al mismo tiempo, proteger al medio ambiente. De hecho, 9 de cada diez españoles apoyan que se sancione a quienes tiran colillas al suelo porque la población es consciente de que tanto el tabaco como sus desechos perjudican el entorno.

Apoyan que se sancione a quien tire colillas tanto los no fumadores (el 96,9%) como los fumadores (80,3%) y siete de cada diez opinan que si se implantara esta medida, gran parte de los fumadores abandonaría el consumo de tabaco.

Esta percepción cobra importancia porque el Ministerio de Sanidad planea endurecer la ley del tabaco para ampliar los espacios sin humo y equiparar todas las formas de consumir nicotina. Y la encuesta anual realizada por los médicos de familia, donde aparecen estos datos, corrobora que la sociedad española comparte que se aprueben nuevas medidas encaminadas a reducir el consumo de tabaco.

Los médicos están especialmente preocupados, según ha explicado Sara Cascón, coordinadora de la Semana Sin Humo que desde hace 25 años organiza la Sociedad Española de Médicos de Familia SemFYC, por el aumento del consumo de tabaco entre los adolescentes y jóvenes.

El vapeo

La encuesta, realizada entre los pacientes que acuden a los centros de salud y este año ha participado una cifra récord: 11.774 personas, ha detectado que vapea el 6,6% de los menores de entre 14 y 18 años, cuando la media del consumo de cigarrillos electrónicos en la población en general es de un 1,5%, por lo que los adolescentes consumen cuatro veces más este tipo de dispositivos.

Además, el 45% de menores en esa franja de edad vapea y también fuma cigarrillos convencionales, lo que indica, según la doctora Cascón, que estos dispositivos "no sustituyen al tabaco convencional, sino que son la puerta de entrada".

La especialista ha explicado que el problema es que "si empieza a edades tan tempranas, las posibilidades de abandonar el consumo bajan". Y a los médicos les preocupa especialmente el consumo de vapeadores y tabaco antes de los 18 años porque "se están desarrollando los órganos, especialmente el cerebro, por lo que hay alteraciones en la memoria y la concentración", entre otras afectaciones.